La profunda crisis futbolística que atraviesa River tiene repercusiones que van más allá de la salida de una decena de jugadores. Sus efectos también alcanzarán a la estructura del fútbol del club, que ha ido cambiando desde la despedida de Martín Demichelis hasta el regreso de Marcelo Gallardo, aunque nunca logró sincerarse del todo. Hasta ahora...
La intención de Stefano Di Carlo es intervenir de manera exhaustiva en todos los aspectos relacionados con la pelota. En este sentido, una vez que el Muñeco finalice con lo más urgente, ambos se encargarán de lo imprescindible. ¿Y qué es lo que resulta tan necesario?
Quizás poner fin a otra era: la de una secretaría técnica que, a partir del despido de Demichelis y la caída en desgracia de Matías Patanian como figura central, se desvaneció a medida que el Muñeco fue recuperando el poder absoluto como el CEO que fue, que es y que seguirá siendo.
Si Gallardo asumió junto a uno de sus hombres de mayor confianza (Mariano Barnao) muchas de las decisiones que antes podían gestionar la secretaría (scouting, seguimiento, negociaciones de refuerzos, etcétera) y tanto Enzo Francescoli como Leonardo Ponzio tomaron un rol secundario (mucho más el capitán del primer ciclo de MG que el ídolo), ahora llegó el momento de transparentar la situación.
Enzo Francescoli en las últimas elecciones en River. Se trata de aclarar también quiénes secundarán a Di Carlo y Gallardo en la toma de decisiones, en la planificación y en la organización, así como definir específicamente el rol de cada uno. Mientras que esa construcción de la Mesa de Fútbol -o el nombre que finalmente le asignen- apenas presenta sus trazos gruesos, en el club están atentos a la situación de un Príncipe cuyo contrato finaliza en un mes y que ha expresado en varias ocasiones su deseo de tomarse un descanso para disfrutar de su nieta, luego de un año que ha resultado desgastante (y quizás incómodo) para él.
Con la indefinición en torno a la continuidad del uruguayo, lo que ya parece casi una certeza es que Ponzio aumentará su participación en las cuestiones institucionales. Esto, si es que al igual que Enzo no decide parar la pelota y dedicarse a tiempo completo a sus negocios en el campo y a su familia.
Enzo Francescoli y el cariño de los hinchas de River. Foto: Enrique García Medina.A Di Carlo, Gallardo y Barnao, probablemente, se les sumen otros dos directivos y tal vez una persona muy cercana al entrenador. Sea cual sea la estructura, lo que no cambiará es la centralidad del Muñeco en un proyecto que siempre ha sido su eje. A lo sumo, contará con Di Carlo cerca para coordinar en cuestiones financieras o de política institucional, como solía hacer en su época de gloria con Rodolfo D’Onofrio.
Como consecuencia de la crisis, una era ha llegado a su fin en el plantel. Y quizás otra esté a punto de llegar a su cierre en la estructura.
Ruggeri y la relación Gallardo-Francescoli
"El error de Gallardo fue haberse alejado de Francescoli (secretario técnico). Si fue una buena receta y le fue bien, tenés que seguir de la misma manera. Fue quien lo trajo al club cuando nadie lo quería... Además, Enzo tiene un perfil bajo, no sale a decir nada... Los entrenadores deben ser entrenadores, no deben involucrarse en el club. Se desgastan y pierden energía en lo que realmente tienen que hacer. Gallardo debe hacer las cosas bien...", expresó el Cabezón en ESPN.
