Durante décadas, el nombre de Charles Thomas estuvo envuelto en el misterio dentro del básquet español. Considerado muerto tras su desaparición en los años 70, su historia ha emergido nuevamente gracias al largometraje documental Temps Mort (Tiempo muerto), dirigido por Félix Colomer, el cual revela cómo el exjugador vivió durante años en el anonimato en Texas.
La investigación realizada por Cinemanía permitió reconstruir la trayectoria de este deportista, cuya vida transcurrió entre el estrellato, la caída y una inesperada reaparición.
Impacto en la Liga española y vida de lujo en Cataluña
La desaparición de Thomas, quien brilló en la Liga española y fue declarado muerto durante décadas, captó la atención de aficionados y expertos. Según detalla Cinemanía, el ala-pívot estadounidense arribó a España en 1968, tras su paso por la Universidad Estatal de California, siendo fichado por el Sant Josep de Badalona.
Su impacto fue inmediato: durante dos temporadas consecutivas, lideró la tabla de anotadores y se ganó el respeto de rivales y compañeros. Norman Carmichael, legendario pívot del Barcelona, recordó: “La primera vez que jugué contra él me impresionó su fuerza. Porque yo soy muy fuerte, pero él lo era incluso más. Tenía un torso extraordinariamente robusto. Era rápido, buen driblador y elegante”.
Establecido en Cataluña junto a su esposa, Lynda Bradshaw, exatleta universitaria, Thomas disfrutó de una vida acomodada. La pareja, que tuvo dos hijos —el segundo nacido en España—, se movía en círculos exclusivos y frecuentaba a personalidades como Salvador Dalí y Johnny Wooden.
Lynda Bradshaw comentaba al Oakland Tribune, citado por Cinemanía, que “teníamos un departamento en la montaña, otro en la ciudad y otro en la Costa Brava. Aprendí sobre el caviar y los placeres epicúreos de la vida. Tenía una criada, tres coches y podíamos ir donde nos diera la gana. Nos vestíamos como en los años veinte y salíamos por la noche. Todos nuestros amigos eran millonarios. Conocimos a Salvador Dalí. Johnny Wooden nos visitó cuando vino a España. Los Harlem Globetrotters se quedaron en mi casa y lo dejaron todo hecho un desastre”.
El inicio del declive
La fortuna de Thomas cambió drásticamente en noviembre de 1974. Mientras jugaba para el Barcelona, sufrió una grave lesión en el tendón rotuliano durante un partido contra el Real Madrid. La operación y la lenta recuperación minaron su ánimo y, según el testimonio registrado por Cinemanía, el jugador se sumió en una profunda depresión.
Su declive personal se agravó con el consumo de alcohol y drogas, lo que deterioró su relación con Bradshaw. Finalmente, ella regresó a Estados Unidos con sus hijos, una separación que, según Mat Thomas, hijo de la pareja, nunca fue explicada abiertamente: “Mi madre y mi padre no nos mostraban que tuviesen problemas. Ella nunca nos dijo por qué se separaron”.
Después de la ruptura, el entrenador del equipo cedió a Thomas al Manresa con la esperanza de que recuperara su forma, pero el jugador perdió la motivación. Un compañero de equipo señaló que “no pudo soportar estar en un equipo inferior”.
En el otoño de 1975, con solo 29 años, disputó su último partido profesional y desapareció sin dejar rastro. Mat Thomas relató que su padre intentó recuperar a sus hijos en Estados Unidos, pero el abuelo materno se lo impidió. “Nosotros lo queríamos y él nos quería, pero no sé qué ocurrió”, explicó.
Rumores, desaparición y reaparición

A partir de ese momento, la pista de Thomas se desvaneció. Se supo que pasó un tiempo en México, donde vivió en la calle, y en los años 80 comenzaron a circular rumores sobre su muerte. Algunas versiones hablaban de un asesinato a navajazos, otras de un tiroteo vinculado a drogas en Nueva York. Ninguna de estas historias resultó cierta.
La realidad, como documenta Cinemanía, era muy diferente. Thomas llevaba años residenciado en un geriátrico en Amarillo, Texas. El cineasta Fèlix Colomer, junto al periodista y coguionista Carlos Jiménez, descubrió su paradero durante la investigación para el documental Temps Mort. El proyecto surgió de un artículo de Jiménez sobre la misteriosa desaparición del exjugador, en el que se sugería que Thomas había fallecido.
El reencuentro con su pasado se produjo gracias a dos enfermeras, Tari Cannon y Teresa Hall Block, quienes, tras escuchar las historias de Thomas sobre su etapa como estrella del básquet europeo, decidieron investigar.
Luego de consultar información en Internet, hallaron un extenso artículo en Solobasket.com que les permitió confirmar la identidad de su paciente y contactar con Norman Carmichael, antiguo compañero y amigo de Thomas en el Barcelona.

A principios de 2021, Thomas manifestó su deseo de comunicarse con Carmichael. La llamada, gestionada por las enfermeras, sorprendió al exjugador, quien inicialmente pensó que se trataba de una broma. “Lo siento. Debe ser una broma. Charles murió hace años”, respondió Carmichael, aunque accedió a realizar una videollamada para despejar dudas.
Durante la conversación, la cantidad de detalles y recuerdos compartidos por Thomas disiparon cualquier sospecha: solo alguien que realmente hubiera vivido aquellos años podía conocer tanto.
Así, la historia de Charles Thomas, hoy de 79 años, marcada por el éxito, la desaparición y el reencuentro, suma un nuevo capítulo en la gran pantalla, mientras quienes compartieron su vida y su carrera confirman que, tras el mito, siempre estuvo el hombre real.