Con su triunfo en México, Lando Norris ha vuelto a liderar el campeonato mundial, logrando una ventaja de solo un punto sobre su compañero, Oscar Piastri. Aunque la diferencia puede parecer mínima, en esta etapa de la temporada tiene un impacto psicológico considerable, especialmente porque se presenta en un momento donde el británico ha demostrado ser más constante que el australiano.
Hemos mencionado cómo el Gran Premio de Singapur pudo haber marcado un punto de inflexión, con Norris instando al equipo a reaccionar con fuerza tras una carrera que dejó a McLaren por debajo de las expectativas. No tanto debido a su rendimiento en carrera, sino por la sorprendente falta de competitividad en clasificación, lo que les costó la victoria. Desde esa reunión, Norris confía en que se tomó la dirección correcta, que culminó en el dominio evidenciado en México.
Las capacidades de refrigeración y la gestión del desgaste de los neumáticos traseros fueron cruciales para lograr una victoria clara y convincente. Este resultado también fue favorecido por las sensaciones que el británico recuperó desde el sábado, después de realizar ajustes en el coche y volver a sentir confianza en su vuelta rápida, algo que le había faltado el día anterior.
Lando Norris, McLaren
Foto di: Clive Rose / Formula 1 via Getty Images
La irregularidad en clasificación ha sido uno de los retos más persistentes para Norris a lo largo de la temporada. El MCL39 ha demostrado ser un monoplaza rápido, competitivo y eficaz, especialmente en carrera, a la hora de conservar neumáticos y maximizar la carga aerodinámica. Sin embargo, ha evidenciado limitaciones más notorias en vuelta rápida.
McLaren ha trabajado intensamente para devolverle a Norris ese feeling que, según él, le había faltado desde el inicio de la temporada y que parecía distante de la conexión “mágica” que había tenido con el monoplaza de 2024. Por eso, se implementaron actualizaciones específicas para el británico, incluidas una caja de dirección rediseñada en ciertos elementos, diseñada para ofrecerle mayor sensibilidad, especialmente en clasificación.
En cuanto a la vuelta rápida, surge un aspecto particular que distingue a los dos pilotos del equipo de Woking: su enfoque diferente en los intentos clasificatorios. Desde hace un tiempo, Norris ha solicitado eliminar del display del volante el delta, la referencia cronométrica que indica, curva tras curva, si el piloto está mejorando o empeorando respecto a su mejor vuelta.
Lando Norris, McLaren
Foto di: Carl De Souza / AFP via Getty Images
Un detalle curioso, pero con una razón muy precisa: minimizar las influencias de los datos disponibles. Muchos pilotos utilizan el delta, ubicado en la parte superior derecha del volante de McLaren, sobre el indicador de velocidad, como referencia para evaluar su progreso por vuelta y determinar si están mejorando en comparación con su tiempo anterior.
En ocasiones, un piloto ha abandonado un intento o completado la vuelta con más prudencia, influenciado por la información proporcionada por el delta. En contraste, Norris ha tomado la decisión de eliminarlo en clasificación, para no dejarse condicionar.
Para él, esta elección le permite maximizar cada curva, consciente de que, en caso de un error evidente, los pilotos son igualmente capaces de reconocer la necesidad de abortar la vuelta. Sin embargo, no siempre las sensaciones se correlacionan con la eficacia en el cronómetro; a veces, un piloto puede sentirse cómodo con el coche sin lograr convertir esa sensación en una vuelta rápida.
Comparación de las pantallas del volante de McLaren entre Norris y Piastri en clasificación.
Photo by: Gianluca D’Alessandro
Por ello, Norris prefiere no dejarse influir en clasificación, centrándose únicamente en la pista. “¿Quién sabe si no usarlo me ha beneficiado o perjudicado? Desde mi perspectiva, no tenerlo me permite empujar siempre, sin importar cómo haya ido la primera parte de la vuelta, porque no tienes referencias de tiempo, así que intentas maximizar cada curva al máximo”.
“He decidido quitarlo [el delta]. Si todavía lo tuviera, a veces le prestaría demasiada atención, y eso no es positivo. En ocasiones también es bueno, porque cuando todo sale según lo planeado, como en México, es una grata sorpresa ver el tiempo al final de la vuelta”, añadió Norris.
Por supuesto, el británico aún cuenta con el tiempo de vuelta que aparece en la pantalla al final del giro, lo que le proporciona una referencia final. Además, no está completamente “a ciegas” durante su vuelta: datos esenciales como la temperatura de los neumáticos, cruciales para optimizar su preparación y ventana operativa, así como la marcha y el balance de frenos, permanecen visibles, aunque suelen gestionarse mediante configuraciones preestablecidas.
La dinámica cambia en carrera, donde el delta vuelve a mostrarse, especialmente para asegurar consistencia y ofrecer una referencia sobre el nivel de ahorro de energía o neumáticos que el equipo requiere en puntos específicos del circuito. Un detalle interesante que, no obstante, ayuda a entender la lógica de un piloto tras bambalinas.
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