“Boca no quiso jugar el viernes”.
Esta declaración de Gustavo Costas sobre la supuesta negativa de Boca Juniors para adelantar su partido frente a Racing Club ha tomado fuerza rápidamente, generando un intenso debate en el fútbol argentino en las últimas horas.
El incidente se originó tras la conferencia de prensa posterior a la victoria de Racing ante Deportivo Riestra en la Copa Argentina. Allí, el técnico de la Academia afirmó que Boca no había querido disputar el partido correspondiente a la fecha 4 del torneo Clausura de la Liga Profesional el viernes, lo que provocó malestar en el entorno xeneize. Las palabras de Costas lograron una rápida respuesta desde el Consejo de Fútbol de Boca, que negó haber recibido una solicitud formal para cambiar la fecha del clásico.
Consciente de la tensión creada, Costas decidió dar un paso atrás. Conforme a lo reportado por TyC Sports, el entrenador se comunicó telefónicamente con Marcelo Delgado, miembro del Consejo de Fútbol de Boca, para disculparse por sus declaraciones. Además, solicitó que le transmitiera su pedido de disculpas a Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors. Así, Costas intentó poner fin a la controversia y reconocer su error en la interpretación de los hechos.
La intención de Racing de adelantar el partido respondía a una razón clara: el equipo debía enfrentar a Peñarol en Montevideo el martes 12 de agosto, en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América. Un día adicional de descanso sería valioso para la planificación física y táctica del plantel. Sin embargo, la imposibilidad de jugar el clásico el viernes en La Bombonera se debía a factores logísticos y de seguridad, así como a compromisos televisivos, según la información difundida por TyC Sports. Por esta razón, la dirigencia de Racing no formalizó la solicitud, aunque tanto el club como Costas deseaban hacerlo.
Desde Boca, la postura fue decidida: tras conocer las declaraciones de Costas, fuentes del club afirmaron que ni la Liga Profesional ni la Seguridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires les comunicaron una solicitud para anticipar el partido. Esta versión desmiente cualquier negativa por parte de Boca y refuerza la idea de que la controversia se originó en un malentendido.
El calendario de Racing en las próximas semanas será exigente. El equipo comandado por Costas enfrentará a Boca el sábado por la fecha 4, viajará a Uruguay para medirse con Peñarol el martes siguiente y volverá a jugar el viernes como local ante Tigre por la fecha 5 del torneo Clausura. Posteriormente, el martes 19 disputará la revancha contra Peñarol en el Cilindro de Avellaneda y el domingo 24 visitará a Argentinos Juniors en La Paternal por la fecha 6 del campeonato local.
Otro de los temas abordados por Costas en su contacto con la prensa fue el llamado a Marcos Rojo, aunque el estratega prefirió evitar la pregunta con una evasiva: “¿Tan importante es si lo llamé?”
El ídolo popular no confirmó ni desmintió si habló con el central, pero su risa sugirió que la conversación efectivamente ocurrió. Luego, con elegancia, cambió de tema: “Por cómo jugamos, la verdad que estoy contento. Era un partido difícil, complicado, porque es un rival que tiene un nivel tan alto, y una manera de jugar que nos complica siempre este tipo de partidos”.
El triunfo ante Riestra no solo le aseguró a Racing el pase a los cuartos de final del certamen federal, donde se medirá con el ganador del cruce entre River y Unión, sino que también ha incrementado la presión sobre el plantel y cuerpo técnico para gestionar el desgaste físico.
Las dudas para la visita al mítico Alberto J Armando girarán en torno a la línea de tres (posiblemente compuesta por Sosa, Pardo y Di Césare), mientras que en los laterales repetirán Gabriel Rojas y Facundo Mura. En el mediocampo, la incógnita se centrará en la titularidad de Juan Ignacio Nardoni junto a Agustín Almendra, y toda la atención estará en si juega Maravilla Martínez o si, en su lugar, volverá a estar Elías Torres.