¿Qué se viene para River ahora?

El impacto de la eliminación frente a Palmeiras dejó a River nuevamente atrapado en esa dinámica de Juego de la Oca, sintiendo que otra caída lo devuelve al primer casillero. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en el Mundial de Clubes, ya no cuenta con un objetivo de la misma magnitud para buscar una compensación.

Es probable que cualquier logro o título que River alcance hasta diciembre se disfrute con un tono menos de alegría. Que no tenga el mismo sabor. Esto se debe a que el verdadero objetivo era la Libertadores, y es indiscutible que el sorteo lo enfrentó con uno de los favoritos en cuartos, así como que este tropiezo podría haberse evitado si Franco Armani no se convertía en figura ante Libertad.

De esta forma, el futuro queda por delante. Duro e indescifrable. Y demasiado cercano: este grupo, formado por una base de jugadores históricos cuyo destino se definirá en el balance de fin de año, y por nuevos nombres que recién están en proceso de adaptación, no contarán con mucho tiempo para procesar el duelo.

Porque el domingo (o sea, ahora) recibirá a Riestra, una de las revelaciones de la zona, en un Monumental que marcará el termómetro. En ese ambiente tenso, River deberá dar respuesta. Es momento de reiniciarse a la velocidad de la luz, tal como lo exige el calendario.

Una final por delante casi del mismo calibre

Las necesidades inmediatas a nivel deportivo no le brindan a Gallardo ni a sus jugadores la posibilidad de asimilar lo sucedido en San Pablo. Ganar es imperativo no solo para recuperar la confianza: también está en juego la clasificación a la Libertadores 2026, además del campeonato y la Copa Argentina, donde les espera un Racing decidido y pleno de confianza.

Un rival que, en la cancha, buscará tomar revancha por el tema Salas, eliminando al equipo que se lo arrebató a través de cláusula. Un desafío al que River deberá llegar restaurado mentalmente. Lo que será, a simple vista, bastante complicado con solo una semana por delante.

Cualquiera sea el desenlace, sin embargo, todo se medirá a través del prisma de esta caída. Si se logra algún título, este será un consuelo incomparable con lo que habría representado la Copa Libertadores. En caso de perder, las pérdidas se incrementarán por la acumulación de decepciones con Palmeiras, Talleres, Platense, etcétera.

Gallardo mira cómo está Enzo Pérez.
Foto: Tesone.Gallardo mira cómo está Enzo Pérez.
Foto: Tesone.

Lo que no podrá faltar en el análisis

No obstante, independientemente de lo que ocurra, River no podrá prescindir de un análisis introspectivo. Es necesario evaluar si la reoxigenación que el Muñeco había trazado como objetivo está completa, con futbolistas experimentados (Enzo, Nacho, Casco) que deben definir su futuro más allá de las Fiestas. Es fundamental realizar un balance profundo para determinar si las estrategias de mercado han sido efectivas.

Por lo pronto, los resultados refuerzan que un equipo en el que se invirtieron decenas de millones de dólares no ganó ningún partido en los eliminatorios de la Copa, perdió la final de la Supercopa ante Talleres, y fue eliminado por Platense en el Monumental (las dos veces, por penales), además de que en la Copa Argentina apenas logró vencer a un equipo inferior como Ciudad de Bolívar.

Y aquí está River. Preso de su realidad. Necesitado de salir de este pantano de emociones incómodas. Para lanzar los dados y avanzar a nuevos casilleros, esperando ya no tener que mirar atrás.