Piqué genera controversia en el partido del Andorra y critica a los árbitros por actitud intimidatoria hacia el asistente

El partido de Segunda División entre Andorra FC y Mirandés terminó 1-1, pero el desenlace estuvo ensombrecido por los incidentes ocurridos al final y durante el encuentro, en gran medida protagonizados por Gerard Piqué y algunos miembros del club andorrano. La actuación del árbitro Alonso de Ena Wolf y sus asistentes fue punto de tensión, según anotó el propio árbitro en su informe oficial.

El acta arbitral señala momentos de alta tensión al terminar el partido en el túnel de vestuarios. Wolf documentó que, tras el pitido final, Gerard Piqué se dirigió de manera directa y en tono elevado al asistente número 1, Jaime Nogues Llorens. “Una vez finalizado el encuentro, y estando en el túnel de vestuarios, se dirigió a mi asistente nº 1 D. Jaime Nogues Llorens a viva voz y de forma agresiva, con los siguientes términos: ‘Sois unos sinvergüenzas’”, se puede leer en el informe oficial del árbitro. La actitud hacia el cuerpo arbitral, con el exfutbolista del FC Barcelona acercándose hasta quedar a corta distancia del asistente, generó un ambiente tenso.

El acta también menciona el clima vivido y añade que otro miembro del Andorra intervino: Carles Manso Rubio, parte del staff, insultó de manera reiterada al mismo asistente, diciéndole: “Hijo de puta, hijo de puta”, según consignó De Ena Wolf en su informe arbitral. Esta conducta contribuyó a aumentar el conflicto en una zona donde la presencia policial fue necesaria para evitar situaciones más graves.

El exjugador del FC Barcelona

Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando Jaume Nogues Llorens y Gerard Piqué se acercaron al árbitro principal para expresar sus objeciones al arbitraje: “En ese instante, D. Jaume Nogues Llorens y D. Gerard Piqué Bernabéu se aproximaron hacia mí, formulando quejas arbitrales en tono amenazante. Específicamente, D. Jaume Nogues Llorens dijo: ‘Menuda vergüenza, no tenéis vergüenza’, a viva voz, debiendo ser nuevamente apartado por la Policía.” Así lo detalla el árbitro en el documento oficial. La repetición de protestas y la necesidad de la intervención policial subrayan la seriedad de la situación en los pasillos del estadio una vez finalizado el partido.

Los conflictos, sin embargo, no iniciaron en los vestuarios, ya que durante el partido también se dieron numerosas protestas desde el banquillo del Andorra FC y entre los miembros de su delegación. De Ena Wolf indicó en su acta que “en el minuto 69 el entrenador Daniel Ortiz López fue amonestado por desaprobar de manera continua una de mis decisiones”. Esta tarjeta amarilla evidencia el descontento constante a lo largo de distintos momentos del juego, donde las quejas al equipo arbitral fueron frecuentes.

La copa Davis y su caída en picado tras la salida de Gerard Piqué.

En el final del partido, otro incidente aumentó la serie de altercados. Como registró el árbitro, “en el minuto 90+1, el encargado de material del FC Andorra, Daniel Soriano Carreño, fue expulsado por levantarse de su banquillo adicional y protestarme a viva voz una de mis decisiones”. Este último hecho resaltó el nivel de tensión acumulado durante la tarde y la dificultad de gestión para los directores de partido.

La acumulación de estos incidentes será revisada pronto por las autoridades disciplinarias correspondientes, quienes deberán decidir si hay sanciones para Piqué y otros miembros del club andorrano. La gravedad de los insultos y la acumulación de incidentes ya han llamado la atención de la liga y la federación, que buscarán establecer precedentes para asegurar el respeto hacia el estamento arbitral en el fútbol profesional. La situación coloca al Andorra FC y a su principal directivo en el centro de una polémica que va más allá del resultado deportivo y reabre el debate sobre los límites de la protesta en el deporte profesional.