El jueves 30 de enero, un pequeño pueblo de la provincia de Entre Ríos recibió una noticia que revolucionó a las 1250 personas que lo habitan, según el último censo. Defensores de Pronunciamiento, el club de la localidad, enfrentará a River por los 32avos de final de la Copa Argentina cuando se reanude la competición. La alegría e ilusión invadió a todos: el Depro tiene por delante el partido más importante en sus 48 años de historia.

"En ese momento se generó algo increíble porque será un partido histórico para el club. No solo la institución se movilizó, sino los allegados, toda la gente del pueblo y la zona. Había un clima que te sorprendía", relata Hernán Orcellet, entrenador del plantel, en declaraciones a TyC Sports.

Para Orcellet, el partido ante River tendrá un condimento extra porque su familia está vinculada con Boca ya que es hermano de Catriel, exarquero que salió campeón con el Xeneize en el Torneo Clausura de 1999 y a quien le gustaría sumar a su cuerpo técnico en algún futuro. "Su experiencia nos podría dar mucho, pero él necesitaba un descanso mental del fútbol porque llevaba 20 años a nivel profesional y eso te desgasta de una manera increíble", desea.

Sin embargo, luego de la euforia y la esperanza llegó la incertidumbre y desazón. "El tiempo, la pandemia y demás han enfriado un poco las cosas. Veremos qué sucede cuando haya una fecha concreta para el partido que te pueda dar la chance de empezar a pensar en eso, hoy hay un poco de incertidumbre", describe.
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Ahora, con los diferentes torneos del Ascenso a punto de retomar su actividad, el partido ante River volvió a estar en el horizonte de la institución que compite en el Federal A. "Como cuerpo técnico tenemos claro que queremos ascender y pelear el Federal A. El partido contra River es otra cosa importante, pero con otro tinte. Es algo más que un partido, es una cuestión emocional de otra adrenalina", explica con ansias Orcellet.

Pero antes del partido histórico, Defensores de Pronunciamiento tendrá el desafío de realizar un buen papel en el Federal, que será clave para ganar rodaje. Incluso, desde el club se negaban a jugar ante el Millonario sin antes comenzar su torneo. "Al equipo lo veo muy bien, aunque todavía se está adaptando. Nos quedamos cortos por la imposibilidad de jugar amistosos acá en la zona, pero no me quejo. Seis partidos te separan de la posibilidad de un ascenso, entonces están dadas las condiciones para todos", analiza.

Si hay algo que caracteriza a la Copa Argentina son las historias de superación y el esfuerzo que hacen los clubes de categorías menores para equiparar fuerzas con los de Primera. Defensores no es la excepción porque mientras River preparaba a su plantel para retornar a los entrenamientos, al conjunto entrerriano se le vencieron los contratos con el plantel profesional, incluído el cuerpo técnico.

Quedarse sin profesionales pareciera ser algo dramático; sin embargo, para ellos, situaciones como esas no están para nada fuera de lo común porque los acuerdos por solamente un año son moneda corriente. "La incertidumbre fue lo primero y lo más puntual durante toda la pandemia. Fue inevitable y lo era para cualquiera. Después, el hecho de no tener un contrato o que se haya vencido durante ese momento era entendible porque no había por qué tener un vínculo con el club cuando no había competencia. Fue bastante lógico, más allá de lo ilógico de la circunstancia", describe el entrenador.
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Si bien la pandemia afectó a todos, las consecuencias que tuvo en los clubes del Ascenso son aún más dramáticas. Sobre todo porque gran parte de los ingresos de las instituciones provienen de las competiciones. Depro debió armar su plantel como pudo de cara al Federal A y la Copa Argentina. "Nos limitó. Tuvimos que achicar el presupuesto porque el club tampoco sabía cómo se iba a jugar ni los gastos que podría llegar a tener que afrontar. Entonces, hubo que armar algo pensando en que después ibas a tener que cumplir con todo lo que se venía. El club tomó una apuesta, se la jugó sin saber a qué, tratando de minimizar los costos negativos que podía tener eso", remarca.

Con la vuelta del torneo en el horizonte y a la espera de la confirmación de la fecha en la que llevarán a cabo el partido más importante de la historia del club, Defensores de Pronunciamiento vive uno de sus momentos más gloriosos. Pese a las diferencias de categorías sueñan con hacer un buen papel y su entrenador reluce los puntos más alto de su equipo. "Tenemos jugadores con mucha hambre de gloria que la vienen peleando hace varios años en la institución. Somos un equipo que prioriza el juego y el orden por sobre todas las cosas. Ojalá podamos hacer un buen papel y tener ese partido pronto. Espero que los jugadores, que son los verdaderos artífices de todo esto, lo puedan disfrutar con el profesionalismo y el respeto que se merece la institución a la cual representan", concluye.