La incorporación de la herramienta de “auto fantasma” en las transmisiones de Fórmula 1 ha cambiado la forma en que se ven los márgenes mínimos que separan a los pilotos en la clasificación de la temporada 2025. Gracias a esta innovación, los aficionados pueden ver con claridad cómo diferencias de apenas milésimas de segundo pueden definir el resultado de una sesión, como sucedió en el Gran Premio de Países Bajos, donde la distancia entre el primer y segundo puesto fue de 12 milésimas de segundo entre los pilotos de McLaren, Oscar Piastri y Lando Norris.
La herramienta, creada por la Formula One Management (FOM), permite superponer los recorridos de dos monoplazas diferentes en las repeticiones utilizando datos de GPS y cronometraje avanzado. Esto permite visualizar claramente dónde un piloto pierde tiempo en comparación con otro, qué trazada es más eficiente en cada curva y el impacto real de la velocidad en las rectas. Esta capacidad de análisis visual es especialmente relevante en una temporada marcada por la mayor igualdad en la parrilla de la historia reciente, donde hasta cuatro coches pueden estar separados por solo unas milésimas en la clasificación.
Dean Locke, jefe de retransmisiones de F1, comentó a Motorsport que representar visualmente diferencias tan pequeñas constituye un desafío técnico considerable: “En la clasificación hay milésimas de segundo que separan a cuatro coches, y poder representarlo de manera visual y gráfica es increíblemente difícil”. Además, enfatizó que el propósito de la herramienta es ayudar a los aficionados a comprender la importancia de ciertas vueltas, como las poles que Charles Leclerc le arrebató a McLaren en Hungría o las destacadas actuaciones de Max Verstappen.
Aunque la F1 ya había experimentado con la idea de coche fantasma en el pasado, la dificultad estaba en lograr la precisión necesaria y en entregar el producto a tiempo, ya que el interés por la clasificación disminuye rápidamente cuando se acerca la carrera del domingo. Locke explicó a Motorsport que “siempre ha sido muy complicado hacerlo rápido después de la clasificación para toda la vuelta”, y que la fiabilidad del GPS, sobre todo en la posición lateral del coche, representaba un gran obstáculo técnico.
La solución se encontró con el desarrollo de una aplicación específica que agiliza el proceso y permite transmitir la información tanto a los socios de difusión como a los aficionados inmediatamente después de la sesión. El procedimiento consiste en etiquetar los datos de GPS sobre el video para luego cruzarlos con las imágenes de las cámaras a bordo y corregir la posición del coche a lo largo de la vuelta. Este trabajo, según Locke, recae en editores expertos que revisan el material con rapidez y precisión, ya que “la clave está en la precisión de los puntos de referencia”.
Se permite una tolerancia del cinco por ciento en las diferencias de encuadre horizontal y vertical de las cámaras, y la pérdida de incluso unos fotogramas puede comprometer la exactitud de la simulación. Locke anticipó que la inteligencia artificial jugará un papel importante en el perfeccionamiento de la aplicación en el futuro.
La función de coche fantasma, que se utiliza comúnmente en F1 TV y en los canales oficiales de redes sociales, ha sido bien recibida por los aficionados y también ha sido valorada positivamente por los periodistas, quienes ahora disponen de una herramienta adicional para analizar las vueltas de clasificación. Locke mencionó que “hubo una reacción muy fuerte antes del lanzamiento” y que se discutió previamente con las cadenas asociadas la mejor forma de presentar la herramienta. También subrayó que la utilidad de la función no se limita a comparar los dos primeros puestos, sino que también permite analizar diferencias entre posiciones como la P1 y la P4, lo cual es relevante desde el punto de vista editorial.
Según Locke, muchas cadenas han adoptado la herramienta y están satisfechas con su funcionamiento. Agregó que la opción de recrear la comparación desde una vista superior, que en ocasiones es más efectiva que la perspectiva a bordo, fue un avance que no esperaban conseguir tan pronto.