28 de agosto de 2025 17:53

reutemann celebra su primer triunfo en el automovilismo: anécdotas del control policial y la prueba en la montaña

Antes de hacerse notar en el extranjero y consagrarse como uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1 durante una década, Carlos Alberto Reutemann tuvo una exitosa trayectoria en el ámbito nacional que incluyó tres campeonatos. Se dice que la primera victoria en el automovilismo es la más especial y el Lole tuvo su debut triunfal un día como hoy hace 60 años. Fue en el Turismo Mejorado o Anejo J, hoy conocido como Turismo Nacional, categoría en la que conquistó sus primeros cetros.

Reutemann creció en una estancia familiar en Manucho, un pueblo a 43 kilómetros al norte de la capital santafesina. Por la independencia y la necesidad de colaborar en el campo, a los 8 años ya manejaba tractores y hasta un Ford A modelo 1929 de su padre, Enrique. Iba a la escuela a caballo y recorría 10 kilómetros diarios. Su compromiso con el trabajo rural era tal que cuando sus compañeros le pedían que se quedara a jugar, él respondía: “No puedo ir a jugar porque voy a ver a ‘lolechone’”, haciendo alusión a los lechones que criaban en el campo.

“De niño leía revistas que llegaban de Europa sobre la F1, con pilotos como Mike Harthown, Peter Colins, Stirling Moss, y mucho antes seguía a Juan Manuel Fangio”, contó en el programa Tus Ídolos de 1995 (Canal 9). Se volvió un apasionado del automovilismo y con su hermano Enrique, quien comentó en una entrevista con Infobae, que “probábamos los autos de quienes venían a comprar ganado a nuestro padre. Teníamos 15/18 años e íbamos al lado del Río Salado, que está lleno de chañares, donde él construyó un circuito como Montecarlo. Daba vueltas con un auto y yo le cronometraba. Por vivir en el campo, el barro le dio a Carlos mucha sensibilidad al volante”.

El santafesino primero se ganó

Después de completar sus estudios secundarios como interno en el Colegio de la Inmaculada en Santa Fe, regresó al campo y trabajó junto a los peones. Tras probar suerte en algunas carreras informales, decidió que su futuro estaba en el automovilismo. En 1964, los hermanos Carlos y Américo Grossi, junto a la firma Automóviles Alvear, adquirieron un Fiat 1500 para competir en el Turismo Mejorado (actualmente Turismo Nacional), que en ese entonces también se conocía como Anexo J. El auto se preparaba en un taller de Rafaela y estuvo disponible al año siguiente, ya que el piloto principal, Heriberto Bohnen, se retiró. Reutemann, que asistía a todas las carreras posibles, le suplicó a Félix Crocce, gerente de la firma Grossi, que le permitiera conducirlo. “Después de una semana le dejé mi auto y le dije que me llevara al Parque Sur. Lo incentivé a que anduviera rápido y cuando lo hizo realmente me impresionó. Doblaba en los radios correctos, frenaba bien, usaba adecuadamente la caja y tenía excelentes reflejos”, recordó Américo Grossi en una charla con la revista CORSA.

Mientras su hermano, Carlos, le propuso a otro piloto llamado Luis Keller, Américo apostó por Lole. La elección se decidió en una prueba entre ambos en La Cumbre, Córdoba. “Con mi hermano nos escondimos en una curva, una ‘S’ en bajada después de Los Cocos, pero ellos no sabían dónde estábamos. Primero pasó Keller, y aunque lo hizo rápido, desaceleró al acomodar el auto. Reutemann, en cambio, venía a fondo y así como venía, dobló la ‘S’ y se fue. Eso decidió nuestra elección.”

A pesar de que Reutemann tuvo una anécdota particular donde evadió un control policial. “No tenía los papeles del auto y era la primera vez que me subía a ese 1500. Cuando llegué a la famosa ‘caminera’ en Yocsina, el policía no me dejaba continuar. Entonces, como yo al día siguiente iba a hacer la prueba para ver si tenía las condiciones para manejar y era la única oportunidad que tenía en mi vida de manejar en el trayecto donde debía rendir la prueba, puse primera y me fui. No tenía otra alternativa, a sabiendas de que iba a tener problemas con la policía”, comentó Lole en el mencionado programa televisivo.

