La selección argentina se llevó una victoria angustiante ante Colombia, asegurando su pase a los cuartos de final de la AmeriCup 2025, en un partido marcado por la incertidumbre y la presión a raíz de las sanciones impuestas tras el incidente con República Dominicana. El equipo nacional llegó a este cruce crucial con la necesidad de ajustar su rotación habitual, debido a varias ausencias y un margen de error casi inexistente.
Desde el salto inicial, el partido se planteó como una verdadera batalla táctica y emocional. Argentina se apoyó en su defensa colectiva y buscó alternativas en ataque para contrarrestar las falencias ocasionadas por la reestructuración forzada. El juego se mantuvo parejo, con un marcador estrecho y cambios de dominio en diferentes momentos. Colombia se mostró firme en su estrategia, apostando a transiciones rápidas y a la potencia física en el juego interior, mientras que los dirigidos por Pablo Prigioni recurrían a la experiencia y el conocimiento del juego de sus jugadores más experimentados.
Durante la primera mitad, Argentina logró construir pequeñas ventajas a partir de la movilidad en el perímetro y el desempeño de los internos en ambos tableros. Colombia no tardó en responder, con aciertos de larga distancia y una defensa intensa que dificultó la circulación del equipo nacional.
La segunda mitad fue aún más equilibrada. Las modificaciones ofensivas y las imprecisiones de ambos equipos mantuvieron el desenlace abierto. A pocos minutos del final, Colombia logró adelantarse, lo que llevó a Argentina a reaccionar con determinación. El equipo logró dos recuperaciones defensivas clave y aprovechó una serie de ataques rápidos para igualar el marcador. En los segundos finales, la tensión definió cada posesión y la agresividad en los rebotes marcó el camino hacia el desenlace.
Luego del minuto solicitado por Pablo Prigioni, Nicolás Brussino asumió la responsabilidad. Con menos de un segundo en el reloj, corrigió el lanzamiento de Fernández y selló la victoria para el equipo nacional.
Con este triunfo, Argentina aseguró su lugar en los cuartos de final y disipó las dudas que surgieron tras las noticias sobre las sanciones que habían alterado la previa. El grupo demostró resiliencia y manejó la presión hasta el final, manteniendo la posibilidad de seguir avanzando en el torneo continental.
Después de la clasificación, los protagonistas compartieron su análisis del partido y valoraron la actitud mostrada por el equipo. El entrenador Pablo Prigioni resaltó la importancia del resultado y la fortaleza anímica del plantel: “Fue una muestra de carácter muy importante, necesitábamos esto tras días agitados. La mentalidad y la paciencia para mantener el plan de juego fueron clave para el triunfo”.
Prigioni destacó la reacción colectiva, especialmente en momentos de incertidumbre antes del partido: “El equipo se mantuvo unido y evitó caer en el nerviosismo, incluso con muchas caras nuevas en momentos decisivos”. El técnico también mencionó la necesidad de transformar el esfuerzo de la noche en calidad de juego para los siguientes encuentros: “Superar estos momentos nos fortalece. Ahora el esfuerzo debe convertirse en calidad de juego y disciplina”.
Entre los jugadores, Juan Fernández valoró el temple y la determinación mostrada al final: “Nos fijamos en mantener la calma, ejecutar la última jugada y confiar en nuestra defensa. Los rebotes y la intensidad fueron vitales para decidir el partido”. También destacó el impacto de las ausencias en la rotación, pero subrayó la confianza en el equipo.