En los últimos días, como informa Motorsport.com, ha habido un intenso debate sobre la posibilidad de incorporar una norma en el reglamento que obligue a cada piloto a realizar dos paradas en boxes durante la carrera a partir de la temporada 2026. La intención es incrementar la emoción de las competencias y generar más oportunidades para los enfrentamientos en pista.
Esta es una propuesta que surge periódicamente en las discusiones y será analizada por los equipos y la FIA, aunque en este momento solo se encuentra en las primeras etapas de evaluación. Es un tema que seguramente generará controversia, puesto que impactaría en el ADN mismo de las carreras y, en parte, en la diversidad de estrategias que se pueden observar en pista.
La propuesta está fundamentada en lo que ha sucedido en los últimos años. Los equipos han mejorado progresivamente su conocimiento sobre los neumáticos y han utilizado compuestos cada vez más resistentes, menos propensos al sobrecalentamiento o al graining. Esto les ha permitido gestionar de manera más eficaz el ritmo de carrera, optando en la mayoría de los casos por estrategias de una sola parada.
Oscar Piastri, McLaren, George Russell, Mercedes
Fotos: Andy Hone/ LAT Images vía Getty Images
A pesar de los esfuerzos de Pirelli por modificar el panorama mediante la introducción de compuestos más blandos o la eliminación de algún tipo, los equipos han encontrado maneras de controlar la degradación. La combinación de vehículos más eficientes, neumáticos más resistentes y monoplazas que generan mayor aire sucio, dificultando el seguimiento y los adelantamientos, ha llevado a los equipos a optar mayoritariamente por la estrategia de una sola parada, minimizando los riesgos.
Así, la propuesta de implementar dos paradas obligatorias surge de la necesidad de introducir una variable que actualmente está ausente, ya que las carreras con dos paradas en boxes son cada vez más escasas. Si no se puede generar esta dinámica de forma “natural”, la idea sería forzarla de manera artificial, aunque existen muchas incógnitas aún por resolver.
Sin embargo, la cuestión central que se debe plantear es de dónde proviene el espectáculo en la F1 actual. Con coches cada vez más difíciles de seguir, el papel de los neumáticos es crucial para determinar la intensidad y la variedad de las carreras. De hecho, las oportunidades de adelantamiento hoy en día dependen principalmente de las diferencias en la gestión de la degradación de los neumáticos: es en esos detalles donde se encuentran las décimas decisivas para intentar un ataque.
George Russell, Mercedes
Foto de: Andy Hone/ LAT Images vía Getty Images
Sin embargo, la pregunta real que debería plantearse es entender de dónde proviene el espectáculo en la F1 actual. Con coches cada vez más complicados de seguir, el papel de los neumáticos se torna esencial para definir la intensidad y diversidad de las carreras. Hoy en día, las oportunidades de adelantamiento surgen principalmente de las diferencias en la gestión de la degradación de los neumáticos: ahí se encuentran las décimas cruciales para intentar un ataque.
Es un razonamiento lógico: cuando los vehículos tienen características muy similares, como acontece en esta fase del ciclo técnico, el único elemento real de diferenciación son los neumáticos. Contar con neumáticos que permitan exprimir al máximo el rendimiento no garantiza carreras más espectaculares; si los tiempos son demasiado parejos, falta el delta necesario para completar un adelantamiento. Por ello, imponer dos paradas obligatorias podría tener el efecto opuesto y reducir las variables estratégicas.
Lo que sí podría cambiar es el orden de utilización de los neumáticos: elegir cuándo montar el de mejor rendimiento o cuánto usar el menos competitivo. Sin embargo, si no hay degradación o un factor capaz de generar una diferencia real de ritmo, el riesgo continúa siendo quedar atrapado en el tráfico, especialmente si los tiempos son muy parecidos.
Oscar Piastri, McLaren, George Russell, Mercedes
Fotografía de: Zak Mauger / LAT Images vía Getty Images
Una propuesta que no convence del todo ni siquiera a los pilotos, como indicó George Russell antes del GP de Brasil. Según el británico, dos paradas obligatorias no serían suficientes para hacer una carrera más emocionante: sería necesario un enfoque más profundo, centrado en neumáticos más blandos o en una construcción diferente de los compuestos.
“Creo que deberían combinarse con neumáticos más blandos. Si los neumáticos no se degradan de todos modos, y resulta fácil implementar una estrategia de dos paradas, entonces no se verá lo que llamamos el delta entre los neumáticos. Los adelantamientos solo se darán si hay un delta de rendimiento entre los coches y los neumáticos. Pero si no hay diferencia en los compuestos, no importa si haces dos, tres o una parada: probablemente no habrá adelantamientos”, explicó el piloto británico.
Sus palabras van al corazón del problema: no es suficiente con aumentar el número de paradas para que las carreras sean más espectaculares, se debe construir un contexto diferente alrededor de ellas. Además, Pirelli ya ha definido la estructura y, en gran parte, los compuestos para la próxima temporada; la única alternativa real sería descartar los compuestos más duros y enfocarse en los más blandos.
George Russell, Mercedes, Oliver Bearman, Haas F1 Team
Foto de: James Sutton / LAT Images vía Getty Images
En esencia, para Russell, las dos paradas obligatorias no son la solución mágica para los problemas de la Fórmula 1, aunque es cierto que con un nuevo diseño que inicie el próximo ciclo técnico, probablemente las diferencias entre los distintos equipos se amplíen nuevamente. Además, la forma de adelantar, desde el adiós al DRS tal como lo conocemos hasta la implementación del Ovveride, también cambiará.
“Los pilotos somos egoístas: queremos los mejores coches, los más rápidos y los más divertidos de conducir. Pero tenemos que reconocer que somos uno de cada veinte, y hay más de cien millones de personas que siguen este deporte cada semana. Así que no sé cuál es la solución perfecta”, añadió Russell más tarde, compartiendo su visión sobre lo que podría considerarse una solución en el futuro.
“Si pudieras crear mágicamente un neumático ideal, dirías que el neumático duro, en una carrera de 60 vueltas, podría dar 30 vueltas y luego colapsar; el medio 20 vueltas y luego colapsar; el blando 10 vueltas y luego colapsar. Si se pudiera lograr eso, creo que sería el escenario perfecto, y los pilotos podrían elegir diferentes estrategias. Pero reconozco que eso no es nada fácil para Pirelli, y que desarrollar un neumático que funcione para diferentes circuitos y tipos de asfalto es muy complicado.”
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