28 de agosto de 2025 00:48

Los insólitos reclamos conjuntos de los hinchas del Inter y del Milan: los motivos detrás de esta inédita protesta en Italia.

Los barras de dos de los principales elencos italianos formaron parte de una inesperada y llamativa protesta sin precedentes. Los detalles

El inicio de la temporada en la Serie A de Italia se caracterizó por una protesta inédita y sorprendente. Los ultras del Milan y del Inter han optado por un absoluto silencio en las tribunas y, en ciertos casos, por la ausencia total en los partidos, en respuesta a las recientes restricciones impuestas por las directivas de ambos clubes.

El origen de este conflicto radica en la decisión de las autoridades de los clubes de la Ciudad de la Moda de restringir el acceso de ciertos aficionados y prohibir la entrada de banderas y pancartas, una medida que se tomó tras descubrir constantes irregularidades y delitos atribuibles a los sectores más radicales de las gradas. En otras palabras, a los ultras.

Esta política ha provocado una reacción inmediata entre los barrabravas, quienes consideran que las sanciones afectan de manera arbitraria a todos los seguidores.

Durante el partido inaugural frente a Cremonese, la Curva Sud, agrupación del Rossonero, mantuvo un silencio ininterrumpido durante los 90 minutos. En un comunicado difundido en sus redes sociales, la agrupación manifestó su descontento: “Casi todas las pancartas antiguas están prohibidas. Hay una lista negra con restricciones de abono en el segundo anfiteatro. Por razones de orden público, se nos prohíbe abonarnos en esa zona, pero si conseguimos una de las pocas entradas disponibles para cada partido en el mismo sector, de repente el problema de orden público desaparece. ¡Una locura!”.

Por su parte, la Curva Nord, que representa a los aficionados del Nerazzurro, decidió intensificar la protesta y no asistió al estadio de San Siro durante el encuentro ante Torino. A través de sus canales oficiales, el grupo denunció: “Además del constante aumento de precios irracionales, nos enfrentamos a las famosas listas negras. Decenas de jóvenes de los grupos no pudieron renovar sus abonos sin motivo válido. La mayoría ni siquiera tiene antecedentes ni problemas legales.”

La postura de la Curva Nord se mantuvo firme al exigir condiciones que consideran esenciales para cualquier aficionado: “Hasta que San Siro deje de ser un lugar blindado y vuelva a ser un estadio pensado para la gente; hasta que las entradas sean accesibles para todos los que deseen ver al Inter. No pedimos privilegios, demandamos lo que en cualquier estadio de Italia y Europa es lo normal,” concluyó el comunicado.

Cabe recordar que hace unos meses, las autoridades italianas detuvieron a 7 ultras del Inter y el Milan acusados de usura, extorsión y falsificación de facturas, con el agravante de vínculos con la mafia, en el marco de una investigación a sendas facciones radicales desde septiembre de 2024.

Cinco encarcelados y otros dos arrestos domiciliarios han vuelto a colocar a los clubes del norte de Italia en el centro de atención por sus hinchas más radicales, después de que hace siete meses se realizara una operación policial en la que se detuvieron a 19 fanáticos de ambos equipos.

Los primeros 19 arrestos se llevaron a cabo por delitos de conspiración criminal con el agravante de método mafioso, además de extorsión, lesiones y otros delitos graves cometidos en las inmediaciones del Giuseppe Meazza. Además, se estableció en el informe que los barras “controlaban todo”; desde los estacionamientos hasta los negocios de venta de merchandising.

En el último operativo, los 7 arrestados gestionaban de manera ilegal los lugares de estacionamiento cerca del estadio en días de partido y exigían intereses que iban del 400% hasta el 800% sobre algunos préstamos que facilitaban de manera ilegal a empresarios de la zona norte de Italia cercana a Milán, a quienes luego amenazaban para obtener el pago.