El fútbol, tal como lo conocemos, se fundamentó hace años, en 1863 para ser precisos, y desde ese momento han surgido numerosos clubes que han comenzado su camino en diversas ligas de sus países. Hoy en día, siguen apareciendo nuevos clubes, aunque en menor cantidad. Algunos, a pesar de su relevancia histórica en su país o a nivel europeo, se ven forzados a desaparecer por diversas razones. Este es el caso del Brescia, un club italiano con 114 años de historia que ha tenido grandes figuras como Guardiola, Pirlo o Baggio, y que ahora cierra sus puertas.
El Brescia deja de existir, al menos en su forma actual, debido a que su dueño, Massimo Cellino, se negó a saldar la deuda del club, una cifra que impide su inscripción en la Serie C (la tercera división italiana). La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ha informado sobre esta situación, que hace que pierdan su estatus de club profesional. “El Consejo Federal de la FIGC ha tomado nota del rechazo a otorgar al Brescia Calcio una licencia nacional para la temporada 2025-2026, y por ello no se le acepta para la temporada 2025-2026 en la Serie C (tercera división)”, especifica el comunicado de la Federación.
Cellino, propietario del club desde 2007, tenía plazo hasta el 6 de junio para cancelar una parte de los ocho millones de euros que debe en impuestos y otras deudas. Antes de esto, el Brescia ya había recibido una sanción de ocho puntos menos en la tabla, repartidos entre la temporada anterior y la que debía comenzar en agosto, debido a infracciones administrativas señaladas por el tribunal de la FIGC. Esta penalización hizo que el club, que había terminado en 15º lugar en la Serie B con 43 puntos, descendiera al 18º puesto con 39 puntos, confirmando así su descenso a la tercera categoría.
Ahora, el club italiano competirá nuevamente en categorías amateurs, como hicieron en su momento otras grandes instituciones como Palermo, Nápoles o Fiorentina. Deberá reiniciar su camino desde abajo y esforzarse por ascender. A la vez, buscará una nueva fuente de ingresos que le permita escalar y mantener al equipo económicamente, una situación que les ha alejado del fútbol profesional.
Un Brescia desaparece, para que uno nuevo renazca, aunque su legado perdurará en los anales del fútbol italiano y en el contexto deportivo global. Aunque el club nunca logró alzar un título, en sus filas se han visto algunos de los mejores jugadores de la historia del calcio, como Roberto Baggio, Altobelli, Pirlo, Luca Toni, Hagi, Di Biagio, Hamsik, Palacio, Balotelli, De Zerbi, Matri o Pep Guardiola.
El jugador español vivió uno de sus momentos más difíciles en el fútbol con el Brescia: el positivo por dopaje. Hace 20 años, el 22 de noviembre de 2001, el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) confirmó el positivo por nandrolona de Pep Guardiola. El control se llevó a cabo tras el partido contra el Piacenza el 21 de octubre. Poco después, se detectó otro positivo tras el encuentro del Brescia contra la Lazio. Estos incidentes llevaron a la justicia deportiva italiana a sancionar al mediocampista catalán con cuatro meses de suspensión y una multa de 50.000 euros.
No obstante, el caso escaló hacia la justicia ordinaria, que llegó a solicitar siete meses de prisión. La Fiscalía de Turín, conocida por su rigor contra el dopaje, investigó el tema a fondo en un contexto en el que también se implicaron nombres como Edgar Davids, Jaap Stam y Fernando Couto por problemas relacionados con la nandrolona. Guardiola defendió su inocencia, argumentando que consumía un suplemento vitamínico permitido y apeló todas las sanciones.
Finalmente, en 2007, fue absuelto. Este episodio coincidió con una de las etapas más brillantes del Brescia, que contaba con figuras como Roberto Baggio y Luca Toni. Sin embargo, el escándalo de dopaje marcó una mancha en un momento clave para el equipo lombardo en el fútbol italiano.
