28 de agosto de 2025 13:55

Crisis en Ferrari: la furia de Leclerc y la sorprendente reflexión de Hamilton tras el GP de Hungría

El piloto británico no tuvo un buen rendimiento en el GP de Hungría y evidenció su malestar en declaraciones a los medios



Ferrari llegó al Gran Premio de Hungría 2025 con grandes expectativas. Sin embargo, estas se desvanecieron a lo largo de las 70 vueltas del circuito de Hungaroring. Tanto Charles Leclerc como Lewis Hamilton se encontraron lejos de los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri, lo que llevó a ambos pilotos a manifestar la crisis de la escudería en sus declaraciones a los medios.

“Vamos a ver”, afirmó Hamilton con un tono que reflejaba más incertidumbre que esperanza, cuando la cadena ESPN le consultó si volvería más fuerte tras el receso de la Fórmula 1. La frase, breve y llena de ambigüedad, expuso el estado de ánimo del heptacampeón en su primera temporada con la escudería de Maranello, una etapa que, lejos de cumplir con las expectativas iniciales, se ha transformado en una serie de frustraciones y autocrítica.

Hamilton terminó en el 12° puesto, igual que su posición en la parrilla de salida, y se marchó del circuito sin sumar puntos, lo que lo mantiene en la sexta posición del campeonato de pilotos con 109 unidades. La jornada, en lugar de ofrecer señales de recuperación, acentuó la distancia entre el rendimiento esperado y la realidad de su desempeño en el equipo italiano.

El ambiente en Ferrari tampoco resultó más alentador para Leclerc. El monegasco, que había sorprendido con la pole el sábado, perdió ritmo durante la carrera y descendió posiciones hasta quedar fuera del podio. Su frustración se hizo evidente en la vuelta 53, cuando transmitió por radio un mensaje contundente al equipo: “Esto es increíblemente frustrante. Hemos perdido toda competitividad. Solo tienen que escucharme, habría encontrado una forma diferente de gestionar esos problemas”.

Leclerc anticipó la dificultad de mantener el podio: “Ahora es simplemente inmanejable, inmanejable. Sería un milagro si termináramos en el podio”. Finalmente, su pronóstico se cumplió y, tras perder la posición con George Russell y recibir una penalización de 5 segundos por una maniobra defensiva, la tarde de Ferrari en Hungaroring concluyó con un saldo amargo.

“La decepción y la frustración están presentes de todas formas, porque si había una oportunidad en la temporada en la que podíamos haber ganado era hoy. El ritmo estaba ahí hoy. En el primer stint lo había, en el segundo hasta la vuelta 40 más o menos. Luego, en las últimas 30 vueltas, perdimos unos 45 segundos… Estoy muy decepcionado, pero así son las carreras. Y ahora que comprendo lo que sucedió entre bastidores… Son situaciones que no se pueden predecir”, agregó el monegasco.

Hamilton culminó en el puesto

La tensión ya se había manifestado el sábado, durante la clasificación. Hamilton no logró superar la Q2 y quedó relegado al 12° lugar, mientras que Leclerc se quedó con la pole position. En ese contexto, el británico lanzó una autocrítica inusualmente severa: “Soy inútil, absolutamente inútil”, reconoció en declaraciones a la cadena Sky Sports.

La periodista le preguntó si existía alguna solución para mejorar el rendimiento del auto, a lo que Hamilton, visiblemente frustrado, respondió: “Ahí está el problema: el otro auto está en la pole, así que probablemente deban cambiar de piloto”. Estas declaraciones, sumadas a su actitud tras la carrera, reafirmaron la percepción de un piloto atrapado en una dinámica negativa.

El contraste entre las expectativas depositadas en la llegada de Hamilton a Ferrari y la cruda realidad de los resultados se ha vuelto innegable. Tras doce años en Mercedes, el británico se unió a la escudería de Maranello con el propósito de devolverle el protagonismo, pero la falta de competitividad y errores estratégicos han socavado su confianza.