Novak Djokovic compartió el dominio del tenis masculino con Rafael Nadal y Roger Federer durante muchos años. Más allá de alternarse en el primer puesto del ranking ATP y de enfrentarse por los títulos en cada Grand Slam, protagonizaron una etapa del deporte difícil de olvidar. Hoy, el serbio es el único que sigue en actividad y explicó por qué nunca podrá ser amigo de las otras dos leyendas del deporte.
Aunque Nole manifiesta un profundo respeto y gratitud hacia sus históricos rivales, sostiene que la intensidad competitiva que compartieron durante casi dos décadas impidió que surgiera una amistad genuina. “Nadal es solo un año mayor que yo, ambos somos Géminis, al principio incluso fuimos a cenar juntos, dos veces. Pero incluso con él, la amistad es imposible”, explicó en una reciente entrevista al periódico Corriere della Sera, en la que también señaló que la rivalidad en la cima del tenis mundial levantó una barrera insalvable en lo personal.
Djokovic, que a sus 38 años continúa compitiendo en el circuito profesional, detalló que la naturaleza tan feroz de la competencia con Nadal y Federer hizo imposible una relación cercana fuera de las pistas. “Siempre lo he respetado y admirado enormemente. Gracias a él y a Federer, crecí y me convertí en quien soy”, afirmó el serbio, y remarcó que, pese a no haber habido amistad, tampoco existió enemistad entre ellos. Sobre Federer fue más contundente: “Siempre he tenido respeto por Federer, fue uno de los más grandes de todos los tiempos. Tuvo un impacto extraordinario, pero nunca he estado cerca de él”, agregó en declaraciones que publicó el medio italiano.
El respeto mutuo y la influencia entre estos tres tenistas fueron determinantes en la evolución de sus carreras. Djokovic reconoce que tanto Nadal como Federer fueron motores clave en su desarrollo profesional, empujándolo a superarse y a alcanzar el máximo nivel competitivo. Esa admiración se manifestó no solo en palabras sino en cómo cada uno elevó el estándar del tenis mundial, obligando a los demás a reinventarse para mantenerse en la cima.

El historial de enfrentamientos directos entre Federer y Nadal es uno de los capítulos más emblemáticos de la historia del tenis. Entre 2004 y 2019 se midieron en 40 partidos oficiales, con ventaja para el español: 24 victorias frente a 16 del suizo. El primer choque lo ganó Rafa en el Masters 1000 de Miami, mientras que Federer se quedó con el último en la semifinal de Wimbledon 2019. En finales, Nadal también domina el cruce con 14 triunfos contra 10 de Federer. Por superficies, el español manda en arcilla (14-2), el suizo en césped (3-1), y en pistas duras el balance fue más parejo.
La rivalidad entre Federer y Djokovic comprende cerca de 50 partidos oficiales entre 2006 y 2020, con una leve ventaja para el serbio, que registra 27 victorias frente a 23 del suizo. Federer ganó cinco de los primeros seis duelos, pero Djokovic tomó el control en los años siguientes, especialmente entre 2015 y 2020. En finales, Djokovic lidera 13-6, con un dominio claro en los duelos decisivos de Grand Slam. Por superficies, el serbio aventaja en césped (3-1) y en pistas duras al aire libre (14-13), mientras que en arcilla empataron (4-4).
El duelo entre Nadal y Djokovic es el más extenso y equilibrado de todos, con 60 enfrentamientos y una diferencia mínima: 31 victorias para el oriundo de Serbia y 29 para la mejor raqueta de España de todos los tiempos. El español se impuso en seis de los primeros ocho partidos, pero el serbio encadenó varias rachas de triunfos en los años posteriores. En finales, Djokovic también lidera (15-13), aunque Nadal se quedó con la mayoría de los choques en Grand Slam (5 de 9). Por superficies, Nadal domina con claridad en arcilla (20-9), mientras que Djokovic es superior en pistas duras al aire libre (16-5) y en indoor (4-2).
Más allá de los duelos individuales, el legado compartido de Djokovic, Nadal y Federer es incomparable para el tenis. Entre los tres suman 66 títulos de Grand Slam, 104 trofeos de Masters 1000, 13 coronas de las ATP Finals y 18 temporadas cerradas como número uno del mundo. Entre 2004 y 2021, solo Andy Murray y, más recientemente, Carlos Alcaraz consiguieron interrumpir su hegemonía en el ranking ATP. Ese dominio absoluto definió una era irrepetible en el tenis masculino.
Con Federer y Nadal ya retirados y Djokovic todavía en actividad, aunque recientemente eliminado del Masters de Shanghái tras una lesión, el tenis mundial vive una transición generacional. Figuras como Carlos Alcaraz y Jannik Sinner encabezan la nueva guardia, mientras el deporte se despide de una de las rivalidades entre tres glorias más intensas y productivas de la historia.
