8 de septiembre de 2025 16:08

Crisis en Palmeiras: a días del duelo con River, Abel Ferreira en la mira tras su polémica actitud y el cruce con la presidenta.

El Verdao y el Millonario se verán las caras en cuartos de final y Abel Ferreira está en el foco de las críticas

La incertidumbre rodea el futuro de Abel Ferreira en Palmeiras, a escasos días del enfrentamiento contra River Plate en los cuartos de final de la Copa Libertadores. El entrenador portugués, quien ya conquistó el máximo torneo continental en 2020 y 2021, está atravesando un momento complicado en el club paulista, con cuestionamientos internos y externos que van más allá de los resultados deportivos.

A pesar de que Palmeiras cerró la fase de grupos de la actual Copa Libertadores con una campaña impecable —18 goles a favor en seis partidos y solo cuatro en contra—, el ambiente en torno al equipo dista mucho de ser el ideal. Mientras que River necesitó de una actuación sobresaliente de Franco Armani y definición por penales para avanzar, el conjunto brasileño goleó 4-0 a Universitario en Lima, asegurando su clasificación con comodidad. Sin embargo, el rendimiento colectivo y las decisiones recientes de su entrenador han generado descontento entre los hinchas.

El viaje de Abel Ferreira a Portugal para atender asuntos personales, en plena fecha FIFA y a poco más de una semana del cruce con el equipo argentino, ha intensificado las críticas. El club aún no ha comunicado oficialmente la fecha de regreso del técnico a San Pablo, aunque se especula que podría reincorporarse este martes. Durante su ausencia, el equipo se entrena sin su conductor principal, lo que ha desatado una oleada de comentarios negativos en las redes sociales oficiales de la institución.

Abel Ferreira viajó a Portugal

Las críticas no se limitan a la reciente ausencia de Ferreira. El funcionamiento del equipo, a pesar de la considerable inversión en refuerzos, no logra convencer a la hinchada, que ya había mostrado su descontento tras la eliminación en la Copa de Brasil frente a Corinthians. En este contexto, el empate sin brillo ante el mismo rival en el Brasileirao profundizó el escepticismo sobre el futuro del proyecto deportivo.

El contrato de Abel con el Verdao finaliza en diciembre de este año. Aunque la dirigencia tiene la intención de extender el vínculo hasta 2027, el entrenador aún no ha dado una respuesta definitiva. Mientras tanto, han surgido rumores de interés por parte de clubes en Asia y Europa, y desde Brasil se menciona a Artur Jorge como posible reemplazante si el portugués decide marcharse.

En medio de las especulaciones, el representante de Ferreira, Hugo Cajuda, fue contundente en declaraciones a ESPN Brasil: “Quien quiera que venga, no va a salir en medio de la temporada”. Esta afirmación refuerza la idea de que el técnico estará presente en el banco de suplentes para el duelo ante el Millonario, donde se reencontrará con Marcelo Gallardo, entrenador a quien ha expresado públicamente su admiración.

A pesar de la confirmación de su presencia en el próximo compromiso, la continuidad de Abel Ferreira en Palmeiras sigue siendo incierta, y dentro del club nadie se atreve a anticipar cómo ni cuándo se resolverá su situación contractual.

Leila Pereira, presidenta del Palmeiras,

En los últimos días, se ha hecho evidente que persisten tensiones entre el estratega portugués y la presidenta del Verdao, Leila Pereira, debido a la gestión del plantel. El conflicto surgió tras un empate ante Corinthians, donde el entrenador expresó su desazón por la escasez de delanteros en el banco de suplentes, lo que provocó un inmediato descontento en la dirigencia del club.

La presidenta recordó que había autorizado una inversión superior a USD100 millones en refuerzos, cifra que incluyó incorporaciones como Facundo Torres, Martínez Toranza, Paulinho y Vitor Roque, entre otros. Esta decisión, según medios locales, se adoptó a pedido expreso de Ferreira, quien posteriormente modificó su esquema táctico al cierre del mercado de pases, lo que dificultó la llegada de un nuevo atacante.

La situación se complicó aún más con la reciente venta de Estevao al Chelsea, una operación que, aunque debilitó la ofensiva del equipo, ya había sido planificada y contaba con la aprobación del propio entrenador. Este movimiento, junto con los cambios de estrategia y la falta de alternativas ofensivas en el banco, ha profundizado la crisis interna en el club paulista.