En medio de una crisis institucional, con una comisión directiva desarticulada y Marcelo Moretti en el ojo del huracán, San Lorenzo logra ordenar un poco el caos gracias al trabajo de Damián Ayude. El actual entrenador del Ciclón, que asumió el mando del equipo tras dirigir la Reserva, está proporcionando un equilibrio al plantel, que se encuentra en posiciones de clasificación a los playoffs, en un semestre turbulento para la institución.
Este viernes, estuvo en los estudios de F90 (ESPN) y abordó diversos temas: su actualidad en el banco azulgrana, la situación dirigencial, su estilo y hasta sus días como formador en el baby fútbol.
“Nosotros aspiramos no solo a tener un buen rendimiento futbolístico, sino a que el club mejore, algo que creo que también es una asignatura pendiente de San Lorenzo. Que cada vez sea más atractivo, que inspire ganas de ir, de estar. Que los futbolistas deseen pertenecer (…) San Lorenzo es lo mejor que me ha sucedido como técnico. Mi objetivo es dejar un legado en el club“, expresó al inicio.
“El semestre fue muy complicado. Unos pedían licencia, otros tomaban el mando… Nosotros decidimos enfocarnos en lo nuestro, en lo futbolístico. Para entrenar estamos cómodos, contamos con cancha, gimnasio, y todo está acordado. Sabemos que, si buscamos que ocurran cosas buenas, debemos rendir bien en el campo”, contó.
“Lo económico siempre influye. La situación es difícil para todos. Hay miembros de mi cuerpo técnico que tienen otros trabajos. Inserción en este medio es complicada, por ello tengo que hacer las cosas de la mejor manera. Mi sueño es tener mi hogar, como siempre me decía mi papá”, agregó.
Los inicios de Ayude con el apoyo de Scaloni y Russo
Formado como entrenador en las divisiones inferiores de Nueva Chicago, Chacarita y Argentinos Juniors, y con experiencia como asistente de José Pekerman, Ayude ha transitado por numerosas categorías juveniles, desarrollando una identidad ligada a la formación.
“He tenido mucha suerte con las personas que me rodearon. Uno de ellos es Lionel Scaloni, el mejor para mí. Estuve muy cerca de él, así como de Walter Samuel y Pablo Aimar. Siempre se destacó por jugar un fútbol inteligente y práctico, y ha sido una referencia para mí”, comentó.
Antes de su llegada a la Primera de San Lorenzo, se encargaba de la Reserva y destacó la positiva relación que tuvo con el fallecido DT de Boca, Miguel Ángel Russo, quien dirigió al plantel profesional del Ciclón hasta finales de mayo: “Hablé mucho con Miguel Ángel Russo; él estaba en Primera y yo en Reserva. Tanto con él como con Claudio Úbeda estuvimos en excelente comunicación. El trato en esos seis meses que compartimos fue siempre impecable”.
Asimismo, confesó que no grita los goles del equipo y explicó sus razones: “Aún no puedo gritar los goles, solo cuando finalizan los partidos. Siempre estoy muy tenso y me gustaría disfrutarlo más. Mi abuela solía llevarme al baby fútbol; mis hermanas no están tan involucradas en el deporte. Cuando yo tenía 23 años, mi papá falleció. En mi trabajo me ofrecieron una posición administrativa, que comenzaba muy temprano, y retirándome iba a la cancha grande y, luego, al baby fútbol. El sábado dirigía toda la liga infantil y así continué. Siempre ha habido esfuerzo detrás de las cosas“.
“El nivel de competitividad que desarrollan los jugadores en el baby es fundamental y ayuda. El futbolista argentino, en ese aspecto, es diferente. A Alexis Mac Allister y Nico González no los incluía en Argentinos, y siempre en broma les digo que ‘les forjé el carácter’. En esos momentos eran muy pequeños y había jugadores que, en ese entonces, eran superiores”, narró entre risas.
Ayude y la importancia del vestuario y el trato con el jugador
“El vestuario es de los jugadores; trato de no intervenir“, aclaró Ayude. “Es necesario mantener un equilibrio: trato personal, claridad y enfoque en el juego. Al jugador no le agrada que le mientan; no buscamos un liderazgo autoritario. El futbolista es inteligente; si conoce al rival y sabe cómo presionar, eso se percibe”, continuó.
El entrenador del Ciclón también destacó el respeto adquirido en el ámbito: “Trato de ser natural, de ser yo mismo. Estoy muy satisfecho porque, sin buscarlo, hemos logrado ganar mucho respeto, incluso de otros entrenadores, como Marcelo Gallardo o Frank Kudelka, aunque dirija al clásico de San Lorenzo. No solo a mí, sino también a miembros del cuerpo técnico y nuestros futbolistas. Es algo muy positivo“.
Acerca de su método, fue claro: “Me apasiona la mejora; nos gusta entrenar. A la mayoría ya los conocía y los chicos de mayor edad, que no conocíamos, se han adaptado muy bien”.
“Me gusta trabajar aspectos generales. Busco futbolistas completos, con ambición. Un buen ejemplo de ello es Julián Álvarez“, concluyó.











