Terminó la gira de la selección argentina por Miami, con dos victorias ante rivales de disímiles jerarquías, porque las equivalencias de Venezuela y de Puerto Rico enseñan una gigantesca brecha, a pesar de que ninguno de los dos jugará el Mundial 2026. El segundo episodio tuvo como hecho destacado el debut de cuatro futbolistas con la camiseta de la selección: José Manuel López (Palmeiras), Lautaro Rivero (River), Aníbal Moreno (Palmeiras) y Facundo Cambeses (Racing).
Un póquer de nombres, casualmente uno por línea, que se desempeñan en el fútbol sudamericano, una señal de que el seleccionador Lionel Scaloni y el cuerpo técnico que completan Pablo Aimar y Walter Samuel tienen en el radar a una lista gigantesca de futbolistas, aunque solo 27 viajarán a la Copa del Mundo del próximo año, el primero que tendrá tres sedes: Estados Unidos, México y Canadá.
Como si se tratara de una cuestión de antigüedad, el Flaco López fue el único de los que debutaron que fue incluido en la alineación. Porque el atacante y figura de Palmeiras fue parte de la nómina que cerró las eliminatorias, ante Venezuela y Ecuador, aunque en esa ventana no sumó minutos. Un futbolista con una historia singular: sin continuidad y con la incertidumbre de quedar libre en Lanús, se marchó a la liga de Tres Arroyos, volvió en la pandemia y debutó en primera, sin representante y sin contrato profesional.
“Por suerte pudimos ver a chicos que no tienen muchos minutos. Primero lo que analizamos es cómo lo afrontan, más allá de si el partido se abrió rápido. De cómo se prepara el partido, del que podemos debatir si es fácil o no. Son jugadores importantes y Puerto Rico nos permitió ver a éstos chicos. Yo debuté en la selección en un partido con Libia y lo tengo grabado en mi memoria. A partir de ahora tendrán que seguir rindiendo para poner en aprietos a los otros jugadores y también al entrenador”, apuntó Lionel Scaloni, sobre la valoración que los seleccionadores ensayan en los encuentros amistosos en los que las equivalencias son nulas, como en el 6 a 0 sobre el combinado boricua.

Con una sutileza, López asistió a Mac Allister para el 3-0. Tuvo movimientos buscando espacios, muchas veces jugando de espalda al arco rival, e intentó asociarse a compañeros que se entienden con la mirada. No desentonó, no fue deslumbrante, aunque tampoco tuvo situaciones reales. Y en la comparación rápidamente saltará Lautaro Martínez, que en un puñado de minutos anotó en dos oportunidades para sostenerse como el segundo artillero del ciclo Scaloni en la Argentina, por detrás de Lionel Messi.
No se enreda en la valoración individual de los futbolistas el entrenador, al que la convivencia, la adaptación y las prácticas –en Miami el mini ciclo tuvo siete episodios- le ofrecen señales que no son públicas. “Pudimos hacer entrenamientos más intensos de lo normal. Son jugadores válidos que demostraron que pueden estar, entonces sabemos que van a rendir. Y más allá del rival, nosotros tenemos nuestro nivel y a eso se tienen que acostumbrar y acoplar”, relató Scaloni.

“Todos estuvimos en esa situación de la primera vez, de ver a los jugadores que hasta hace poco veías en la televisión y sabemos lo que significa para ellos. Estar, disfrutar, entendemos cualquier nerviosismo o equivocación. Después hablamos. Son chicos que nos pueden aportar y lo que sucede es que los jugadores cumplen años y nosotros vamos viendo que tenemos margen para ir tirando de abajo y eso es lo que vamos a hacer”, expuso Scaloni, acerca de los futbolistas que entran en las últimas convocatorias y la que cerrará el año, con los partidos amistosos de noviembre, donde la Argentina se medirá con Angola y un segundo rival que resta definir.
En la charla con los medios, Scaloni apuntó qué se busca más allá del resultado. “La intensidad que le damos nosotros, cómo darle ritmo a la pelota, moverla cuando el rival se cierra, ser preciso y no tener contraataques, que salvo una o dos situaciones creo que estuvimos bien. Sirven estos partidos, porque se encuentran las situaciones que pueden servir para otro encuentro”, comentó el santafecino, que además de los cuatro debutantes le dio rodaje a Leonardo Balerdi –recordar que Nicolás Otamendi no podría jugar en el estreno del Mundial, porque arrastra una suspensión-, le ofreció el lateral izquierdo a Nicolás González, a modo de ensayo para juegos en los que no necesite diseñar una línea defensiva tradicional…
El resumen de la goleada de la Argentina
Con los ingresos de Rivero, Moreno y Cambeses, todos en el segundo tiempo, cumplió con el deseo de contrastar los entrenamientos con la competencia oficial. El zaguero de River podría ser una alternativa para la Copa del Mundo en el caso de que Lisandro Martínez se recupere de la rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, pero que no llegue con el ritmo ideal; el volante fue una figura en su etapa Sub 20, en 2019, y ahora logró consolidarse entre los volantes de Palmeiras, que pulsea por el Brasileirao y jugará las semifinales de la Copa Libertadores ante Liga Deportiva Universitaria de Quito. Para el arquero Cambeses se trató de una rareza: Emiliano Dibu Martínez es el dueño absoluto del puesto y ante Puerto Rico atajó por un pedido suyo al entrenador, que accedió y el guardavalla sostuvo su invicto antes de dejarle el lugar al arquero de Racing.
Son 27 jugadores los que van al Mundial y a la lista le quedan pocas pruebas y escasos casilleros que completar. Para Scaloni es innecesario hacer cuentas, porque recién faltando días para confeccionar la lista definitiva sacará conclusiones. Ahora necesita ver comportamientos, actitudes y ensayar.