En momentos en los que las cosas no salen como se espera, cualquier situación adversa incrementa la preocupación. Con Racing cada vez más cercano en el horizonte, River se alista para un duelo decisivo en el que no se presenta como gran candidato debido a su desempeño reciente, y a la inquietud de Marcelo Gallardo por no haber logrado aún definir su alineación ideal. A esto se suma el traumatismo que sufrió Lucas Martínez Quarta, provocándole una molestia en la rodilla derecha y obligándolo a reducir la carga de trabajo durante la práctica de este miércoles por la mañana en Ezeiza.
No es necesario realizar estudios médicos tras la evaluación del cuerpo técnico; en teoría, MQ no tendría problemas para enfrentar a la Academia y se entrenará con normalidad este jueves por la tarde. Sin embargo, esto sigue siendo un punto de atención que el Muñeco monitorizará mientras espera poder contar con Gonzalo Montiel (esguince leve en la rodilla izquierda) y Facundo Colidio (desgarro en el isquiotibial izquierdo), una dupla que ha respondido positivamente a las exigencias y que continuará siendo evaluada durante el resto de la semana.
Siempre que no ocurra ningún imprevisto y supere el dolor del golpe, el defensor volverá a ser parte del 11 inicial después de cumplir su fecha de suspensión frente a Vélez por la acumulación de cinco amarillas (igual que Marcos Acuña), lo que permitirá a MG reestructurar su zaga con Lautaro Rivero. Además, representa el regreso de un líder con experiencia europea, quien ha sido crucial en el último enfrentamiento frente a la Academia por la Copa Argentina en Rosario.
Pasando de menos a más, realizó un quite preciso para evitar un penal, contuvo eficazmente a Maravilla Martínez en un mano a mano y en el segundo tiempo mostró su versión más sólida, sacando todo por arriba. Una autoridad que también se refleja en sus declaraciones, como en aquella autocrítica intensa tras la derrota en el superclásico, donde pidió “poner los huevos sobre la mesa” y resaltó la necesidad de contar con “hombres” en el campo, en medio de una disculpa a la gente porque “fue una mierda” y “no estuvimos a la altura una vez más.”
Con 38 partidos jugados desde su regreso al club y acercándose a los 150 en Primera de River (143), el Chino tendrá la misión de consolidar la defensa y propulsar al equipo hacia adelante. Porque en un equipo que tanto le cuesta arrancar y ni hablar de acelerar, contar con Quarta es fundamental.







