Lando Norris desperdició la oportunidad de convertirse en vencedor del Gran Premio de Estados Unidos en Austin. El piloto de McLaren cedió una posición crucial ante Charles Leclerc justo después de la salida, un instante que marcó el desarrollo de toda la carrera. Los datos lo corroboran: sin el Ferrari delante, Norris habría sido el protagonista de una emocionante lucha por la victoria con Max Verstappen.
El propio piloto de Red Bull respaldó esta percepción tras la competencia: “Creo que habría sido una carrera sumamente ajustada. Cada vez que Lando tenía una pista despejada, estábamos prácticamente al mismo nivel, a veces incluso era un poco más rápido. Definitivamente, no habría sido la diferencia reflejada al final”.
Norris quedó atrapado tras Leclerc, lo que afectó su estrategia, impidiéndole realizar un undercut o overcut eficiente. Solo al final de la carrera, cuando logró adelantar al Ferrari, pudo demostrar su verdadero potencial; para ese momento, Verstappen ya se había distanciado considerablemente.
Norris: “Si mi madre tuviera pelotas…”.
A la hora de reflexionar sobre cómo habría ido la carrera sin la maniobra de salida de Leclerc, Norris se toma un momento para bromear: “¿Quién sabe? Como se dice: si mi madre tuviera pelotas, ¡sería mi padre!”. Sin embargo, tras la risa se asoma la frustración.
“Charles tenía la ventaja en la curva inicial. Después de lo ocurrido ayer, no quería arriesgarme a caer nuevamente en la grava. Así que opté por quedarme en el interior y tomar la ruta más segura”, aclara Norris. No está dispuesto a confirmar que esto le costó la victoria: “Me resultó complicado seguir el ritmo de Charles. Su velocidad no era mala: solo estaba a seis segundos de Max hasta diez vueltas antes del final. Así que no estábamos tan lejos”.
El director del equipo McLaren, Andrea Stella, tiene una visión algo diferente. Para él, está claro que sin la defensa de Leclerc, Norris habría tenido el ritmo suficiente para atacar a Verstappen con seriedad. “Hoy fue una carrera relativamente tranquilizadora porque vimos que el ritmo estaba presente para ganar”, dice Stella. “Si Lando no hubiera tenido que lidiar con Charles tanto tiempo, la historia habría sido completamente diferente”.
Stella: Tenía el ritmo, pero no la oportunidad
El italiano subraya que la carrera en Austin fue una buena señal para McLaren a pesar de la victoria escapada. “En términos de rendimiento, estamos consolidados: el ritmo era suficiente para luchar con Max. Solo fue complicado encontrar una oportunidad en la pista con una estrategia de una parada”, afirma Stella.
En cuanto a la falta de piezas nuevas en el resto de la temporada, para él no es una desventaja: “No habrá actualizaciones en lo que queda del año. Ahora simplemente tenemos que maximizar el paquete. El objetivo es rendir al máximo cada fin de semana”.
Sin embargo, Stella señala un pequeño contratiempo por no haber corrido el sprint: “El no haber corrido el sábado nos retrasó un poco en la puesta a punto. En retrospectiva, nos damos cuenta de que había más potencial en el coche. Pero son detalles que ahora podemos mejorar”.
Análisis de datos: Norris es de media 0,2 segundos más rápido que Red Bull
Los datos respaldan la percepción de Stella. Durante las etapas en las que Norris tuvo una carrera despejada, el McLaren efectivamente fue el coche más rápido del grupo. Si segmentamos su carrera en partes sin tráfico, se obtiene una imagen clara: en las vueltas 23 a 31, 35 a 38, 46 a 48 y 52 a 56 —es decir, siempre que Norris no estaba atascado detrás de Leclerc— promedió un tiempo por vuelta de 1:38,810 minutos.
En comparación, Verstappen promedió 1:39,033 minutos en las mismas fases. Esto representa una ventaja de 0,224 segundos por vuelta para McLaren, con condiciones de neumáticos y aire libre prácticamente idénticas.
Este es un indicativo claro: McLaren contaba con el ritmo de carrera más rápido. Sin embargo, Austin es una pista donde probablemente se requiere un delta de medio segundo por vuelta para ejecutar un adelantamiento. Incluso con una mejor salida, habría sido complicado atacar a Verstappen, aunque el Red Bull podría haber sido superado estratégicamente.
McLaren sigue siendo el coche más rápido de la parrilla
Por lo tanto, el hecho de que Verstappen aún lograra ganar con relativa comodidad al final se debe a que Leclerc fue el obstáculo decisivo para Norris en las primeras fases. El Ferrari salió con el compuesto de neumáticos más blando, lo que le permitió ejercer presión de inmediato. Sin embargo, tras algunas vueltas, los neumáticos se degradaron más, lo que frenó a Norris y permitió a Verstappen crear un pequeño margen en la parte delantera.
“No fue fácil gestionar los neumáticos, pero logramos mantener el ritmo”, declaró Verstappen después de la carrera. “Estoy increíblemente orgulloso del equipo. Hemos hecho todo a la perfección este fin de semana”.
El papel de Leclerc resultó involuntariamente útil. “Ningún factor fue decisivo”, analiza Stella. Sin embargo, la posición de Leclerc en la pista orientó la carrera en una dirección más favorable para Verstappen. Así, la victoria de Verstappen parecía mucho más asegurada de lo que realmente fue. Los datos lo confirman.
McLaren ya había demostrado ser el referente en ritmo de carrera en Singapur. Allí, también, el MCL38 fue aproximadamente tres décimas más rápido por vuelta que cualquier otro coche en una sesión libre, pero no logró convertir esa ventaja en victoria al quedar atascado en el tráfico en esa ocasión. Este patrón se repitió en Austin.
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