Fórmula 1: Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, halló dispositivos ilegales en varios autos en el GP de Brasil y ordenó retirarlos

El delegado técnico de la FIA, Jo Bauer, fue quien encontró los dispositivos ilegales y ordenó removerlos. La directiva que prepara la entidad

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) intervino en el Gran Premio de Brasil al detectar y ordenar la retirada de dispositivos ilegales instalados en varios monoplazas de Fórmula 1. Basados en placas de titanio que se expanden con el calor, estos sistemas permitían manipular el desgaste del fondo plano, afectando el rendimiento y contraviniendo el reglamento técnico. La medida de la FIA tuvo un impacto inmediato en la competitividad de los equipos implicados y provocó reacciones entre protagonistas del campeonato, como Fernando Alonso, quien ya había expresado sospechas sobre prácticas irregulares en la parrilla.

La investigación de la FIA se concentró en detectar dispositivos que alteraban el comportamiento de los patines de titanio obligatorios en la parte inferior de los monoplazas. Según Motorsport Japón, varios jefes de equipo y directores técnicos sospechaban que algunos rivales habían hallado la forma de que esos patines absorbieran grandes cantidades de calor. El reglamento exige que los tres elementos del patín estén fabricados en aleación de titanio según estándares concretos y alineados con la tabla de madera, manteniendo un espesor mínimo para evitar la descalificación. Sin embargo, durante el fin de semana en Interlagos se observó que ciertos autos rodaban a una altura inusualmente baja sin mostrar un desgaste excesivo, lo que encendió las primeras alarmas.

Técnicamente, esos dispositivos aprovechaban el calor generado en marcha para que las placas de titanio se expandieran hacia abajo. Según Motorsport, “a mayor temperatura de la placa de titanio, mayor expansión, lo que hace que quede por debajo de la propia tabla”. De ese modo, cuando el coche generaba chispas solo los patines tocaban la pista y la tabla de madera quedaba algo más elevada, preservando su integridad y pasando las inspecciones. Al finalizar las sesiones y volver a boxes a baja velocidad, el metal se enfriaba y recuperaba su forma original, lo que permitía sortear los controles técnicos de la FIA sin dejar rastro de la manipulación.

La actuación de la FIA se produjo tras la carrera sprint, cuando el delegado técnico Jo Bauer inspeccionó todas las placas antes de la clasificación. Allí se localizaron dispositivos cuya única función era calentar los patines y se ordenó su retirada inmediata antes de la Q1. El Español añadió que los equipos afectados se vieron obligados a elevar la altura trasera de sus coches para ajustarse al reglamento, lo que redujo la carga aerodinámica y perjudicó sus tiempos por vuelta. Esa modificación tuvo consecuencias directas en el rendimiento, sobre todo en un fin de semana con formato sprint, donde las opciones para ajustar la configuración son limitadas.

La intervención de la FIA se tradujo en una pérdida de competitividad para varios equipos de la zona media de la parrilla. Aunque no se han revelado oficialmente los nombres, en el paddock se especula con que Haas y Racing Bulls podrían estar entre los beneficiados por esta técnica. Aston Martin, por su parte, mostró un rendimiento irregular en Interlagos: Fernando Alonso finalizó decimocuarto el domingo y Lance Stroll quedó aún más retrasado. El propio Alonso, en declaraciones recogidas por El Español, expresó: “No puedo ser del todo honesto, pero todos han mejorado mucho”. El bicampeón añadió: “Preferimos intentar algo diferente y acabar decimocuartos que hacer lo de siempre y ser duodécimos”, dejando entrever su descontento y sugiriendo que algunos rivales estaban operando al límite del reglamento.

De cara al futuro, la FIA prepara una directiva técnica que prohibirá el uso de ciertos materiales y métodos en la parte inferior de los autos, destinada a reducir la dependencia del efecto suelo. Esta medida no entraría en vigor antes de 2026, coincidiendo con los cambios previstos en el reglamento técnico. El actual contexto competitivo, marcado por la búsqueda de ventajas técnicas en un marco regulatorio cada vez más estricto, ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar los controles y cerrar las lagunas que permiten este tipo de prácticas.