Un Julián aquí, otro allá. Comienza su actuación centrado en el ataque, pero en ocasiones se desplaza hacia las bandas. También retrocede hasta la mitad de la cancha y juega de espaldas. Además, crea espacios para sus compañeros a través de movimientos sin balón. Al ritmo de Julián Álvarez se mueve el Atlético de Madrid, que si bien no tuvo un inicio ideal, ahora suena como una orquesta.
El encuentro de hoy no podía ser subestimado. El Eintracht Frankfurt es el segundo equipo más goleador de la Bundesliga (17 tantos en cinco partidos), solo superado por el Bayern Munich, y venía de derrotar al Galatasaray de Mauro Icardi por 5-1 en su debut en la Champions League. Sin embargo, cuidado, porque también han recibido 13 goles en el ámbito local. Y el Atlético, guiado por la Araña, expuso esa debilidad.
Por supuesto, porque fue gracias al ritmo impuesto por el ex River que el Colchonero logró fluir. Mostró vértigo, pero también pausa. Dinámica y paciencia. El 95% de los pases del cordobés fueron certeros (19/20) en el primer tiempo, y con solo dos duelos disputados, le bastó para desbordar en la última jugada previa al descanso, asistiendo a Antoine Griezmann y poniendo el 3-0.
Antes también había sido clave: arrastró marcas en el 1-0 tras el pase atrás de Giuliano Simeone y el posterior remate de Giacomo Raspadori, y ejecutó el córner que derivó en el 2-0 de Robin Le Normand, a los tres y 33 minutos respectivamente, para cerrar una gran primera mitad del equipo de Diego Simeone, quien no estuvo en primera fila. El Cholo observó desde un palco debido a la suspensión de un partido ante Liverpool por un incidente con un hincha. En el banco del Atlético estuvo Nelson Vivas, su asistente.
Y aunque al comenzar el segundo tiempo hubo una leve reacción del Frankfurt, que descontó a los 56′ tras una desatención del Colchonero, la Araña se volvió a conectar y no mostró piedad. Un córner ejecutado a la perfección permitió que Giuliano conectara el pase, y su compatriota definió al primer palo. 4-1 en lo que ya era una paliza.
Diez minutos después (previo a esto, se anuló un gol a Griezmann tras una asistencia sublime del hijo del Cholo), Julián volvió a picar, y esta vez de manera literal: generó un penal y lo convirtió a lo Panenka. El Wanda Metropolitano fue el escenario de una obra maestra del nacido en Calchín, quien al final del encuentro recibió una ovación de pie por parte de los asistentes.
Nicolás González y Nahuel Molina, que comenzaron en el banco, también sumaron minutos, en lo que fue una noche madrileña con fuerte presencia argentina. Ya son tres victorias consecutivas para el Atlético de Madrid, que se enfrentará al Arsenal en Londres en la próxima jornada de Champions.
El resumen del partido
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