Después de una actuación decepcionante en Singapur y un inicio de la segunda mitad del campeonato que estuvo por debajo de las expectativas, Ferrari tenía la responsabilidad de responder con orgullo, con el objetivo de cerrar la temporada dejando sonrisas y, al menos, alcanzar el segundo puesto en el Campeonato de Constructores, donde tres equipos ahora están muy parejos en puntuación.
El resurgir de Red Bull tras Zandvoort y el desempeño sobresaliente de Mercedes en Singapur han complicado los planes de Maranello. Ferrari, que antes del parón veraniego había conseguido mantener a sus dos pilotos regularmente en los puntos y acumulaba un botín prometedor, parecía tener razones para ilusionarse con la continuidad del campeonato. Sin embargo, el SF-25 sigue demostrando ser un monoplaza que fluctúa en rendimiento, debido a su estrecha ventana operativa.
Se produjo una reacción de orgullo durante el fin de semana en Austin, tras un viernes particularmente difícil, donde el piloto pelirrojo quedó a unas ocho décimas de la pole. Trabajando en la puesta a punto, la distancia al suelo y analizando detalladamente los datos recogidos en el sprint, el Cavallino dio un claro paso adelante durante el fin de semana, culminando con un valioso podio al día siguiente.
Charles Leclerc, Ferrari
Foto de: Hector Vivas / Getty Images
Una actuación convincente que se replicó en México, en una pista particular marcada por un asfalto liso que permite una menor puesta a punto del coche. Esta condición resultó incluso penalizadora para algunos rivales, como Red Bull, que exageraron el sábado, pero que recuperaron competitividad el domingo. En contrapartida, el rendimiento de Ferrari encontró una base sólida, especialmente en la calificación, donde los Red dieron un nuevo paso adelante.
Más allá del rendimiento puro, en Ferrari están convencidos de haber avanzado en sus procedimientos: desde tomarse el tiempo necesario para calentar los neumáticos en la vuelta de preparación hasta entender mejor cómo sacarles el máximo provecho. No es casualidad que, tras haber sido durante mucho tiempo el equipo con menor margen de mejora entre la Q2 y la Q3, en las dos últimas rondas la Rossa haya evidenciado finalmente un progreso significativo.
Esta es una señal positiva, que podría no repetirse en las próximas rondas, pero que en Austin y Ciudad de México permitió a Ferrari redescubrir su competitividad en la vuelta en seco y construir un tipo de carrera diferente, que se materializó con dos podios. Resultados de gran valor que aportaron puntos cruciales en la lucha por el Campeonato de Constructores, donde la Scuderia está firmemente en la contienda por el segundo puesto.
Benedetto Vigna, CEO Ferrari
Foto de: Mark Sutton / Fórmula 1 vía Getty Images
Estos dos resultados también fueron beneficiosos para la moral en el Cavallino, como destacó el CEO Benedetto Vigna. En esta ocasión, la Rossa logró materializar el potencial que había mostrado, aunque en términos de rendimiento bruto, tanto en Austin como en México, el SF-25 se confirmó como la tercera fuerza, por detrás de McLaren y Red Bull.
“Hemos conseguido dos podios recientemente. Estoy satisfecho porque veo a todos los compañeros en la Scuderia contentos con el trabajo realizado. Pero siempre lo digo, en primer lugar a mí mismo y luego a todos en la empresa, hay que mantener los pies en la tierra. Ahora Red Bull y Mercedes parecen tener también una tendencia al alza y a la baja”, explicó el CEO durante la presentación de la segunda edición de la Media Maratón italiana, que partirá de Maranello y concluirá en Módena.
Vigna enfatizó un tema ya mencionado tras la renovación de Frederic Vasseur como Team Principal, que es la necesidad de que la Rossa trabaje unida y cohesionada para alcanzar sus objetivos: ‘Luchamos y queremos hacerlo cada vez mejor. Lo importante es permanecer unidos y trabajar para lograrlo de la mejor manera posible’.
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