Entró cuando faltaban dos minutos para hacerse cargo de la tanda de penales, sustituyendo al pibe Medina, quien había brillado en el partido. ¿Cómo no iba a hacerlo el jugador con más presencias en la historia de Lanús, acumulando 428 partidos? Lautaro Acosta era el indicado para cerrar esta etapa y, a la vez, su propia historia. Como le había comentado a un año atrás, justo antes de que la suerte le diera la espalda. A pesar de haber fallado el quinto penal, este sábado pudo celebrar con el título y reafirmó su decisión de colgar los botines: “Es el broche soñado para el fin de mi carrera”, declaró.
El contexto le dio una oportunidad única. En el quinto penal, el Laucha tomó la pelota, se habló a sí mismo y tenía en sus manos la posibilidad de darle a Lanús una nueva Copa Sudamericana. Golpeó con toda su fuerza, con la intención de romper el arco ante un Everson que adivinó su intención de disparar al medio. El balón se fue alto. “Pensé en asegurarlo. Le di tan fuerte que se fue para arriba y sentí que el mundo se me venía abajo. Mientras estaba en el pasto, solo pensaba que todo era una mentira”, compartió, ya sonriente, tras el encuentro.
En ese instante, parecía que la historia se escribía con la pluma de su peor enemigo. Aún más cuando Alexsander, el número 5 de Mineiro, convirtió el penal que le siguió. El Laucha explotó en lágrimas; no podía imaginar poner fin a su carrera de esa manera. Sin embargo, confiaba en que sus compañeros revertirían la situación: “Lo soñaste así, fue de otra manera y para eso somos un equipo. Me defienden dentro de la cancha y lo demostraron ganando”, expresó.
Acosta y un cierre soñado de carrera (REUTERS/Cesar Olmedo).De la tristeza al alivio
Lo que en un momento parecía escapársele, se transformó en pura alegría cuando el arquero Losada atajó el último penal. Sí, las lágrimas del #7 se convirtieron de tristeza en alivio. Pero no cesaron, porque la emoción fue inmensa, a la altura de su historia con una institución que, independientemente del resultado, lo tiene entre sus páginas más gloriosas.
Todos lo rodearon. Así como sus compañeros se acercaron a consolarlo tras errar el penal, también lo abrazaron después del grito de campeón. Pellegrino lo miraba, Canelo lo abrazaba y Pérez lo llenaba de elogios: “Lo tenemos a todos como un ejemplo. Nada va a cambiar el penal que erró”, expresó el lateral tras la consagración.
“No puedo pedirle más a la vida”
Después de recordar ese momento tan particular, el Laucha habló con el corazón en la mano y confirmó su retiro: “No puedo pedirle más a la vida, al fútbol. Hablo y me emociono porque soy muy susceptible. Hoy es el momento de dar un paso al costado. Nos quedan los partidos del torneo, pero ya se está terminando.”
Lanús es el nuevo campeón de la Sudamericana (REUTERS/Cesar Olmedo).“Lo luché un montón, vengo de orígenes sumamente humildes. Fue todo esfuerzo y seguir adelante. Cuando entré por ese portón tenía 7 años. El tren Roca fue mi guía, junto a Dios. Ahora eso se termina. Entré con un auto lindo, cambié mi realidad pero nunca mi esencia y amor por este club“, concluyó Acosta.
