Tras una temporada 2023 repleta de expectativas y promesas, McLaren ha convertido a 2024 en el año de la realización. A pesar de quedar fuera de la lucha por el título de pilotos, que fue conquistado por Max Verstappen, el equipo británico logró imponerse en la contienda de constructores ante Red Bull y Ferrari, en un último enfrentamiento lleno de suspenso en el Gran Premio de Abu Dhabi.
Así, McLaren logró su noveno título mundial, 26 años después de su último en 1998 y 50 años después de haber conquistado su primero en 1974. Este nuevo triunfo sitúa al equipo de Woking como el segundo más laureado en la historia de la F1, empatado con Williams, aunque se espera que lo supere en 2025 al alcanzar su décima corona, en una lista donde Ferrari sigue siendo el más exitoso, sumando un total de 16 campeonatos ganados.
Fundado en 1966 por Bruce McLaren, es el segundo equipo más antiguo en actividad, solo por detrás de Ferrari, que debutó en la categoría reina desde la creación del campeonato en 1950. McLaren es, de hecho, el único equipo en haber conseguido la triple corona del automovilismo, con 15 victorias en el Gran Premio de Mónaco, tres triunfos en las 500 Millas de Indianápolis en 1972, 1974 y 1976, y una victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1995.
Campeón en 1974, 1984, 1985, 1988, 1989, 1990, 1991, 1998, 2024 y 2025, McLaren nos brinda la oportunidad de sumergirnos en una de las historias más grandes de la Fórmula 1.
Fundación y primer título
Bruce McLaren en el Gran Premio de Bélgica 1968, primera victoria de McLaren como equipo.
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En 1968, dos años después de su debut en la Fórmula 1, McLaren logró su mejor resultado en clasificación, un segundo puesto obtenido por su fundador, Bruce McLaren, y el entonces campeón mundial, Denny Hulme. Con un monoplaza que contaba, entre otros, con el motor Ford Cosworth, dominante en la época junto a Lotus y Matra, Bruce McLaren consiguió la primera victoria de su equipo en la cuarta carrera de la temporada en Bélgica. Posteriormente, Hulme finalizó tercero en la clasificación, detrás de Graham Hill y Jackie Stewart, quien se coronó por segunda vez en su carrera.
La temporada 1969 no fue tan fructífera como la anterior, y 1970 fue aún más difícil. Mientras McLaren buscaba el sueño americano con la intención de participar en las 500 Millas de Indianápolis, Denny Hulme, quien representaba a la escuadra en el “Brickyard”, sufrió un accidente que lo dejó gravemente quemado en las manos. Pero la tragedia se agravó con la pérdida de su fundador: Bruce McLaren falleció al perder el control de su coche durante pruebas privadas en el circuito de Goodwood, en Inglaterra.
La noticia resultó devastadora para el equipo, que tuvo que esperar hasta 1972 para volver al podio. Dos años después, el equipo incorporó al campeón mundial Emerson Fittipaldi, junto a su compañero fiel, Denny Hulme. El neozelandés logró su única victoria de la temporada en la primera carrera en Argentina, siendo esa también su última carrera, ya que se retiró al final de esa campaña. Los resultados fueron positivos; juntos, sumaron cuatro victorias y cinco podios, permitiendo que Fittipaldi alcanzara su segundo título mundial y le diera a McLaren su primer título de constructores en 1974.
Los años dorados Lauda/Prost/Senna
Alain Prost (McLaren), Niki Lauda (McLaren) y Ayrton Senna (Toleman) en el podio del Gran Premio de Portugal 1984.
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Después de cuatro años en la elite, con dos terceros puestos en el campeonato en 1975 y 1977, y un segundo puesto y un título de pilotos gracias a James Hunt en 1976, McLaren comenzó a declinar. En las cuatro siguientes temporadas, logró un sexto puesto. A comienzos de los 80, McLaren lanzó un nuevo proyecto liderado por uno de los personajes más icónicos de su historia: Ron Dennis. El año 1981 y la llegada del ingeniero John Barnard le dieron un nuevo impulso al equipo. Barnard diseñó un nuevo chasis fabricado completamente en fibra de carbono, un hito en el campeonato. Así empezó la era de los legendarios MP4.
