La Federación Uruguaya de Karting (FUK) anunció con profundo pesar el deceso de Matilde Itzcovich, una noticia que conmovió a la comunidad del automovilismo y al ámbito del deporte uruguayo. A sus apenas 16 años, ya se había erigido como una de las promesas más destacadas del karting a nivel internacional.
El fallecimiento de la joven, confirmado este jueves por la FUK, causó un gran impacto en la comunidad deportiva. El comunicado oficial de la federación manifestó: “La Federación Uruguaya de Karting expresa su más hondo pesar por el fallecimiento de Matilde Itzcovich, sentimiento que se extiende a todos quienes forman parte de la familia del karting”.
Como muestra de respeto, la organización decidió postergar la 5ª Fecha del Campeonato Nacional de Karting, programada para los días 8, 9 y 10 de agosto en el Polideportivo de Mercedes, y cuya nueva fecha será anunciada próximamente. La federación también extendió sus condolencias a los familiares y seres queridos de la joven piloto. Las causas de su fallecimiento aún no han sido confirmadas.
“A sus familiares, amigos y seres queridos, enviamos nuestras más sinceras condolencias, así como nuestro afecto y solidaridad en esta difícil circunstancia. Que en paz descanse”, concluyó el comunicado. Varias instituciones deportivas del país, incluido Peñarol, uno de los clubes de fútbol más importantes de Uruguay, se unieron al luto por Matilde.
El ascenso de Matilde Itzcovich en el karting se fue forjando a lo largo de los años. En octubre de 2024, se convirtió en la primera uruguaya en disputar la gran final de la Copa ROK en Italia, un evento que reúne a más de 400 pilotos de más de 35 países y que se realiza en el South Garda Karting de Lonato. Allí compitió en la categoría Super Rock Senior, que utiliza motores monocilíndricos de dos tiempos de 125 centímetros cúbicos, y demostró su capacidad para medirse con la élite mundial del karting.
El año anterior, Itzcovich había hecho historia al viajar a Inglaterra y clasificar para la final del Campeonato Mundial FIA de Karting en la categoría OK-N, convirtiéndose en la primera representante de Uruguay en alcanzar esa instancia. Su apellido, que ha estado ligado al automovilismo durante años, sumó así un nuevo capítulo de prestigio para el deporte nacional.
Su entorno familiar fue fundamental para su desarrollo deportivo. Su padre, Mauricio Itzcovich, competía en rally hasta 2023 y luego decidió acompañar de cerca la carrera de Matilde y de su hermano menor, Manuel, quien también participa en karting. La vocación de Matilde por el automovilismo surgió a los 13 años, durante una reunión familiar en la que expresó su deseo de competir.
Tras su primer acercamiento al karting en un circuito indoor, donde el propietario le recomendó incursionar en el karting profesional, la joven persistió durante seis meses hasta que logró ingresar a la escuela del ex piloto internacional Raúl Bruschi. En apenas dos clases, su talento se hizo palpable y, en pocos años, recorrió circuitos de Uruguay, Argentina e Italia, hasta llegar a los campeonatos mundiales.
Según informó el portal local El País, Itzcovich emprendió grandes esfuerzos para demostrar su compromiso con el automovilismo. Para poder entrenar y competir al más alto nivel, decidió cursar sus estudios a distancia mediante una plataforma digital, dado que sus entrenamientos ocupaban gran parte de su tiempo. A pesar de ello, mantenía un alto rendimiento académico y se dedicaba a aprender idiomas, incluido el japonés, además de tocar la guitarra, facetas que revelaban su faceta adolescente más allá de las pistas.
El carácter competitivo de Matilde se manifestaba también en su actitud durante las carreras. Sentía un profundo orgullo por representar a Uruguay y no dudaba en reclamar si no se interpretaba el himno nacional antes de una competencia. “Si querés ser o hacer algo, luchas para conseguirlo”, expresó en una entrevista con El País en junio de 2024.
