El minuto 90 se acerca, y mientras Independiente Rivadavia resistía el embate de Argentinos Juniors, con un jugador menos por la expulsión de Maximiliano Amarfil, Ezequiel Centurión, el arquero que había sido figura en los penales ante River en semifinales, se fracturó la muñeca al intentar evitar un córner en su contra.
En ese instante, mientras estaba junto a sus compañeros, “más nervioso que jugando”, Gonzalo Marinelli se pone los guantes y, tras una breve entrada en calor, entra a defender el arco que da a la calle Calderón de la Barca, en el estadio de Instituto. Sin embargo, para quedar en la historia de la Lepra, tuvo que recorrer los 105 metros de largo que tiene el campo de juego. En una charla exclusiva con , el arquero de 36 años comparte su felicidad y orgullo tras levantar la Copa Argentina, aunque sin perder de vista el futuro cercano.
-Qué locura están viviendo, ¿no?
-Sí, la verdad que es una locura tremenda. Más que nada porque le estamos dando una historia a este club. Por eso, la satisfacción es el doble para todos.
-No tienen mucho tiempo para festejar, porque el lunes ya vuelven a jugar.
-No, la verdad es que no. A veces estas cosas pasan rápido. Hay que intentar disfrutar lo más que se pueda, porque en poco tiempo debemos enfocarnos en el próximo partido, ya que hay un objetivo que cumplir: sumar puntos para el año que viene.
-Esta es tu segunda Copa Argentina, al igual que Sebastián Villa, ¿se puede decir que ya son expertos en la materia?
-Sí, ja. La verdad es que Seba consiguió dos copas en Boca. En esta ocasión, me tocó ser un poco más protagonista; en la anterior, que ganamos con Huracán, estuve en el banco. Pero siempre digo lo mismo: cuando uno juega, se siente más parte, y esta fue hermosa.
-Tanto la semifinal como la final se definieron por penales. ¿Practican mucho a lo largo de la Copa?
-La verdad es que no hacemos una práctica especial de penales. Contamos con nuestro entrenador de arqueros, Diego Próspero, que realiza un trabajo magnífico. Nos muestra videos, elabora una lista con los pateadores y luego está en la decisión de cada uno.
-Cuando metieron el 2-0, ¿creíste que la historia estaba sellada?
-Creo que si hubiésemos aguantado un poco más, porque sinceramente, el 2-1 llegó muy rápido. Después, con el segundo gol, te acomodas. Estábamos bien, Argentinos no nos inquietaba. Pero tuvimos una distracción que nos costó el 2-1, y eso cambió el partido por completo.
-¿Y cuando se lesiona Ezequiel? ¿Qué pasó por tu mente?
-Estábamos con mucha adrenalina afuera, porque cuando estás en el banco a veces sientes el partido con más intensidad. Estaba más nervioso que jugando; gritábamos al árbitro, con las revoluciones a mil y de repente ocurre lo de Ezequiel. Me toca entrar y aunque no estaba nervioso, sí estaba acelerado, lo que me sirvió para mantener la calma.
-Ezequiel mencionó que cuando empató Argentinos lo vio negro, ¿te pasó lo mismo?
-Mirá, siendo sincero, si el partido se siguiera jugando o hubiéramos llegado al alargue, probablemente se habría complicado. Teníamos dos menos, Argentinos juega muy bien, Ezequiel no estaba atajando y nosotros nos limitamos a defender con menos hombres. Cuando llegó el momento de los penales, renació la esperanza, porque si bien teníamos a Chiquito, que es un experto en penales, sabíamos que aún teníamos una oportunidad más.
-¿Charlaste con tus compañeros en la previa, sabiendo que estaba Romero?
-Sí, expresé mi opinión, pero no te la voy a revelar, ja.
-Y sin compartirla, ¿crees que tu opinión les fue útil?
-Sí, la verdad que sí, ja. No por la efectividad, ya que los patearon espectacular y cualquier arquero no los habría podido atajar.
-Le atajaste no uno, sino dos penales a Tomás Molina, quien tiene un pasado contigo porque ya lo conocías de Huracán.
-Sí, compartí en Huracán con Tomi, realmente es un chico magnífico, estoy contento por su presente, porque tuvo un año espectacular. Obviamente hablé con él y le dije que esto es fútbol, son cosas que pasan, que no opacen el gran año que está teniendo, porque para mí, es uno de los mejores delanteros del fútbol argentino. No pude encontrarlo en la cancha porque después del partido fueron los festejos. Quería darle un abrazo. Siempre fallan los que intentan y él tuvo el valor para patear.
-Sí, era una posibilidad que pateara al medio. Después, cuando lo anulan, lo primero que pensé fue “va a querer asegurar cruzado”. Esa fue mi intuición en ese momento y acerté, ja. Fue más una corazonada que otra cosa.
-A pesar de no haber jugado mucho este año, ¿tiene un valor especial esta copa comparada con la que conseguiste con Huracán?
-Sí, tiene algo especial. Un poco por lo que te mencioné, porque es la primera estrella de este club y es gracias a todos nosotros que lo hemos conseguido.
-¿Qué lugar ocupa Berti en esta consagración?
-Alfredo es un técnico sensacional; humanamente es increíble, potencia mucho al jugador, es sincero en todo momento y siento que le da algo al jugador que lo motiva y lo hace creer. Alfredo tiene una mística en este club, porque cada vez que vino, fue para lograr cosas importantes. Creo que es el técnico más destacado en la historia del club.
-¿Han tomado dimensión de que van a jugar la Libertadores? Es algo histórico.
-Totalmente, para este club es increíble lo que está sucediendo. Esta gente se lo merece; nunca vi una hinchada tan apasionada. Sinceramente, Independiente es impresionante.






