“Ya me quisieron echar una vez este año”. Eduardo Domínguez no se contuvo en la conferencia de prensa tras la derrota 2-1 ante Argentinos en UNO. La relación entre el técnico de Estudiantes y la dirigencia se ha vuelto cada vez más tensa a lo largo de los meses. El caso Foster Gillett y el supuesto intercambio con Carina Magnabosco durante un entrenamiento son solo algunos ejemplos de esta situación.
Incluso, el propio exfutbolista no oculta las fricciones en el vestuario: “Se generó una incertidumbre y por algo habrá sido. Es complicado el desgaste del día a día, ver las mismas caras y escuchar las mismas respuestas. Seguramente sucederá lo mismo puertas adentro”. Las señales de que el final del ciclo se aproxima son evidentes. Aunque eso podría tardar un tiempo más.
Domínguez puede estirar su ciclo.Una bala de plata llamada Rosario Central
Los resultados del lunes permitieron al Pincha mantener la octava posición en la Zona A, asegurando así su lugar en los playoffs, donde se medirá contra Rosario Central en el Gigante de Arroyito (el mismo rival y escenario del Apertura). Esto cambia radicalmente el panorama respecto al futuro inmediato de Domínguez, quien ahora enfrenta su situación desde otra perspectiva.
Porque, en el hipotético caso de que el León se consagre campeón, resulta difícil imaginar un 2026 sin el ex Colón y Huracán al mando del equipo platense. Sin embargo, una eliminación ante el Canalla, por ejemplo, podría marcar el final y separar definitivamente sus caminos con Estudiantes.
Las claves de la posible salida de Domínguez
El 2025 no ha sido sencillo para Domínguez. Probablemente, el más complicado que ha enfrentado en el club, donde factores futbolísticos y extrafutbolísticos han puesto su renovación bajo la lupa. El primero de estos factores es que, tanto en el Apertura como en el Clausura, sus dirigidos lograron entrar a playoffs por la ventana.
En ambos certámenes, las combinaciones en las últimas fechas le permitieron avanzar a la siguiente ronda. No obstante, la derrota ante Central en octavos, la temprana eliminación en la Copa Argentina a manos de Aldosivi por penales, y un rendimiento colectivo que ha retrocedido en comparación con años anteriores, donde el club lucía varias copas en sus vitrinas, son motivos de preocupación. Sin embargo, también es cierto que puso contra las cuerdas al formidable Flamengo, en cuartos de Libertadores.
Con la ausencia de clasificación a copas internacionales para el próximo año y habiendo vivido más situaciones adversas que favorables, la realidad indica que la era de Eduardo Domínguez al frente de Estudiantes -actualmente el ciclo más largo entre los 30 equipos del fútbol argentino- tiene sus días contados.
El Barba, en la cuerda floja.
