Facundo Díaz Acosta, a pesar del lógico desgaste físico y mental que le dejó la final del Challenger de Antofagasta, donde perdió en un duro partido contra el local Cristian Garín por 2-6, 6-3 y 6-3, compartió cómo vivió su extenso y complicado período alejado del circuito profesional debido a las lesiones.
El tenis puede ser un deporte tan exigente como ingrato, y Díaz Acosta lo vivió en carne propia durante los últimos 19 meses. Luego de tocar el cielo con las manos al ganar el Argentina Open 2024 y alcanzar el puesto 47° del ranking ATP, su carrera se vio frustrada por una lesión en el omóplato derecho que lo mantuvo fuera del circuito durante varios meses.
Después de un entrenamiento físico para arrancar el 2025, se trasladó a Oceanía. En Auckland, llegó a los cuartos de final tras superar la clasificación. En el Abierto de Australia se despidió en la segunda ronda y recibió un merecido reconocimiento del capitán argentino de la Copa Davis, Javier Frana, quien lo convocó para reemplazar al lesionado Francisco Cerúndolo en el triunfo albiceleste ante Noruega, por la primera ronda de los Qualifiers 2025, en Oslo.
No pudo defender el título logrado en el ATP de Buenos Aires en 2024 y fue eliminado en la primera ronda. Una fascitis plantar le causó problemas durante gran parte de este año, lo que resultó en un descenso abrupto en el ranking mundial, cayendo al puesto 265° y viéndose obligado a reiniciar en la segunda categoría del Tour.
Sin embargo, su reciente final en el Challenger de Antofagasta se convirtió en un alivio y un punto de inflexión. Horas después de finalizar su partido del domingo, y con un tono de voz pausado, Díaz Acosta accedió a hablar con Infobae: “Pasaron 19 meses desde mi última final”.
“Significa mucho, sobre todo por todo lo que viví en este último tiempo, mucho tiempo lesionado. En los últimos dos años creo que habré estado siete u ocho meses parado“, reconoció el jugador. A pesar de la derrota ante el chileno Cristian Garín, el regreso a una final fue un premio a su perseverancia. “Es muy lindo, y más allá del resultado y los puntos, intenté disfrutarlo al máximo y recordar todo lo que pasé para dar lo mejor de mí y disfrutarlo al máximo”, explicó.
El jugador de 24 años reconoció que estar fuera del circuito le hizo perder ritmo, pero la semana en Chile lo motivó. “Vengo de un año bastante complicado. Los parones tan largos me costaron, pero ahora en esta semana voy encontrando el ritmo de competencia y el nivel”, explicó.
Esta final es vista por el argentino como “un buen punto de partida para intentar repetir semanas como esta”. Y añadió: “No debo volverme loco con los resultados y recordar esta semana para lo que queda del año, ya que pude encontrar un buen tenis, un buen nivel competitivo.”
El impacto de las lesiones lo llevó a revalorar su presente, más allá de la obsesión por el ranking y la competencia en grandes torneos. “Hoy creo que estoy en un lugar donde he aprendido a disfrutar, valorar, estar sano y competir, los viajes, de recorrer el mundo haciendo lo que amo”, compartió.
La salud se ha convertido en su prioridad. Y agregó: “Mi meta es esa, estar sano, disfrutar, competir, dar lo mejor de mí, estar contento y jugar muchas semanas sin complicaciones físicas; creo que ya es un logro y estoy en esa búsqueda.”
El recuerdo de haberse perdido la cita olímpica en 2024, un deseo especial para cualquier deportista, lo enfrenta ahora con una perspectiva más amplia y serena. “Me perdí los Juegos Olímpicos de París. Hay muchas cosas, creo que bastante más graves que perderse un Juego Olímpico o bajar muchas posiciones en el ranking”, reflexionó.
Con su corta edad, sabe que el tiempo está a su favor: “Tengo toda una carrera por delante. Así como mañana puedo volver a estar donde ya estuve, también puedo volver a jugar un Juego Olímpico. Sigo motivándome y trabajando día a día para volver a eso. Siempre pensando en lo que ya pude hacer, valorando dónde estoy y disfrutando del recorrido.”
De cara al final de la temporada, Díaz Acosta se enfoca en las semanas que le ofrece el circuito en Sudamérica. Al respecto, aseguró: “Quiero jugar la gira, los torneos que me toquen jugar al 100%. Estar sano, ser competitivo, cuidar mucho mi cuerpo, escuchar a mi cuerpo y no obsesionarme con el Top 100 o el ranking.”
Con el énfasis en la consistencia y el bienestar físico, concluyó: “Hoy mi objetivo no está centrado tanto en el ranking, sino en esto: estar lo más competitivo posible, sano, y creo que luego lo demás irá llegando a medida que pueda cumplir con estas dos cosas.
