El tenis argentino ha concluido una temporada histórica con siete torneos ATP Challengers realizados en el país. Esto se ha convertido en un auténtico trampolín para los deportistas locales, dándoles la posibilidad de mejorar su ranking, disminuir gastos de viaje, contar con el respaldo de sus equipos completos y la oportunidad de brillar ante su público.
La importancia de esta competición regional radica en la considerable disminución de la carga económica y logística. La segunda categoría del Tour es un paso esencial para acceder al prestigioso Top 100. Al competir en su país, los tenistas no solo evitan trayectos largos, sino que también logran que los cuadros de clasificación y principal se llenen de jugadores argentinos.
Con un notable apoyo de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), se estableció un calendario de cinco ATP Challengers del Circuito Santander que se llevaron a cabo en localidades como Tigre, Córdoba, Tucumán, Santa Fe y Villa María. También, la empresa Torneos organizó los certámenes de Rosario y Buenos Aires.
En total, el Circuito de Challengers contó con la participación de sesenta jugadores argentinos. El impacto de estos torneos se reflejó directamente en el ranking ATP Tour, sumando 1.016 puntos que la Legión Argentina logró en las siete ediciones.
Tres ejemplos ilustran claramente el éxito de competir a nivel local para potenciar la carrera. Alex Barrena fue el jugador que más beneficios obtuvo de la serie, acumulando 143 puntos en los torneos nacionales. Su actuación más destacada fue al consagrarse campeón del AAT Challenger de Tucumán, un logro que resalta la relevancia del circuito nacional. El gran rendimiento de Barrena en el Circuito Santander fue crucial para afianzar su posición en el Top 170 del ranking mundial.
Camilo Ugo Carabelli consiguió 125 puntos en su única participación a principios de año, tras consagrarse campeón del YPF Rosario Challenger. Esta victoria fue un punto clave en el circuito: no solo le permitió encaminarse hacia lo que sería su mejor posición histórica en el ranking, el puesto N° 43, sino que también fue un gran impulso anímico que lo llevó a cuatro semifinales posteriores en el circuito ATP Tour y a participar en los cuatro Grand Slam de la temporada.
Román Burruchaga cerró la temporada triunfando en el YPF Buenos Aires Challenger, el segundo título de su corta carrera profesional, tras haber ganado el anterior en Piracicaba 2025, y el primero en su país.
La realización de torneos internacionales como los Challengers no solo contribuye al deporte, sino que se transforma en un motor clave para las economías de las provincias que los acogen. Durante la semana del AAT Challenger Santander edición Tucumán, la capitana de la Selección Argentina de Billie Jean King Cup, Mercedes Paz, señaló que el impacto trasciende lo deportivo.
“Estos certámenes generan un movimiento económico integral que se traduce en mayor ocupación hotelera, un aumento en el consumo de restaurantes y un uso intensivo de servicios de transporte como taxis o aplicaciones. Además, la presencia de entrenadores, familiares y acompañantes de los jugadores, que permanecen varios días en la ciudad, promueve gastos adicionales en alquileres temporarios y otros servicios”, explicó la extenista.
Paz, defensora de la realización de torneos en su Tucumán natal, enfatiza que este tipo de eventos permite exponer el potencial de cada provincia al mundo y fomenta el trabajo conjunto entre el sector público y privado para asegurar una organización de calidad, con altos estándares logísticos.
Participar en el circuito profesional fuera del Top 100 es una tarea casi imposible para muchos. Viajar a distintos lugares del mundo implica un gran costo, y más aún si se hace con un equipo completo. La organización de torneos en Argentina ayuda a revertir esta situación durante algunas semanas.
El éxito de la temporada récord de Challengers en Argentina no es mera coincidencia, sino que se trata de la columna vertebral que sustenta la transición entre los niveles iniciales y los más altos del tenis mundial. Los resultados, con sesenta jugadores activos y más de mil puntos ATP recogidos, muestran que invertir en el Circuito Challenger es la apuesta más firme para que el tenis argentino continúe creciendo a nivel global.