El MP4/1 fue un éxito; el irlandés John Watson, el único de los dos pilotos de McLaren con el nuevo modelo, consiguió varios podios y la primera victoria del equipo desde 1977 en Inglaterra. La temporada siguiente, Ron Dennis convenció a Niki Lauda, campeón del mundo que había dejado las competencias, para regresar a las pistas. El austríaco demostró que aún conservaba su talento al ganar dos carreras en Estados Unidos y Gran Bretaña. Con 69 puntos, McLaren finalizó segundo en el campeonato, justo detrás de Ferrari, que había logrado el título tras dos dramáticos accidentes que afectaron a sus pilotos, siendo uno fatal para Gilles Villeneuve.
En 1983, McLaren tuvo un rendimiento irregular, ya que no pudo competir con los coches de motor turbo de Renault y Ferrari. El equipo británico intentó asociarse con Porsche, pero su nuevo V6 Turbo padeció graves problemas de fiabilidad, culminando la temporada en la quinta posición con una victoria y cuatro podios. Al año siguiente, McLaren se aprovechó de las tensiones entre Alain Prost y Renault para fichar al piloto francés, quien había debutado en F1 con el equipo británico en 1979 y 1980.
1984 marcó el inicio de la gloria para McLaren. El dúo Prost/Lauda lo dominó todo, cosechando 12 victorias en los 16 Grandes Premios del calendario. Niki Lauda obtuvo su tercer título mundial, apenas medio punto por delante de su compañero. McLaren se alzó, lógicamente, con el campeonato de constructores, repitiéndose la hazaña al año siguiente, aunque con Prost llevándose la corona.
Las dos temporadas siguientes fueron dominadas por los Williams de Nelson Piquet y Nigel Mansell, equipados con potentes motores Honda. Sin embargo, en 1986, Prost aprovechó la rivalidad entre sus compañeros para conquistar su segundo título mundial, con solo dos puntos de ventaja sobre Mansell.
En 1988, Ron Dennis consiguió que Honda le suministrara motores. Esta asociación no fue la única exitosa que selló ese año, ya que McLaren también incorporó a un piloto prometedor: Ayrton Senna, quien se unió a Alain Prost. El par, a bordo del nuevo MP4/4, ganó 15 de 16 carreras, asegurando el campeonato a cinco competencias del final, con más de 130 puntos de ventaja sobre su más cercano perseguidor. Este título fue el primero de una serie de cuatro campeonatos consecutivos de constructores que culminaría en 1992.
Años en la sombra antes del resurgir Häkkinen y Coulthard
David Coulthard y Mika Häkkinen en sus McLaren MP4/13 liderando la salida del Gran Premio de Argentina 1998.
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Recientemente asociado a Renault, Williams dominaba nuevamente a comienzos de los 90, llevándose cinco campeonatos entre 1992 y 1997. En 1994, McLaren se separó de Senna. Ahora con un V10 Peugeot, el equipo formado por Martin Brundle y Mika Häkkinen no logró ganar ninguna carrera, sufriendo nuevamente importantes problemas de fiabilidad. La temporada siguiente se tornó aún más complicada, a pesar de la llegada del campeón mundial Nigel Mansell, quien no pudo adaptarse y se marchó tras solo dos Grandes Premios. Häkkinen salvó la situación, pero el equipo no pasó del cuarto puesto en el campeonato, posición que mantuvo en la temporada siguiente.
Tras un inicio de 1997 por detrás de sus rivales, McLaren se recuperó al final del año. Ron Dennis hizo un movimiento decisivo al incorporar al ingeniero responsable en gran parte del dominio de Williams: Adrian Newey. En el primer Gran Premio de 1998, Häkkinen y Coulthard lograron un doblete con una vuelta de ventaja sobre el tercero, repitiendo este resultado en cinco ocasiones más esa temporada. Ambos pilotos finalizaron primero y tercero en el campeonato de constructores, permitiendo a McLaren recuperar el título, siete años después del último. Häkkinen se aseguró así el primer título de pilotos del equipo británico desde 1991.
Desilusión y caída a los infiernos
La victoria en ambos campeonatos de 1998 fue rápidamente eclipsada por el ascenso del dúo Ferrari/Michael Schumacher. Sin embargo, McLaren se mantuvo en la pelea, especialmente con la llegada de Kimi Räikkönen tras reemplazar a Häkkinen, aun con Renault liderando a mediados de los 2000.
