El automovilismo es uno de los ámbitos más apasionantes del deporte argentino, y la historia de Alejandro Pájaro Lucas es una clara prueba de ello. Este corredor fue uno de los cinco representantes nacionales en la reciente edición del “Armageddon”, conocida como la “carrera más rápida de Sudamérica”, que se lleva a cabo en Brasil. Compitió contra 144 pilotos locales y logró consagrarse como el primer campeón extranjero en esta 13ª edición del evento.
“Este evento, llamado Armageddon, se organiza dos veces al año. Es la competencia más rápida de Sudamérica, que se corre en un solo día y donde todos compiten entre sí. Participaron 150 autos: 144 brasileños y cinco argentinos. Llevamos cuatro autos desde Buenos Aires y un Fiat 600 de Choele Choel (Río Negro)”, comentó en una entrevista en vivo con Infobae el representante argentino, quien se alzó con el trofeo al mando de su Volkswagen Gol Trend, diseñado especialmente para la ocasión. “Es un 4×4, con un motor turbo de 1500 caballos. Un motor típico tiene 100 caballos”, explicó sobre su vehículo triunfador.
“Se le llama así (Armageddon) porque cualquier cosa puede suceder. No sólo el mejor auto gana. Hay poco tiempo entre tirada y tirada, así que si algo se rompe, no hay tiempo para repararlo y quedas fuera. Son 200 metros y puedes alcanzar hasta 250 kilómetros por hora: en cinco segundos llegas a esa velocidad. Gané ocho tiradas para llegar a la final. Es mata-mata, como dicen ellos: empezaron 150 autos, si pierdes, quedas fuera. Quedan 75, después 32 y así hasta la final”, agregó.
Respecto a este triunfo que le brindó el trofeo de campeón y un cheque de 140 mil reales (aproximadamente 25 mil dólares), el Pájaro comentó: “No hay secretos para ganar. Tienes que tener el auto, tener suerte en el sorteo para que no te toquen los mejores autos en las primeras tiradas, que no se rompa nada y que el piloto también ande bien. El sábado llovió mucho en Porto Alegre, así que se suspendió para el domingo y la pista estaba muy húmeda. Todo eso ayudó un poco”.
Alejandro Lucas tiene una empresa de transporte, pero dedica su tiempo libre a su gran pasión: “Soy un enfermo de esto”, admitió el oriundo de San Martín. “Cuando era niño corrí un par de años, pero después me encontré mal económicamente y tuve que dejarlo por un tiempo. Siempre soñé con tener un auto 4×4 y cuando pude, en 2013, me compré el mío”.
“Saben que tenemos autos rápidos, pero los brasileños nos permitieron competir porque tienen autos que son realmente muy veloces”, aclaró. Sin embargo, el desempeño de los argentinos fue destacado, ya que además del título del Pájaro, otro de los representantes nacionales, Nicolás Viturro, se posicionó en el cuarto lugar tras ser eliminado en semifinales. “En Brasil la competencia es muy profesional. Se corre en un autódromo, con todas las medidas de seguridad, ambulancias… Por eso les duele que nos hayan invitado y les hayamos ganado”, concluyó con una sonrisa.
Lucas también compartió el esfuerzo que implicó llevar a su equipo al país vecino para participar en la competencia, dado que en Argentina este tipo de carreras son prácticamente amateur. “A Porto Alegre hay 1.500 kilómetros; fuimos con el tráiler, lo que significa ir con la familia, quedarnos cinco o seis días, es un gran esfuerzo. Pero la pasión lo compensa, así que cuando suceden estas cosas se disfruta el doble. Ganar en el evento más importante de Sudamérica es un sueño. El año pasado grabé un video diciendo que íbamos a ganar el Armageddon y se lo mostraba a los brasileños”, confesó el argentino, quien cuenta con un grupo de colaboradores para hacer funcionar su auto.
Respecto a las dificultades para replicar el Armageddon en Argentina, el Pájaro se mostró algo escéptico, ya que se requiere una considerable inversión y, sobre todo, un espacio adecuado para llevar a cabo las carreras, dado que el autódromo Juan Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires se utiliza para otras categorías. La propuesta es realizar este tipo de carreras en un campo asfaltado alejado del centro urbano para minimizar el impacto del ruido en los vecinos. Adicionalmente, se requeriría un trazado más extenso para el frenado de los vehículos, ya que alcanzan velocidades de 250 kilómetros por hora.
Lucas indicó que su auto tiene un valor equivalente al de dos departamentos y que su desmedida pasión por los “fierros” lo impulsó a competir en el Armageddon, que podría realizarse en Argentina. “Ellos quieren venir a correr aquí y para la próxima edición van a elaborar una lista con coches de Paraguay y Uruguay”, mencionó este hincha de Chevrolet y San Lorenzo, quien dejó su huella en Brasil al levantar la copa ante 80 mil personas.
