El tenista británico Jack Draper vivió un episodio de furia en el torneo Queen’s Club de Londres, donde, tras perder una semifinal intensa ante el checo Jiri Lehecka, destruyó una raqueta y destrozó un cartel publicitario electrónico en la cancha Andy Murray Arena. Este incidente, que tuvo lugar en el oeste de Londres, representó la tercera vez en los últimos meses que Draper pierde el control en un partido, generando reacciones diversas entre los fanáticos y la comunidad del tenis.
Draper, actual número uno británico y una de las grandes promesas del tenis del Reino Unido, buscaba alcanzar la final del prestigioso torneo de Queen’s, un evento esencial en la temporada de césped previo a Wimbledon. El partido, disputado contra Jiri Lehecka, quien ocupa el sexto lugar en el ranking mundial y será cabeza de serie en Wimbledon, se resolvió en tres sets muy disputados: 6-4, 4-6 y 7-5 a favor del checo. La derrota fue especialmente dolorosa para Draper, quien había demostrado un alto nivel durante el torneo a pesar de sufrir problemas físicos.
El clímax de la tensión llegó hacia el final del set decisivo, cuando Draper perdió su servicio en un momento crucial. Lehecka concretó el quiebre con un revés ganador, dejando a Draper sin margen para reaccionar. La frustración del británico se hizo evidente cuando, al correr hacia la parte posterior de la cancha, golpeó su raqueta con fuerza contra el tablero electrónico al costado. La pantalla, que en ese instante mostraba un anuncio rojo y blanco, su patrocinador, se apagó después de un chispazo, y la parte superior del vallado se desprendió. El impacto no solo dañó la pantalla, sino que también rompió la raqueta y provocó que el amortiguador saliera disparado.
Parece que Draper también se lastimó durante su arrebato, ya que revisó su mano y se dirigió con cautela hacia su silla para el cambio de lado, con sangre visible en su rodilla. El árbitro Adel Nour le aplicó una advertencia por violación del código de conducta antideportiva, sumada a una advertencia previa por tiempo. Nour ya le había perdonado una sanción anterior por golpear una pelota con enojo, lo que aumentó la tensión en el ambiente.
El comentarista deportivo de la BBC, Andrew Cotter, narró el episodio en vivo y expresó: “Una vez más, el enojo revela que lo comprendes. Esa raqueta tuvo mejores días. Parece que se lastimó un poco, quizás también en la mano. Adel Nour no tuvo otra opción. Sí, comprendes que este es un evento muy importante para Draper”. Después del incidente, Draper tomó una raqueta nueva de su bolsa y volvió al juego, pero no logró cambiar la situación. Lehecka mantuvo la ventaja y se llevó la victoria, asegurando su lugar en la final.
Durante el partido, Draper también mostró signos de frustración verbal, gritando insultos y golpeando su zapato con la raqueta. Al finalizar el encuentro, el tenista británico reconoció su comportamiento inapropiado y explicó que había estado lidiando con amigdalitis durante todo el torneo. “No apruebo ese comportamiento, pero al mismo tiempo, así fue como me sentí hoy. Intenté dar lo mejor de mí. Traté de competir en cada punto. Pero al final, la ira me superó demasiado”, comentó el tenista de 23 años.
El británico indicó que la falta de energía y su malestar físico influyeron en su estado emocional: “Cuando no te sientes bien, cuando tu energía está baja, haces lo que sea para levantarte. Me enoja para animarme. Cuando das todo, no solo en el tenis, te arriesgas más. Cuando te esfuerzas al máximo y las cosas no salen como esperabas, es sencillo desbordarse. Eso fue lo que me pasó. No pude controlar mi ira; no quiero comportarme así, pero así soy cuando compito. A veces actúo al borde.”
Las reacciones de los aficionados en las redes sociales no tardaron en llegar. Muchos mostraron su decepción por el comportamiento de Draper, especialmente por tratarse de un partido en casa y en una superficie de césped que requiere cuidados especiales. Un usuario comentó: “Golpeando la cancha de césped frágil frente a tus fanáticos locales y tu rodilla como un loco después de perder un punto, nunca me harás como Jack Draper.” Otro destacó la falta de sanción previa: “Un mal arbitraje hizo que Draper no recibiera una advertencia cuando lanzó una bola con ira. Furioso por perder su servicio con 5-5 en el tercer set, se arrojó contra el cartel publicitario y… lo rompió.” Un tercer aficionado anticipó consecuencias económicas: “Lehecka se lesiona y Draper destroza el cartel publicitario… una multa costosa para el británico.” Otros criticaron el mal ejemplo que Draper da a los jóvenes, comparándolo con otros deportistas que han tenido actitudes parecidas, como el golfista Rory McIlroy.
El historial de Draper con este tipo de incidentes no es nuevo. En noviembre, durante la derrota de Gran Bretaña ante Canadá en la Copa Davis, ya había roto una raqueta en un arrebato de frustración. Un episodio similar ocurrió el mes pasado en el Abierto de Italia en Roma, sugiriendo un patrón de reacciones impulsivas bajo presión.