En 2007, McLaren sumó al doble campeón Fernando Alonso y lo emparejó con un joven piloto de su academia, campeón de GP2 Series, Lewis Hamilton. La pareja funcionó inicialmente, pero pronto surgieron tensiones por la rivalidad incipiente. Pese a siete victorias a mitad de temporada, los sueños de título se esfumaron cuando se descubrió la implicación del equipo en un caso de espionaje contra Ferrari, lo que resultó en su descalificación del campeonato. El título se lo llevó Ferrari, mientras que los pilotos de McLaren no fueron sancionados y mantuvieron el segundo y tercer puesto en la clasificación, que ganó Kimi Räikkönen.
Entre 2008 y 2012, McLaren osciló entre la segunda y tercera posición en el campeonato. Lewis Hamilton se coronó campeón mundial en 2008, logrando el título en la última curva de la última vuelta de la última carrera, justo frente a Felipe Massa. El británico se marchó a Mercedes en 2013, mientras McLaren intentaba una mejora “ambiciosa” de su monoplaza de 2012 para la nueva temporada, como describió el entonces CEO, Jonathan Neale. Sin embargo, el coche no alcanzó el rendimiento esperado y el equipo terminó quinto, viviendo su primera temporada sin victorias desde 2006.
2013 marcó el inicio de un declive para McLaren. El equipo perdió a su patrocinador principal, Vodafone, y anunció un acuerdo con Honda para 2015. Ese año también significó el regreso de Fernando Alonso, quien se unió a otro campeón mundial, Jenson Button. Sin embargo, el monoplaza no era competitivo y sufrió numerosos problemas de fiabilidad del motor Honda, lo que dejó a McLaren en las últimas posiciones del pelotón, registrando su peor resultado desde 1980 al finalizar noveno en el campeonato.
En 2016, el coche mejoró y McLaren subió algunas posiciones, pero esta mejoría fue efímera, ya que en 2017 el equipo volvió a caer, especialmente por el motor Honda. Esa temporada fue un verdadero calvario: los pilotos registraron 12 abandonos y no pudieron participar en dos carreras debido a fallas en la unidad de potencia japonesa. El noveno puesto en constructores marcó, además, el fin de la asociación con Honda, permitiendo a McLaren regresar a Renault.
Remontada fulgurante y consagración
Los dos pilotos de McLaren en 2020, Carlos Sainz y Lando Norris, junto con Zak Brown, director ejecutivo, y Andreas Seidl, Team Principal. Cuatro figuras clave en la remontada del equipo.
Photo by: McLaren
El equipo comenzó a recuperarse en 2018 con un buen inicio que lo llevó a escalar hasta la sexta posición. Al año siguiente, Alonso anunció su salida de la F1 -que sería temporal- y McLaren presentó su nueva alineación: Carlos Sainz y el joven piloto de su academia, Lando Norris. La pareja logró puntuar en 16 ocasiones, con el español alcanzando un podio en el Gran Premio de Brasil, el primero desde 2014. El equipo británico terminó cuarto en el campeonato de constructores.
2020 marcó el regreso a la élite de McLaren. Norris y Sainz demostraron gran regularidad al volante del MCL35, lo que permitió al equipo finalizar tercero en el campeonato. En 2021, Sainz se marchó a Ferrari y fue reemplazado por Daniel Ricciardo; McLaren ahora contaba con motores Mercedes. La asociación con Ricciardo no funcionó como se esperaba, permitiendo que Norris se destacara. El australiano logró un doblete en Monza, devolviendo a McLaren a la victoria tras casi 10 años. Después de dos temporadas sin adaptarse, Ricciardo fue sustituido por Oscar Piastri.
El inicio de 2023 fue complicado para McLaren, que reconoció errores en el desarrollo del monoplaza. Los pilotos pasaron las primeras ocho carreras en las últimas posiciones, sumando puntos solo en dos ocasiones (Piastri) y tres (Norris). Sin embargo, el equipo introdujo un paquete de evoluciones en el Gran Premio de Austria que permitió al MCL60 colocarse en la parte delantera. Desde entonces, los pilotos encadenaron podios, permitiendo que McLaren ascendiera hasta el cuarto puesto en la clasificación.
