El domingo 13 de julio, el nombre Ivan Ivanov se hizo eco en el mundo del tenis junior y en el de más alto nivel. El búlgaro se proclamó campeón de Wimbledon en la categoría junior con apenas 16 años. Ahora, ha logrado otro hito al coronarse en el US Open. Este joven tenista lidera su categoría y empieza a hacer ruido en la ATP. Sin embargo, es consciente de que debe avanzar con cautela, y es aquí donde entra Rafa Nadal, dado que Ivanov se entrena en la academia del manacorí.
Ivanov comenzó a jugar al tenis a los cinco años. Su padre le mostró algunos partidos en la tele y el interés por el deporte de raqueta creció, como contó en una entrevista con el diario AS. Desde entonces, se dedicó a practicar y su familia notó su potencial. Su progreso fue vertiginoso, hasta que en 2020 recibió una invitación para un periodo de prueba en la Rafa Nadal Academy. Pasó la prueba y dejó a todos impresionados, lo que le aseguró un contrato. Desde entonces, han pasado cuatro años y el búlgaro comienza a cosechar los frutos de su dedicación en Mallorca: Wimbledon y US Open.
A pesar de lo que esto representa para su carrera, fue un camino complicado. Para Ivanov, alejarse de sus padres a tan corta edad fue difícil, aunque su familia lo visita a menudo, entre dos y tres semanas al mes, lo que suaviza la distancia. Allí encontró su inspiración en Rafa Nadal. “Me inspira de muchas maneras. Es el mejor ejemplo: su adaptación al césped, su estilo de juego, su tenacidad. Todo en él es admirable. Es el camino a seguir para mí”, expresó el búlgaro. Tras su triunfo en EE.UU., Nadal le envió un mensaje de felicitación a través de sus redes sociales.
Ivan Ivanov ha ganado los títulos juveniles de Wimbledon y el US Open en el mismo año. Esta hazaña solo la han logrado nueve jugadores en la historia del circuito junior y cobra mayor relevancia considerando la nacionalidad del joven, originario de Bulgaria, un país con escasa tradición en este deporte. Uno de los pocos referentes del tenis búlgaro es Grigor Dimitrov, quien hace más de una década logró el mismo doblete en las categorías juveniles, forjando un camino que hoy sirve de inspiración a nuevos atletas.
Dimitrov, ahora de 34 años, ha sido el principal embajador del tenis en su país. Su carrera profesional ha motivado a generaciones enteras, especialmente en una nación con poco historial en el circuito internacional. Ahora que el veterano se encuentra en la etapa final de su carrera, afectado por diversas lesiones, la atención de los aficionados se centra en Ivanov, quien es visto por muchos como la gran esperanza del tenis búlgaro en los años venideros.
La influencia de tener a alguien como Dimitrov en el deporte nacional trasciende los logros deportivos. Para jóvenes jugadores como Ivanov, contar con un modelo a seguir influye en lo que consideran posible en el país. Ivanov ha manifestado su respeto por Dimitrov y reconoce la importancia de seguir los pasos de alguien que ha logrado posicionarse entre los mejores, algo poco habitual en países con una población semejante a la de Bulgaria. Aunque no han tenido entrenamientos juntos ni se han encontrado personalmente, Ivanov asegura que la trayectoria y el ejemplo de Dimitrov ofrecen inspiración y lecciones valiosas.
La irrupción de Ivanov en los torneos juveniles de renombre coincide con la búsqueda de nuevos ídolos en el ámbito nacional. Su reciente éxito renueva el interés por el tenis en Bulgaria y genera optimismo hacia el futuro, demostrando que la influencia de quienes abren caminos puede ser crucial para que surjan nuevas figuras competitivas a nivel internacional.
