“Lo noté enfadado, pero con el tiempo se le pasará. Es un competidor nato y anhela volver a levantar trofeos cuanto antes”. La declaración de su representante, Martín Aráoz, captura la esencia de un verdadero capitán. Franco Armani, al igual que todos los seguidores de River, finalizó el año con frustración y descontento por una campaña decepcionante del equipo dirigido por Marcelo Gallardo, al punto de depender de Boca para asegurar su lugar en la próxima Copa Libertadores; si el Xeneize no se consagra en el Clausura, clasificará a la Sudamericana. Recuperar la alegría es esencial para 2026, y el propio arquero se prepara con ese objetivo en mente.
En el terreno de juego, con las bajas de Enzo Pérez, Ignacio Fernández, Gonzalo Martínez y Milton Casco, el Pulpo se convertirá en el líder del vestuario y será un pilar vital para revertir la imagen desalentadora que dejó el plantel por una más optimista. En lo personal, el #1 ha aprovechado las vacaciones para visitar al dentista.
“Iniciando el cambio de diseño de mi nueva sonrisa”, compartió Armani junto a un video en el que se le ve en un sillón odontológico. Y esa sonrisa es precisamente la que quiere recuperar para sus aficionados, quienes por alguna razón se han habituado a las caras largas.