Con este repunte inesperado a mediados de 2023, varios competidores comenzaron a temer al nuevo monoplaza naranja papaya. No obstante, el equipo inició la temporada algo rezagado frente a Red Bull y Ferrari. Tras otro efectivo paquete de evoluciones, Norris ganó su primera carrera en F1 en Miami, seguido rápidamente por su compañero, quien triunfó por primera vez en Hungría. McLaren se convirtió en un serio candidato al título mientras la dominación de Red Bull empezaba a debilitarse.
Después de una victoria contundente de Norris en el Gran Premio de los Países Bajos, el británico también se metió en la lucha por el título, siendo uno de los pocos en poder rivalizar con Max Verstappen durante toda la temporada. Sin embargo, tras algunos errores de McLaren y Norris, fue finalmente el neerlandés quien se coronó, logrando su cuarto campeonato cuando aún quedaban dos carreras en Las Vegas. Norris terminó segundo y Piastri cuarto, con cuatro y dos victorias respectivamente.
En constructores, McLaren mantuvo una intensa lucha con Ferrari en las últimas carreras, mientras Red Bull se rezagaba. El título se decidió en la última prueba, donde McLaren partía como favorito con ambos pilotos en la primera fila y Charles Leclerc desde la última posición. No obstante, Verstappen generó caos al chocar con Piastri en la primera curva, relegando al australiano al fondo de la parrilla y permitiendo que Leclerc ganara 11 posiciones al inicio.
A pesar de ello, Norris, liderando la carrera, resistió la presión de las Ferrari detrás y salió victorioso en el Gran Premio de Abu Dhabi. Este triunfo le permitió a McLaren conquistar el título mundial de constructores 2024, 26 años después de su último en 1998.
Lando Norris, Oscar Piastri y todo el equipo de McLaren celebran el título de constructores tras el Gran Premio de Abu Dhabi.
Photo by: Andy Hone / Motorsport Images
En 2025, como se esperaba, McLaren comenzó la temporada con fuerza, logrando la victoria en la primera carrera en Melbourne. Los naranjas papaya impusieron desde un inicio su dominio, aunque Max Verstappen, fiel a su estilo, consiguió algunas victorias aquí y allá. Con un MCL39 aún rápido, una Red Bull en declive y una Ferrari muy por debajo de las expectativas, el equipo británico acumuló actuaciones consistentes y aumentó progresivamente su ventaja en el campeonato.
Mientras Lando Norris enfrentaba dificultades para adaptarse al monoplaza 2025, Oscar Piastri se destacó como el piloto más sólido al inicio de la temporada, logrando cuatro victorias en siete carreras, incluidas tres consecutivas. Mientras Piastri mantenía a su compañero a raya, Norris parecía entrar en un ciclo de malas clasificaciones. Sin embargo, el británico recuperó su nivel y triunfó en el Gran Premio de Mónaco tras una pole position dominante y récord.
La presión entre ambos compañeros creció, con errores de los dos repetidamente al intercambiarse la cima del podio. Tras el receso estival, quedó claro que el campeonato de constructores regresaría a McLaren; solo quedaba definir cuándo. Con la primera oportunidad en el Gran Premio de Azerbaiyán, ganado por Piastri, las botellas de champán estaban listas en el garaje naranja. Sin embargo, el fin de semana no salió como se esperaba: el monoplaza no fue rápido, Piastri vivió una de sus peores carreras y Norris tampoco se encontró… la consagración tendría que esperar.
Finalmente, en el Gran Premio siguiente, en Singapur, McLaren alzó su trofeo tras un podio de Norris y un cuarto puesto de Piastri, logrando su segundo título consecutivo y el décimo de su historia. Gracias a este éxito, superó a Williams, convirtiéndose en el segundo equipo más laureado de la F1, solo detrás de Ferrari.
Sin embargo, la temporada 2025 aún no ha concluido y el segundo campeonato todavía está en juego. Aunque Piastri tiene cierto margen sobre su compañero, Norris aún tiene la capacidad de revertir la situación. Una cosa es cierta: ambos pilotos de McLaren deberán mantener un ojo en el retrovisor, ya que un determinado cuatro veces campeón del mundo, en plena forma, no se detendrá ante nada para lograr una quinta corona.
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