Crisis a mil: Lucas Pusineri se va de Atlético Tucumán tras un vaivén de idas y vueltas

Atlético Tucumán atraviesa momentos intensos y, a pesar de que este fin de semana no hubo fútbol, la crisis parece agravarse a cada instante. A tan solo cuatro días de que la dirigencia liderada por Mario Leito respaldara a Lucas Pusineri en su cargo, tras la filtración de que el DT había sido despedido después de la derrota 2-1 ante San Lorenzo, finalmente el ex Independiente no seguirá en su puesto.

Aunque aún no se ha comunicado oficialmente, después de conversaciones y negociaciones, en las últimas horas el cuerpo técnico y la comisión directiva llegaron a un acuerdo para poner fin al segundo ciclo de Pusineri en el club. Su sucesor, tal como se había indicado el miércoles pasado, cuando comenzaron los rumores sobre la salida del entrenador, será Hugo Colace, actual director técnico de la Reserva.

El nuevo DT dirigió 31 partidos en el año, logrando 11 victorias, 10 empates y 10 derrotas. Además, bajo su mando, la Reserva se clasificó a los Playoffs del Apertura y del Clausura.

Por su parte, Pusineri finalizará su segundo ciclo en el club con 10 victorias, 4 empates y 14 derrotas, en un total de 28 partidos dirigidos. A pesar de la crisis institucional y de la ruptura entre el plantel y la dirigencia, que estalló públicamente tras la caída ante San Lorenzo, actualmente se encuentra en el octavo lugar, zona de clasificación a los Playoffs del Clausura.

Atlético Tucumán vive un clima convulso y la situación emergió públicamente luego de la derrota 2-1 frente a San Lorenzo, comenzando con las contundentes declaraciones de Leandro Díaz en contra de la dirigencia y posteriormente con el firme comunicado que el plantel emitió en conjunto también señalando a la CD.

La decisión de los jugadores de Atlético Tucumán de no concentrarse antes del partido contra San Lorenzo no fue bien recibida por los hinchas del Decano, quienes respondieron el mismo lunes en el Monumental José Fierro lanzándole billetes a sus jugadores al salir a la cancha. La protesta, según se informó, se debía al pago de premios adeudados. Sin embargo, tras el estallido de la polémica, los futbolistas decidieron romper el silencio con un comunicado contundente, apuntando directamente a la dirigencia.

“Asumimos el error de no haber expuesto antes la situación que venimos viviendo dentro del club”, señalaron en un texto que fue compartido por todos los futbolistas del plantel en sus redes sociales. “Lo hicimos porque confiábamos en que la dirigencia iba a escuchar y mejorar las condiciones que venimos señalando hace tiempo”, explicaron, antes de aclarar que no se trataba de un reclamo económico y de detallar las razones de su demanda.

“Queremos dejar en claro que esto no es un reclamo económico como intentó instalar la dirigencia, nuestro malestar proviene de una acumulación de situaciones que consideramos esenciales para el crecimiento de Atlético Tucumán como institución. Nos preocupa el trato y el cuidado hacia los empleados del club, quienes trabajan a diario con esfuerzo y compromiso”, aseveraron los jugadores, quienes también criticaron la falta de “acompañamiento” por parte de la dirigencia.

Para concluir, reconocieron: “La decisión de no concentrarnos fue tomada como último recurso ya que intentamos varias veces, a través del diálogo, llegar a un entendimiento mutuo. Era una forma de expresar nuestro descontento sin generar conflictos públicos.

El primero en manifestar públicamente su descontento con la dirigencia fue Leandro Díaz, quien el mismo lunes, después de un fuerte intercambio con los hinchas desde el campo de juego, expresó su descontento con declaraciones contundentes y anunció su salida del club: “Los de arriba no dan la cara nunca. No le cumplen a los chicos, a los médicos, a los empleados. Hace ocho meses que estoy acá y los vi tres veces. No es por la plata”.

Acto seguido, mencionó por nombre al vicepresidente: “Yo sé cómo son las cosas. Que este dirigente Nacho (Golobisky) cuente cómo son las cosas.” Más adelante, recordó el contexto de su llegada al Decano. “Son muchas cosas que han ocurrido a lo largo del año. Yo estaba en Lanús en febrero. El Bebe Acosta me llamó: ‘Vení, dame una mano. Nos estamos yendo al descenso’. Vine. No pedí nada. Nunca puse condiciones. Vine. Doy la cara. Siempre“, expresó.

“Con Godoy Cruz será mi último partido. Era mi sueño retirarme con esta camiseta. Ojalá que la gente me entienda. No era con ellos.” Aunque durante el partido se mostró furioso con los simpatizantes, reflexionó: “No estamos últimos. Somos autocríticos. Se vivió un ambiente difícil. Entendemos a la gente. Yo más porque soy hincha.