*El error de la IA durante el duelo entre Pavlyuchenkova y Kartal
El torneo de Wimbledon enfrenta una de sus mayores polémicas en la era de la tecnología con la implementación total del sistema electrónico de canto de líneas (ELC). Un error en este sistema durante el partido de cuarta ronda entre la rusa Anastasia Pavlyuchenkova y la británica Sonay Kartal alteró el desarrollo de un game, provocando protestas de las jugadoras y generando dudas sobre la infalibilidad del ELC.
En el noveno juego del primer set, el partido estaba empatado (4-4). Pavlyuchenkova, al servicio y con ventaja, buscaba adelantarse en el marcador. Kartal subió a la red para igualar la situación, pero su tiro claramente salió por aproximadamente 10 centímetros. Sin embargo, el ELC, que reemplaza este año a los jueces de línea en Wimbledon, no marcó la pelota como fuera. El umpire detuvo momentáneamente el punto para revisar la jugada, pero al descubrir que el sistema electrónico había perdido conexión, decidió repetir el punto. No hubo corrección arbitral, lo que sorprendió tanto a las jugadoras como al público.
Momentos después, Kartal logró quebrar el servicio de su rival y tuvo la oportunidad de cerrar el set. Aunque no lo consiguió, el parcial se definió en un tiebreak que ganó Pavlyuchenkova por 7-3. La rusa ganó el partido 7-6 (3) y 6-4, accediendo así a los cuartos de final. A pesar de su victoria, la molestia de la jugadora rusa fue evidente y se manifestó en reiteradas ocasiones en la pista y ante la prensa.
“No sé si fue dentro o fuera, pero tú no puedes probarlo. Como ella es local pueden decir lo que quieran. Me han robado el juego. Me lo robaron”, expresó Pavlyuchenkova durante el partido, cuestionando la imparcialidad de la decisión. Al finalizar, insistió: “Para esto está”, refiriéndose a la responsabilidad del juez de silla. “Me dijo que lo haría, pero no lo hizo, simplemente ordenó repetir el punto. No sé si tiene que ver con que Kartal sea británica. Creo que era difícil para él también, probablemente tenía miedo de tomar una decisión tan importante”, declaró a The Times.
El All England Club, encargado de la organización del torneo, admitió el error del sistema. Un portavoz del club manifestó: “Nos disculpamos con las jugadoras. Tenemos confianza total en la efectividad de esta tecnología. En este caso, fue un error humano y como consecuencia hemos revisado completamente el proceso y hecho los cambios necesarios”. Según las reglas de los Grand Slams, en caso de un fallo tecnológico, es el juez de silla quien debe tomar la decisión.
Kartal, por su parte, explicó tras el partido: “Esa situación es rara. No creo que haya sucedido nunca, si es que ha sucedido. ¿Qué se le va a hacer? El árbitro está haciendo todo lo posible en esa situación. Pienso que lo manejó bien. Creo que el sistema simplemente falló un poco y lo más justo fue repetir el punto. Obviamente, creo que fue un poco de mala suerte”. Sobre la jugada polémica, añadió: “Soy bastante baja. Así que donde está la cinta de la red, muchas veces pierdo la visión, así que no puedo ver más allá de la línea de fondo. Pero desde donde estaba, sentí que el revés fue limpio. Quizás tenga que ver la repetición. Mi visión estaba un poco cegada. Al final del punto, no sabía realmente qué había pasado… Pensé que quizás era un let o algo que entró en la pista. No podía ver”.
Jack Draper, cuarto en el ranking ATP británico, y Emma Raducanu, campeona del US Open, también han expresado dudas sobre el ELC: “No creo que sea 100% preciso. Un par de bolas dejaron marcas en la pista. Si hubiera sido mala, no habría habido cal en ellas. Supongo que no puede ser 100% efectivo, porque a veces es cuestión de milímetros”, opinó Draper después de su eliminación. Raducanu añadió: “Estoy segura de que hubo una pelota que dieron por buena y que fue mala. Es decepcionante que en el torneo haya decisiones incorrectas, pero la mayoría de los puntos están bien. En mis partidos ha habido errores claros, así que espero que eso lo solucionen”.
Este incidente ocurre en la primera edición de Wimbledon en la que los jueces de línea brillan por su ausencia. Algunos de ellos, afectados por la automatización, protestaron a las puertas del All England Club con pancartas en contra del reemplazo humano. Marin Cilic, otro de los jugadores afectados por la decisión, criticó fuertemente el cambio y advirtió sobre la pérdida del “encanto humano” del tenis.
En rueda de prensa, Pavlyuchenkova se extendió sobre este tema: “A veces, cuando jugamos, pienso: ‘¿Estoy loca o simplemente siento que la pelota es larga?’”, admitió. “Creo que estamos perdiendo un poco el encanto de tener recogepelotas humanos… como durante la COVID, cuando no tuvimos recogepelotas. Se siente un poco raro, como si fuera un robot. Sin embargo, son muy buenos para imponer multas e infracciones del código. Esto sí lo notan. Siempre, por pequeño que sea, están ahí para actuar. Preferiría que revisaran las líneas y señalaran mejor los errores”.
