No será un partido más para Fabricio Bustos, y el cordobés lo sabe mejor que nadie. Aunque el rival sea Sarmiento, no haya una instancia definitoria en juego y el plantel de River esté apenas girando la curva hacia el final de la temporada, los 90 minutos que disputará el domingo representarán para el lateral un desafío diferente al del resto.
En un semestre donde a pesar del ciclotímico nivel de Gonzalo Montiel ha tenido mucho menos tiempo en cancha del que habría imaginado, sus actuaciones están precedidas por su participación protagónica en la foto del gol del triunfo del Deportivo Riestra.
La dudosa acción en el área, donde no se decidió a atacar la pelota y, para colmo, dejó que Pedro Ramírez le comiera la espalda, lo colocó en un lugar incómodo, al borde de ser observado con desconfianza por la tribuna. Sin embargo, lo más importante es que esa desconfianza que a veces aparece en su juego no termine apoderándose de él.
Fabricio Bustos en River. EFE.Pendulando entre rendimientos satisfactorios, principalmente por su aporte en ataque, y otros en los que no supo aprovechar la oportunidad de suplantar a Cachete con la firmeza que requería la situación, Bustos ha aparecido de manera irregular en la formación principal. Y sin hacer méritos significativos para adueñarse del puesto.
Poco rodaje…
En este contexto, su desempeño frente a Sarmiento adquiere otra relevancia. No solo porque el cordobés debe evitar a toda costa estar nuevamente en el centro de la escena, sino porque, además, tendrá que aprovechar al máximo las oportunidades si desea seguir sumando chances tras el regreso de Montiel en la docena de partidos que, en el mejor de los escenarios, le quedan a River en la temporada.
El error de Bustos en el gol de Riestra en el Monumental
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