Primer triunfo de Carlos Alberto Reutemann en el automovilismo argentino

El día de su debut fue también en Córdoba, y aunque abandonó por una falla mecánica el 30 de mayo, Reutemann tuvo un gesto que cautivó a los Grossi. “Cuando debutó en Carlos Paz, se fue el martes previo al circuito a recorrerlo a pie y el sábado nos recitó las 600 curvas de memoria. Mi hermano me dijo que ‘estábamos ante un piloto diplomado en la universidad’”, recordó Américo. Esa costumbre de Lole de recorrer los trazados desconocidos a pie la repitió siempre, incluso en sus primeros años en Europa.

El 11 de julio de 1965 fue el día de su bautismo triunfal para Reutemann. Al volante del mismo Fiat 1500, en su segunda carrera, cruzó la meta como ganador en el Turismo Mejorado, ahora llamado Turismo Nacional. Fue en el circuito Onofre Marimón de Villa Carlos Paz. “La carrera se llamó la Vuelta al Pan de Azúcar, que era muy relevante en esa época. Consistía en tres vueltas de 103 kilómetros, que comenzaba en Carlos Paz, Yocsina, La Calera, subía al Pan de Azúcar, bajaba a Cosquín y regresaba por Bialet Massé hasta Carlos Paz. Esa carrera la gané muy bien”, relató Carlos. Su éxito a los 23 años significó mucho más que un simple resultado deportivo. Lole había demostrado su potencial y estaba preparado para competir con los mejores pilotos nacionales.

Bajo la guía de los hermanos Grossi, al año siguiente el santafesino se unió al equipo de la Comisión de Concesionarios Fiat y corrió con una cupé Fiat 1500. Se consagró bicampeón en la Clase D en 1966 y 1967, superando a destacados corredores como Alberto Rodríguez Larreta y Francisco Alberto “Paco” Mayorga. Lole logró un total de 14 victorias, destacándose la Vuelta del Noroeste y dos series en el Gran Premio de la Montaña en 1968.

Reutemann venció con un Fiat

Sus primeras experiencias en monopostos llegaron también gracias a los Grossi, quienes le consiguieron un De Tomaso-Fiat para participar en la Fórmula 1 Mecánica Argentina. Terminó quinto y sexto en las ediciones de 1966 y 1967 de las 500 Millas de Rafaela, en la competencia que se llevó a cabo en el emblemático óvalo que en 1971 recibió a la IndyCar.

Ya establecido como uno de los mejores pilotos a nivel local, Lole llegó al Turismo Carretera con el famoso Ford Falcon Angostado en 1968. También compitió en el Sport Prototipo, con el Huayra-Ford preparado por Heriberto Pronello en 1969. En esa época, el santafesino confesó a CORSA que “no me divierto en las carreras. Para mí, correr no es divertido, es algo serio. Para divertirme, juego. Correr es otra cosa”.

Ese profesionalismo y sus triunfos nacionales le valieron ser incorporado al equipo del Automóvil Club Argentino (ACA) al año siguiente, y con un BWA-Fiat obtuvo el título en la Fórmula 2 Nacional. Esto le permitió avanzar a Europa, también bajo la tutela del ACA, donde hizo su debut en la Fórmula 2 Europea (actual Fórmula 2) el 12 de abril de 1970, el día que cumplió 28 años y sorprendió a varios de los pilotos más destacados del mundo, ya que en esa época la categoría previa a la Máxima también contaba con las principales figuras.

Hace 60 años, el Lole

Después de ser subcampeón en 1971 de la Fórmula 2, llegó su debut en la F1 en Argentina, el 23 de enero de 1972, con pole positions incluidas. A pesar de su retraso por el desgaste de los neumáticos, logró terminar séptimo. El Lole se presentó con todo en la Máxima y durante diez temporadas y dos carreras en 1982, obtuvo un subcampeonato mundial (1981), 12 triunfos (obtuvo otros dos no válidos por el campeonato), participó en 146 Grandes Premios, logró 45 podios (1 cada 3 carreras), 6 poles y 6 récords de vueltas.

Durante diez años, Carlos Alberto Reutemann fue uno de los mejores pilotos de la F1, corriendo para Brabham, Ferrari, Lotus y Williams, que junto a McLaren (a la que también consideró para correr) eran los mejores equipos de la época. Sin embargo, antes de consolidarse en la élite del automovilismo, forjó sus triunfos en Argentina y hace seis décadas comenzaba a escribir su gloriosa historia.