El fiscal Mariano Zitto, encargado de la causa que investiga los graves incidentes ocurridos en el partido entre Independiente y Universidad de Chile, correspondiente a la Copa Sudamericana, se pronunció en Radio La Red tras la clausura del estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini.
Zitto comenzó manifestando: “No hablé antes porque las implicancias, los llamados y otras situaciones trascendieron lo puramente judicial y deportivo, incluso había cuestiones diplomáticas en juego. Fueron días inusuales y bastante atípicos”.
Luego, ofreció los primeros detalles sobre lo sucedido aquella noche: “Estaba en una cena por mi cumpleaños cuando comenzaron a llamarme y empezaron a explicarme la situación. En un momento, cuando empezaron los rumores, le dije a mi ayudante: ‘Vamos para Avellaneda que esto se está poniendo bastante complicado’”.
En las primeras horas del incidente, se hablaba incluso de fallecidos. “En un principio, se mencionaban varias víctimas y hasta un menor. Sin embargo, aunque eso no ocurrió, nos encontramos con una escena de destrucción. Habían arrancado las varillas de las escaleras y los tendidos eléctricos. Había sangre arterial en las escaleras”, detalló. “La devastación en el lugar era como si hubiera caído una bomba. Podría haber sido algo muchísimo peor, pero eso no resta que las agresiones que se registraron fueron inhumanas”.

“En cuanto a la investigación, lo primero que dispuse fue preservar, clausurar y suspender las dos tribunas donde se encontraba la parcialidad chilena. Luego, clausuré la cabecera, dado que estaba vinculado con la investigación”, explicó.
“Recibí un informe del Municipio sobre las cámaras que evidencian un claro problema de prevención. La falta de coordinación entre la seguridad privada ofrecida por el club y la que exige Conmebol, y las autoridades policiales afuera, fue notable. Y dije: ‘esto ya pasó de un mero desencuentro’”, agregó.
Tras esta definición, se le consultó si tenía claridad sobre lo sucedido: “No. De las cerca de 30 investigaciones derivadas de este conflicto en general, una de las causas iniciales es la concerniente a las responsabilidades del organizador, que es Independiente, y de la Policía Bonaerense respecto a la prevención: ¿por qué llegamos a este nivel de agresión que culminó no solo con la suspensión, sino con las batallas que resonaron en todo el mundo?”.
“Les puedo asegurar que el aluvión de imágenes que hemos recibido es inconmensurable. Estaban presentes familias, y uno de los motivos para solicitar la clausura es el tenor y la fuerza de estas imágenes. Esta persona desnuda en la tribuna, los golpes desmedidos o incluso personas arrodilladas pidiendo perdón…”, enumeró el fiscal.
“Cuando la gente de Chile ingresó, unas dos o tres horas antes, comenzaron a generar una situación que fue escalando, incluida la rotura de las cámaras… Uno de los puntos que planteé es que las autoridades de Conmebol se retiraron cuando llegué y me hablaron durante unos segundos; esta situación se estaba agravando desde antes, ya caían objetos de la tribuna visitante a la local”, indicó sobre el origen del caos.
“Esto se podría haber evitado, y la violencia que se desató antes del partido ya debería haber alertado a los organizadores”, añadió.
Zitto también se refirió al accionar policial: “Dentro de la investigación, uno de los cuestionamientos a desentrañar es esta situación. Así como se detuvo a más de 100 personas de Chile, hay una imagen contundente: en un momento, en la tribuna superior, había pocas personas en comparación con el inicio del conflicto; aquí podría haberse aprehendido, delimitado e identificado quién era el agredido y quién el agresor en ese momento, solo con las cámaras”.
“Respecto a la intervención de la Policía: cuando Conmebol solicitó que sacaran a la parcialidad chilena, informaron que decidieron no intervenir para evitar un colapso mayor debido a la cantidad de personas presentes. Sin embargo, luego, cuando se redujo el número de asistentes, se observó lo que cito entre comillas: ‘una descoordinación en quién y cómo actuar’”, agregó.
Por otro lado, dio detalles sobre las denuncias mediáticas que afirmaban que los barras chilenos habrían obligado a empleados del club a tomar orina: “Hoy se ha abierto una causa, pero no se presentó ningún testigo ni tampoco el club Independiente; sus empleados tampoco informaron nada. Por lo tanto, hoy envié una orden para que reporten lo que conocen sobre el tema. No tengo denuncia sobre esto, al menos en la Provincia”.
“La intención es que el Ministerio de Seguridad, junto a Independiente, AFA, Aprevide y Conmebol definan cómo van a actuar para evitar que hechos tan graves se repitan”, explicó sobre las condiciones necesarias para levantar la clausura del estadio del Rojo.
“El salvajismo trasciende lo meramente deportivo. Me preocupa que se puedan ver afectadas familias que asisten a divertirse. Ya sean de Chile o de Argentina, aquí había personas”, manifestó. “Recordemos que en las tribunas no colocamos plantas, colocamos personas”, concluyó.