La herida todavía se encuentra abierta. Esta lesión sigue sin cicatrizar, dejando una marca imborrable y un daño que es irreparable e irreversible. Tanto el club, como los jugadores y los hinchas lo han sentido profundamente. Su impacto fue tan intenso que Independiente se mantiene en una situación de incapacidad para recuperarse. Sin embargo, la dirigencia ha intentado atenuar las polémicas sanciones impuestas.
La nueva audiencia
A más de un mes de conocerse la resolución que resultó en la descalificación de la Copa Sudamericana, la defensa del Rojo participó de una audiencia de apelación para intentar reducir la sanción disciplinaria y económica derivada de la barbarie ocurrida el 20 de agosto en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, durante el partido de vuelta de los octavos de final ante la Universidad de Chile.
Pese a la eliminación del torneo, un hecho irreversible (hoy la U se encuentra en semifinales y se medirá con Lanús), la entidad que regula el fútbol sudamericano impuso una sanción que contempla siete partidos sin público, tanto de local como de visitante, para futuras competiciones. Además, estableció una penalidad económica que incluye el pago de una multa de 250 mil dólares, monto que se descontará de los derechos de televisión y patrocinio.
La estrategia del Rojo
En el fallo dado a conocer el 4 de septiembre, el Tribunal de Disciplina determinó que Independiente había sido el club más afectado, dado que tenía mayor responsabilidad al ser el organizador del evento que culminó en las trágicas escenas de violencia en la tribuna Pavoni alta, donde se encontraba la hinchada visitante.
La apelación se presentó el 19 de septiembre y, este martes, más de dos semanas después de aquel acontecimiento, se llevó a cabo la audiencia entre los abogados de Independiente, Maximiliano Walker y Ariel Reck, y los miembros del Comité de Apelaciones de la Conmebol. Los representantes legales del Rojo solicitaron una reducción de las sanciones, considerándolas excesivas y presentando antecedentes de casos con sanciones más leves.
¿Qué viene ahora? Independiente deberá aguardar el nuevo fallo, evaluar la respuesta de la entidad madre del fútbol sudamericano y, si la insatisfacción persiste, tiene la opción de recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo, lo que podría escalar el conflicto. Además, el equipo se encuentra a ocho puntos de los puestos de clasificación para las copas internacionales, una situación que podría agravar aún más sus dificultades económicas.