Cuando una autoridad emite una advertencia fundamentada, es para prevenir aquello que todos temen. Esto se evidenció en los octavos de final del ATP 500 de Washington, donde Ben Shelton se impuso con gran firmeza ante Gabriel Diallo.
La rotunda victoria por 6-3 y 6-2 pasó a un segundo plano cuando, en un momento crucial del partido, el umpire dirigió un claro mensaje al público presente: “Señoras y señores: si están sentados en la primera fila, tengan cuidado con los servicios, porque vienen muy rápido”.
Fue en ese instante cuando el singlista estadounidense lanzó su potente servicio, impactando la pelota contra el rostro de una de las espectadoras que se encontraba en mejor posición. Un fenómeno habitual en este tipo de eventos.
Otro de los momentos destacados del encuentro tuvo que ver con las elevadas temperaturas. “Obviamente, en un día con 35 grados en una pista dura, se siente como si hicieran 46 o 49”, enfatizó la figura local, que se enfrenta a uno de los mayores retos de la temporada: la adaptación al calor extremo y al esfuerzo físico que requieren las canchas duras en la gira norteamericana.
En este contexto, la falta de estrellas como Novak Djokovic, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz en el próximo Masters 1000 de Canadá abre una ventana de oportunidad para quienes, como Shelton, buscan consolidarse en la élite del tenis mundial.
La gira sobre cemento en Norteamérica representa un punto de inflexión en el calendario del circuito masculino. Tras semanas de competencia en arcilla y césped, los jugadores deben ajustar su preparación para enfrentar una superficie que, según el propio Shelton, resulta “mucho más dura para las piernas, sin duda”. El singlista de Atlanta, que ocupa actualmente el puesto número ocho del mundo, ha compartido con la ATP los detalles de su proceso de aclimatación, consciente de que el éxito en esta etapa depende tanto de la fortaleza mental como de la capacidad física para resistir condiciones extremas.
La figura local ha descrito con precisión los métodos que utiliza para adaptarse al calor extremo del verano en Estados Unidos. “El calor es algo muy importante para mí. Mientras estoy en Florida, intento aclimatarme lo más rápido posible. Solo he tenido una semana, así que me metí en el jacuzzi hasta el cuello durante 15 minutos cada vez, haciendo sesiones como esa. A menos que tenga una sauna, entonces también hago sesiones de sauna, que son muy importantes. Pero debo acostumbrarme al calor para que no se sienta tan caluroso en la cancha”, explicó el zurdo.
La transición de las superficies blandas del circuito europeo a las pistas duras del norte implica un cambio drástico en las exigencias físicas. Shelton lo resume al destacar que, en canchas de tierra batida, “es fácil resbalar”, mientras que la hierba representa “otra historia”. Sin embargo, el cemento presenta un contacto más severo con el suelo, lo cual incrementa el desgaste muscular y obliga a los jugadores a modificar su preparación y estrategias de recuperación.
El torneo de Washington se convierte así en el primer gran escenario donde se pone a prueba la capacidad de adaptación. Para Shelton, que ya alcanzó las semifinales en ediciones anteriores, la gira representa una oportunidad para capitalizar su experiencia y aprovechar la ausencia de algunos de los principales favoritos. La combinación de altas temperaturas, humedad y la dureza de la superficie requiere una preparación meticulosa, donde cada detalle es crucial para marcar la diferencia en la pista.
Tras la victoria ante el canadiense, el estadounidense avanzó a los cuartos de final, donde se enfrentará a Frances Tiafoe, otro de los intérpretes locales que atrae la atención del público.