La selección española comienza una nueva fase de clasificación para el Mundial 2026 con un desafío tanto histórico como geográfico: su primer partido oficial en territorio búlgaro, un lugar desconocido para el equipo nacional desde que comenzó su trayectoria internacional hace más de un siglo. Desde agosto de 1920, cuando empezó el fútbol de selecciones en España, no se había jugado ni un amistoso ni un partido oficial de La Roja en Bulgaria. Ahora, al inicio del proceso de clasificación para la próxima Copa del Mundo, la capital búlgara, Sofía, se convierte en el escenario de este estreno especial, donde La Roja buscará dejar su huella con una victoria.
España forma parte de un grupo donde también compite con Bulgaria, Turquía —su próximo rival el domingo— y Georgia. Según el formato de la UEFA, solo el primer clasificado obtendrá el billete al sorteo del Mundial del 5 de diciembre en Washington, asegurando la clasificación directa, mientras que los demás deberán enfrentar etapas posteriores. El encuentro en Sofía tiene un carácter simbólico, aumentando a 49 el número de países europeos donde ha competido la selección, dejando solo a Andorra, Moldavia, Montenegro y Gibraltar —este último por motivos políticos que impiden que se jueguen partidos oficiales allí—.
Por otra parte, España emprende este camino hacia el Mundial con un aire de éxito, tras ser campeones de la Nations League, lo que les asegura un pase a la repesca, sin importar el resultado en esta fase de grupos, y también campeones de Europa. Este privilegio, compartido con potencias como Francia, Portugal y Alemania, coloca al equipo dirigido por Luis de la Fuente en una posición fuerte, aunque no reduce la presión por mantener la competitividad y extender una racha de casi medio siglo sin ausencias en Copas del Mundo.

Los números también respaldan a los españoles. La selección nacional no se ha perdido una fase final del torneo más importante del fútbol internacional desde 1974, cuando Alemania Occidental organizó el evento y comenzó así una presencia ininterrumpida de España en la élite global. Estas estadísticas solo pueden ser superadas por Brasil —presente en todas las ediciones—, Alemania —que solo faltó en 1950 por sanción— y Argentina, que se perdió únicamente el Mundial de México 1970. Por lo tanto, el partido en Bulgaria trasciende las cifras, simbolizando también la constancia española en el ámbito internacional.
Históricamente, los encuentros contra Bulgaria han sido pocos, y la mayoría se han disputado en terreno neutral o español. España ganó claramente en el Mundial de Francia 1998 (6-1), empató 1-1 en la Eurocopa de Inglaterra 1996 y ha jugado tres amistosos en casa. A pesar de esta cercanía en el calendario de grandes torneos, la visita oficial a Bulgaria nunca se había concretado en más de 100 años de historia. En contraste, Bulgaria jugó su primer partido en mayo de 1924 contra Austria, posicionándose como una de las selecciones europeas con mayor tradición, al menos en el ámbito regional.
De cara a este encuentro, la selección dirigida por Luis de la Fuente, que ya cuenta con títulos continentales y la reciente Nations League, enfrenta su primer partido de clasificación mundialista bajo su mando. El principal reto del entrenador nacional es trasladar la solidez y el carácter competitivo demostrados en Europa a la escena mundialista. España mantiene una sólida tendencia en las fases de clasificación, con solo una derrota en los últimos 71 encuentros preliminares mundialistas. Esa única caída, contra Suecia hace cuatro años, sirvió como recordatorio de la importancia de la regularidad, pero no impidió la clasificación directa en la última jornada gracias a otra victoria contundente sobre los suecos en Sevilla.
Con la Eurocopa y la Nations League cumplidas, Luis de la Fuente tiene en su mirador el Mundial. “Nuestra responsabilidad es ganar todo, queremos ganar todo”, declaró el entrenador en rueda de prensa, y eso es precisamente lo que buscan: conquistar todo. El Mundial representaría la cúspide de la trayectoria del riojano al frente del equipo nacional, y el primer paso hacia la Copa del Mundo pasa por Bulgaria, un territorio inexplorado para la selección.