Godoy Cruz enfrenta días cruciales en su lucha por la permanencia, y las voces del pasado comienzan a resonar. Sergio Gómez, quien dirigió al Tomba junto a Favio Orsi en 2022, se pronunció sobre la difícil situación del club y mostró su preocupación por una posible pérdida de categoría.
En una conversación con ESPN, el técnico fue contundente: “Es triste lo que está sucediendo. Godoy Cruz cuenta con una de las instalaciones más bellas del fútbol argentino, pero hay muchos motivos que pueden llevar a esta situación”.
Gómez profundizó su análisis señalando factores que, a su juicio, pudieron influir en la caída futbolística del equipo mendocino. “A veces, la Copa consume mucha atención y terminas descuidando otras áreas que no deberías descuidar”, comentó, refiriéndose al desgaste que puede causar la doble competencia entre el torneo local y los compromisos internacionales.
Aparte del aspecto táctico, Gómez subrayó la importancia del componente psicológico que afecta a los equipos que luchan por no descender. “A menudo, el inconsciente se activa en estas situaciones, con las luces brillantes que te ciegan y te impiden ver más allá. Es una situación muy compleja; es difícil atravesar ese momento”, enfatizó.
El exentrenador también recordó su etapa en el club y expresó el afecto que aún siente por la institución: “Nosotros trabajamos allí y sabemos lo que representa Godoy Cruz. Tiene todo para estar bien.”
Por último, dejó una advertencia fundamentada en su experiencia en otros clubes que también pelearon en la parte baja: “Si te obsesionas con el descenso, es probable que acabes descendiendo. Hay que mirar hacia arriba, tener ambición.”
Mientras tanto, el Tomba se alista para una verdadera final contra Riestra, con la permanencia en juego y el peso de la historia sobre sus hombros. En Mendoza, la tensión es palpable. Lo que suceda este fin de semana podría marcar un antes y un después para el club.
De liderar en la Sudamericana a luchar por no caer
Hace un año, Godoy Cruz celebraba su clasificación a la Copa Sudamericana. Hoy, el panorama es radicalmente distinto: el Tomba se encuentra en el fondo de la tabla y depende de un milagro para continuar en Primera. De ser invictos en el torneo continental a ganar solo un partido en el Clausura, el equipo mendocino ha pasado de la ilusión al drama.
La caída ha sido abrupta. Cambios de entrenador, malos resultados, y un plantel que nunca logró reencontrar su mejor versión han sido claves en un 2025 para el olvido. En solo doce meses, el club tuvo cuatro entrenadores y perdió la identidad que lo había establecido como uno de los más sólidos del fútbol argentino.
Ni el regreso al emblemático Feliciano Gambarte ha logrado levantar el ánimo. Desde su reinauguración, el Tomba no ha podido ganar allí, y la presión crece partido a partido. Este fin de semana se juega la vida contra Riestra, con la permanencia en juego y el peso de 17 temporadas en la máxima categoría sobre sus espaldas.
El Expreso, que alguna vez sorprendió al país, hoy se encuentra descarrilado. De aquel equipo que soñaba con la gloria internacional, solo quedan recuerdos y la esperanza de que aún haya tiempo para evitar el golpe más duro: el regreso al Nacional.
A todo o nada en Mendoza
El Tomba se jugará la permanencia el sábado en el Gambarte ante Deportivo Riestra. Necesita ganar y esperar que se den resultados en el duelo entre Aldosivi y San Martín de San Juan. Si no lo logra, después de 17 años podría volver al Nacional.
La situación de Godoy Cruz es crítica, ya que no tiene opciones de salvarse directamente, sino que solo puede aspirar a forzar un desempate. El Tomba deberá ganar a toda costa y esperar que San Martín de San Juan también obtenga una victoria ante Aldosivi. En tal caso, Godoy Cruz jugaría un desempate frente al Verdinegro.
Por otro lado, si Godoy Cruz gana su respectivo encuentro contra Riestra y Aldosivi empata, el desempate lo disputará ante el Tiburón.






