La interacción entre política y deporte es constante, y las acciones de uno pueden influir en el otro. Esta conexión se vuelve especialmente clara cuando los protagonistas son superpotencias como Estados Unidos y China. A pesar de las tensiones entre ambos países, comparten una pasión común: la NBA, la liga estadounidense de baloncesto, que regresa al gigante asiático tras seis años de ausencia.
Este regreso se concretará con dos partidos amistosos de pretemporada, programados para el viernes 10 y el domingo 12 de octubre. Estos encuentros enfrentarán a los Phoenix Suns y los Brooklyn Nets en el Venetian Arena de Macao, conocido como “Las Vegas de Asia” por ser la única región donde se permiten todas las actividades relacionadas con las apuestas.
La razón por la que la NBA se fue de China
Se puede afirmar que, aunque el torneo estadounidense decidió no regresar a suelo chino como parte de un bloqueo comercial, el propio gobierno también marginó al evento. El frágil puente geopolítico se rompió cuando Daryl Morey, actual gerente general de los 76ers y entonces en los Rockets, expresó su apoyo a los manifestantes antigubernamentales de Hong Kong en 2019.
China cortó sus lazos con la NBA, llegando incluso a suspender la transmisión de sus partidos, a pesar de que este país representa el mercado más importante fuera de Estados Unidos. Algunos dicen que el tiempo cura todo, pero la situación no solo no mejoró, sino que se agravó: Donald Trump, el presidente norteamericano, declaró que Occidente debe evitar el ascenso de la potencia oriental.
Aun así, la NBA no quiere quedar excluida del mercado con mayor potencial en el mundo y ha decidido perdonar lo ocurrido. El subcomisionado de la liga, Mark Tatum, expresó: “No hay dudas de que China tiene una de las bases de fanáticos más grandes: 300 millones de personas juegan al baloncesto allá. Nuestra misión es inspirar y conectar a las personas en todas partes a través de este deporte”.
Además, la elección de uno de los equipos para esta serie de amistosos no fue casual. Los Nets son propiedad de Joe Tsai, quien también es dueño de Alibaba, el gigante tecnológico chino que anunció una asociación plurianual con la NBA. Los aficionados al baloncesto en China pueden estar tranquilos, ya que el mejor baloncesto del mundo tiene su futuro asegurado en su territorio.