Tras el duro golpe que representó la derrota en la final de la Champions League ante el PSG y su escasa participación con la selección argentina en la doble fecha de Eliminatorias contra Chile y Colombia, Lautaro Martínez recuperó la alegría con el Inter de Milán. El delantero de 27 años logró anotar el gol del empate parcial justo antes del entretiempo en su debut en el Mundial de Clubes contra los Rayados de Monterrey.
En el Rose Bowl de California, el equipo italiano comenzó en desventaja, luego de un cabezazo de Sergio Ramos a los 25 minutos de juego. Sin embargo, Lautaro igualó el marcador a los 42′, poco antes de que ambos equipos se retiraran a los vestuarios.
La anotación llegó tras una jugada de laboratorio en, quizás, la primera acción donde se notó la influencia del nuevo DT, Cristian Chivu, quien asumió el lugar de Simone Inzaghi. En un tiro libre en el borde del área, Kristjan Asllani optó por no rematar y pinchó la pelota hacia el arquero argentino Esteban Andrada. Desde la derecha, Carlos Augusto, a pesar de tener la opción de definir, pasó al medio para permitir que el ex Racing inflara la red sin oposición.
Martínez celebró su gol con seriedad, tomó el balón para reanudar rápidamente el juego, recibió las felicitaciones de sus compañeros y realizó su icónico saludo al cielo.
Como capitán del equipo milanés, con el que ha conquistado siete títulos, Lautaro no logró cumplir su sueño de ganar la Champions a pesar de haber llegado a su segunda final. Su actuación fue fundamental en el camino hacia allí, incluso jugó la revancha de la semifinal con una distensión en los flexores del muslo izquierdo que afectó su rendimiento en los siguientes partidos. Sin embargo, siempre desea estar presente.
“No puedo entender cómo fue posible perder una oportunidad tan grande de esa manera. Tardé cinco o seis días en hablar. Se lo quería explicar a mi gente”, reflexionó sobre el impacto de la derrota en su estado anímico.
Ya recuperado, el campeón del mundo y bicampeón de América volvió a demostrar su calidad en el torneo que se disputando en Estados Unidos. Se le vio activo; incluso anotó un segundo gol en el complemento con una definición sutil, aunque fue anulado por fuera de juego. A los 77′, casi volvió a marcar con una poderosa mediavuelta.
Durante el entretiempo, mantuvo una animada conversación (cubriéndose las bocas para evitar la lectura de labios) con Sergio Ramos, líder de los Rayados.
El Mundial de Clubes le planteará un reto especial: se enfrentará a River el miércoles 25 de junio. Es cierto que ya lo ha hecho en más de una ocasión cuando defendía los colores de Racing, pero ahora será después de haberse convertido en ídolo de la Albiceleste, gracias a su contribución en los logros bajo la dirección de Lionel Scaloni.
“Tuve la posibilidad de enfrentarlo en el fútbol argentino. Es un equipo muy grande de nuestro país y del mundo. Ellos también lo van a tomar como una final”, anticipó.
