Pasillo al campeón: el tiro salió por la culata y terminó en desastre

Es probable que, en el momento en que se ideó el otorgamiento de un título vía escritorio a Rosario Central en reconocimiento a su destacada obtención de puntos durante las fases de grupos de ambos torneos del año, existiera en la AFA y en Rosario un fervoroso deseo de que el ámbito del fútbol argentino respaldara esta decisión.

No parecía importar que el premio resultara de torcer los reglamentos una vez cerrado el pescado, para favorecer a quien se desee.

El impacto en las estadísticas oficiales es inmediato; queda por ver si perdurará en la historia. Sin embargo, el resultado real fue todo lo contrario: aunque los representantes de todos los clubes silencien en el lugar propicio y, por ende, avalen cualquier desatino, una vasta mayoría de hinchas rechazó el título concedido a Central.

Por si fuera poco, se sumó una provocación burda e innecesaria: a sabiendas de que Central jugaba como local contra el único adversario que, al menos fuera del ámbito de la AFA, se opone de manera manifiesta, se obligó al rival a realizar el famoso “pasillo de honor” que se tributa a los campeones.

Esa malicia recibió una respuesta adecuada: los jugadores de Estudiantes se alinearon de espaldas al paso triunfal de Rosario Central. Quizá nunca, como ayer, el resto de los hinchas argentinos se sintieron tan identificados con el Pincha; ni siquiera cuando fue campeón del mundo al vencer al Manchester en Old Trafford.

El plan salió contraproducente; lo que podría haber sido un homenaje al mérito de un gran año de un excelente equipo se ejecutó de manera apresurada y caótica.

Y para colmo, Estudiantes, que llegó a octavos gracias a la incapacidad de Huracán de ganar ante el arbitraje más bochornoso y vergonzoso de la última fecha, ayer experimentó un arbitraje imparcial, triunfó en Rosario y le negó la posibilidad de pelear por el título del Clausura en la cancha.

Central les mostró su trofeo a sus hinchas (foto Sebastián Granata).Central les mostró su trofeo a sus hinchas (foto Sebastián Granata).
Repercusión en el mundo: así lo mostraron en Portugal, donde jugaba Di María.Repercusión en el mundo: así lo mostraron en Portugal, donde jugaba Di María.