“Siento que hemos vuelto a hacer historia. Hemos establecido récords, hemos logrado cosas por primera vez, como llegar a una final de Eurocopa o vencer a Alemania. Es un orgullo ser parte de esta generación de futbolistas que estamos consiguiendo tantos logros”.
Así describió Aitana Bonmatí el avance de España a su primera final en una Eurocopa. El encuentro, el domingo 27 a las 18:00 horas, podría convertir a La Roja en la primera selección femenina en levantar la triple corona: Mundial 2023, Nations League 2024 y Eurocopa 2025.
Pero el logro no se limita al deporte. La revolución de la selección española de fútbol femenino comenzó hace diez años, en un contexto marcado por precariedad, desigualdad y falta de inversión. Hoy, La Roja compite por el dominio absoluto del fútbol internacional, después de haber participado en su primer mundial en 2015 y haber superado la primera ronda internacional en 2023.
Los datos son contundentes. En la Eurocopa, España ha alcanzado sus mejores registros históricos en un gran torneo: 17 goles a favor (3,4 por encuentro), un promedio de posesión del 72%, 18,4 ocasiones generadas por partido y solo tres goles en contra (0,6 por duelo).
Las jugadoras de Montse Tomé han mejorado las cifras del Mundial ganado en Sídney, salvo en el apartado de oportunidades recibidas, donde el equipo dirigido por Jorge Vilda fue más sólido: 4,7 por partido frente a 5,8 actuales.
El resto de los indicadores respaldan la propuesta de la seleccionadora asturiana. Un modelo basado en la posesión, el juego combinativo y la presión tras pérdida. “Nos encantaría dominar el juego a través del balón. Esa es nuestra esencia”, resumió Olga Carmona, una de las capitanas.

En la fase de grupos, España manifestó claramente su deseo de coronarse campeona. Nuevamente, se rompieron barreras y se lograron hitos, como obtener por primera vez el pleno de victorias y empatar el récord de 14 goles en tres partidos, de la Euro 2022.
Además, en el partido inaugural contra Portugal (5-0), estuvieron presentes 29.520 espectadores, lo que marcó un nuevo récord para un partido de fase de grupos sin selección anfitriona. Cinco días después, esa marca fue superada con el encuentro entre Alemania y Dinamarca (34.165 personas).
En cuartos, España avanzó por primera vez a la siguiente ronda en la Eurocopa (2-0 ante la anfitriona, Suiza), y en semifinales, logró finalmente vencer a la octacampeona continental, Alemania (1-0 en tiempo suplementario).
La revolución también se refleja fuera del campo. Según el Consejo Superior de Deportes (CSD), esta temporada 109.874 chicas se han federado en España, en comparación con las 40.524 de hace solo diez años.
La semifinal ante Alemania tuvo una audiencia de 4.345.000 personas en La 1, con una cuota del 39,7%. Hasta 2015, RTVE solo había transmitido cinco partidos de la selección femenina en vivo.
“Tenemos mucha familia. Al final, era lo que siempre quisimos, que esto continuara. Es fruto del trabajo de muchísima gente”, bromeó Alexia Putellas.

Sin embargo, nada de esto sería posible sin la transformación de la federación y la rebelión de las futbolistas. En septiembre de 2022, 15 jugadoras renunciaron a La Roja en señal de protesta por las condiciones en las que se encontraban durante la concentración.
Patri Guijarro y Claudia Pina, dos de las que no participaron en el Mundial, se reincorporaron ya con Montse Tomé al mando. “Patri es fundamental en el juego de España. Para mí, es la mejor mediocentro del mundo”, afirmó recientemente la seleccionadora.
Tras el Mundial, la agresión sexual de Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la celebración en Sídney desató una crisis que provocó la salida de Rubiales, Vilda y otros directivos. La RFEF reformó el organigrama del fútbol femenino, con la llegada de Markel Zubizarreta como director deportivo y, posteriormente, de Reyes Bellver.
La llegada de la seleccionadora asturiana significó un punto de inflexión. A pesar de las críticas iniciales (incluso su decisión de dejar de lado a Jenni Hermoso), la técnica de Montse Tomé ha logrado cohesionar al grupo y devolverlo a la alta competencia.
“La unión del vestuario es fundamental para lograr grandes cosas. Eso se está reflejando”, valoró esta semana la defensa María Méndez.

La final en Basilea revivirá un duelo que ya tuvo lugar en la final del Mundial 2023, donde España ganó 1-0 con un gol de Olga Carmona. En la Nations League 2024, España nuevamente ganó 2-1 con goles de Claudia Pina y otro en propia puerta de Alessia Russo. Inglaterra había anotado un gol de la propia delantera.
Una década después de su primer Mundial, España está a solo 90 minutos (si no hay prórroga) de lograr la mayor hazaña del fútbol femenino.