Paulina Nieto, la mexicana que se comprometió con el tenista alemán Daniel Altmaier en un majestuoso castillo

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En el ámbito del deporte, particularmente en el tenis, es habitual escuchar anécdotas inspiradoras de esfuerzo, disciplina y éxito. Sin embargo, existen historias que trascienden las canchas, los rankings y los trofeos. Este es el caso de Paulina Nieto y Daniel Altmaier, una pareja que ha demostrado que el amor también tiene cabida en el circuito profesional.

Daniel Altmaier, oriundo de Alemania, comenzó su carrera en el tenis a los siete años, motivado por sus padres. Según la página web de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), habla alemán, inglés, ruso y español, este último refinado gracias a su relación. Prefiere jugar en superficie dura, su golpe más destacado es el revés y su torneo favorito es Wimbledon. Durante su infancia, admiraba a Roger Federer y Stan Wawrinka.

Aparte del tenis, Altmaier disfruta de la pesca y es hincha del Real Madrid y del Hertha BSC. Su vida profesional lo mantiene en constante movimiento, pero ha encontrado en Nieto un apoyo incondicional que lo acompaña tanto dentro como fuera de las canchas.

La mexicana Paulina Nieto es nacida en Cuernavaca, Morelos, donde vivió sus primeros años antes de trasladarse con su familia a la Ciudad de México al comenzar la preparatoria. Luego, según indica la revista Quién, continuó su formación en la carrera de Inteligencia de Negocios en el Tecnológico de Monterrey.

Desde pequeña, Nieto compartió con su familia una gran pasión por el tenis, un deporte que seguían con entusiasmo, especialmente un torneo que se realiza a finales de febrero al que asisten anualmente. Fue en una de esas ocasiones cuando, sin esperarlo, una encuentro cambiaría su vida para siempre.

La pareja se conoció en

Según Quién, la pareja se conoció en 2020 durante la tradicional fiesta de blanco del Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco, un evento social que reúne a jugadores y aficionados. En esa edición, Nieto y Altmaier coincidieron, mantuvieron una breve conversación y se siguieron en la red social Instagram. Nada parecía indicar que ese intercambio inicial conduciría a una relación duradera.

Poco después, la pandemia por COVID-19 paralizó al mundo, lo que detuvo cualquier posibilidad de interacción inmediata. Altmaier se dedicó a su calendario de competencias, mientras que Nieto continuó con sus estudios. Sin embargo, fue el propio atleta quien retomó el contacto con ella a través de Instagram. “Al principio no le respondía mucho”, confiesa Paulina a Quién. “Pensaba: ‘Él vive viajando y acaba de comenzar una pandemia, no va a pasar nada’”.

A pesar de la distancia, la comunicación continuó y la relación se fue fortaleciendo. Nieto ajustó sus horarios para acompañar a Altmaier en el tour siempre que le fue posible. “Siempre que podía, tomaba el primer vuelo para ir a verlo. Durante el verano me pasaba todo el tiempo en el tour y luego volvía a la escuela. Muchas veces llegaba ese mismo día directo a clase y acomodaba mis ausencias para poder asistir a la mayoría de los torneos”, narra.

La unión de dos culturas

La propuesta de matrimonio se llevó a cabo en Alemania, en un castillo, y sorprendió a la joven, quien no esperaba ese paso tan pronto, ya que ambos habían acordado esperar a que ella terminara su carrera universitaria. Sin embargo, enamorados, decidieron formalizar el compromiso.

Según lo informado por Quién, la boda se celebrará el próximo 6 de diciembre en Cuernavaca, la ciudad natal de la novia y el lugar elegido para iniciar una nueva etapa juntos.

A pesar de las diferencias culturales, ya que Altmaier es alemán y de raíces ucranianas y rusas, la integración entre ambas familias ha sido natural y cercana. “A pesar de que mis suegros no hablan inglés, nos llevamos increíble. Daniel es muy familiar y tengo una gran relación con su hermana Evelyn. Toda su familia vendrá a México para la boda”, comentó Nieto.

Por su parte, la familia Nieto ha aceptado muy bien al tenista, ya que lo acompañan frecuentemente en sus torneos y valoran su dedicación. Al principio se comunicaban en inglés, pero con el tiempo Altmaier ha aprendido español, idioma que hoy habla con fluidez, en gran parte gracias a su relación con Paulina.