En la antesala del superclásico, una categoría de River volvió a brindar una alegría a todo Núñez. En una jornada soleada en el predio La Agustina de Instituto, los jóvenes de la Octava, que viajaron a Córdoba con la confianza de depender de sí mismos, se consagraron campeones. Con 75 puntos, un punto por encima de Talleres, al inicio del partido hicieron lo que mejor saben: jugar, disfrutar y ganar por 4-0 frente a la Gloria (goles de Bruno Cabral, Gianfranco Ledestre, Valentín Sayago y Felipe López), culminando así una campaña espectacular, marcada por grandes números tanto en lo colectivo como en lo individual.
El equipo dirigido por Martín Pellegrino arrasó en la temporada a pesar de contar con un gran competidor como la T: de los 31 partidos disputados, ganaron 25, empataron tres y perdieron solo tres, destacándose por dos cifras que reflejan su solidez. En el área rival, desplegaron una contundencia asombrosa con 85 goles a favor (un promedio de 2.74 por partido), mientras que en su arco solo recibieron 13 tantos, manteniendo la valla invicta en 20 encuentros.
Todo gran campeón cuenta con su goleador, y la Octava millonaria no es la excepción: Bruno Cabral acumuló 34 tantos, convirtiéndose en el chico con más goles a lo largo de las seis categorías formativas de la AFA en Argentina. Es un momento extraordinario para el joven que dio sus primeros pasos en el club del barrio Los Leones de Lomas de Zamora y que recientemente anotó 10 goles en cinco partidos en la Liga Evolución Sub 20 (ex Sudamericano), consagrándose como máximo goleador del certamen donde Argentina fue subcampeón (tras caer por penales ante Brasil).
Este quinto título consecutivo para la categoría 2010 y segundo en fila para un plantel que ya se había consagrado en 2024 en Novena, fue posible gracias al desempeño de los chicos y al respaldo de Pellegrino, quien, además de tantas joyas, tuvo bajo su ala a una muy especial: Franco Mastantuono, a quien conoció en Novena en 2019, fue fundamental en su formación.








