La novela entre Mariano Werner y Rody Agut continúa. Durante la carrera de Buenos Aires, que marcó el cierre de la Etapa Regular del Turismo Carretera, resurgió el rumor de que el piloto entrerriano había competido bajo la atención de otro preparador. Esta especulación surgió debido a la ausencia del motorista en el box, tras un problema con el multiválvulas, en un contexto de múltiples abandonos y problemas mecánicos que pusieron en peligro la clasificación del tricampeón a la Copa de Oro. En las últimas horas, ambos protagonistas se pronunciaron, confirmando que siguen trabajando juntos como en años anteriores.
El sábado, tras una clasificación en la que el piloto del Werner Competición finalizó sexto, a 0s574 del poleman, el equipo tuvo que retirar el motor del Ford Mustang por una pérdida de aceite. En ese momento, no estaba Agut presente, sino Guillermo “Mosquito” Pianca revisando el impulsor, lo que alimentó las dudas sobre quién estaba a cargo del multiválvulas. Sin embargo, Werner se encargó de aclarar la situación.
“¿Con la atención en los motores de quién viniste?”, le preguntó SoloTC a Werner una vez que logró la agónica clasificación a la Copa. “De Rody, siempre con motores de él. Por supuesto que en algún momento hemos trabajado junto a otros especialistas para solucionar la falla (en las bujías). Sé que el problema no proviene de los motores y trabajaremos para tratar de resolver esta situación”, respondió el paranaense.
Agut no había asistido a las últimas carreras de TC, pero el sábado se lo vio en la calle trasera de boxes. Allí conversó con SoloTC: “La relación con Mariano está bien, pero si no hay resultados, se complica. Esto es competición, y cuando las cosas no salen como se espera, se pone difícil. Sin embargo, debemos intentar revertirlo. Para esta carrera, vinimos con el motor de siempre, pero se probó otra marca de bujías”, dijo.
Además, Werner viajó a Buenos Aires para reunirse con Agut en su taller con el objetivo de analizar cómo enfrentarán la exigente Copa de Oro. El entrerriano es consciente de que en esta instancia no hay margen de error y valora la capacidad de su preparador, reconociendo el valor añadido que significa contar con uno de los mejores trabajando de manera exclusiva para su equipo. ¿Cómo continuará esta historia?
