El instinto, a sus 19 años, se manifiesta de forma predominante en ciertos momentos del día. Andrea Kimi Antonelli lo comprende y lo aplica, firmando un extraordinario fin de semana en Marina Bay, donde se celebró el Gran Premio de Singapur, y logró finalizar en la quinta posición.
Para el joven piloto de Bolonia, este resultado se suma a su buena actuación obtenida hace dos semanas en Bakú, en circuitos que no perdonan ni el más mínimo error, lo que realza aún más su desempeño, destacando su excelente reacción ante la complicada parte media de la temporada.
El quinto puesto, sin embargo, revela ciertas imprudencias propias de su juventud. Es un reflejo del instinto. Antonelli podría haber aspirado a posiciones más altas tanto en la calificación como en la carrera, de no ser por dos errores que surgieron de su entusiasmo y deseo de hacerlo bien, superando los límites de su W16.
El primero de estos errores, el más determinante, se produjo en la calificación. Tras unas sólidas sesiones en Q1 y Q2, Antonelli intentó forzar un poco más en la Q3, algo que en realidad no era necesario. Finalmente, acabó sobrevirando, excediendo sus límites, y terminó en la cuarta posición, por debajo de sus expectativas.
“Sin duda, el ritmo era fuerte, y la calificación fue mejorando en cada sesión”, comentó Antonelli tras la carrera, refiriéndose a que se había clasificado por delante o a menos de dos décimas de Russell en las tres rondas anteriores.
“Estoy un poco decepcionado con la clasificación porque creo que he forzado demasiado. Si me hubiera controlado un poco más y hubiera intentado hacer vueltas limpias, la historia habría sido diferente. Habría salido más adelante y probablemente hoy habría tenido una carrera distinta”.
Durante la carrera, sin embargo, se encontró detrás de uno de los dos aspirantes al título mundial: Lando Norris. En lugar de buscar la trazada óptima y un hueco que pudiera explotar, decidió seguir al piloto británico, quedando atrapado tras el número 4 del MCL39. En ese momento, Charles Leclerc, que estaba en su estela, lo adelantó, haciéndole perder otra posición.
Charles Leclerc, Ferrari, Andrea Kimi Antonelli, Mercedes
Foto de: Glenn Dunbar / LAT Images vía Getty Images
“Mi error en la curva 1 fue intentar colocarme detrás de Norris”, admitió Antonelli. “Luego, me pasé por el interior y Leclerc tenía una trazada mucho mejor por el exterior. Ha sido una lástima, pero el ritmo de carrera fue muy fuerte. Ese es unpunto positivo y buscaremos mantenerlo en las próximas carreras”.
Finalmente, Antonelli logró adelantar a Leclerc, infiltrándose por el interior en la curva 16 durante la vuelta 53, frenando bruscamente para completar la maniobra.
“Con los neumáticos, comenzó a tener problemas”, relató el italiano. “Estaba forzando mucho, así que intenté jugar a largo plazo, conservando los neumáticos y buscando el momento justo para atacar”.
“Cuando nos acercamos al tráfico de pilotos doblados, supe que era el momento adecuado, porque él contaba con aire limpio y yo con aire sucio, pero aún así podía seguir su ritmo. Sabía que empezaría a tener dificultades al entrar en aire sucio. Así que fue un buen momento”.
El adelantamiento, además de los problemas con el SF-25 de Leclerc, volvió a demostrar que Antonelli posee un talento que debe cultivarse, ya que, cuando florezca, pocos podrán igualarlo. Excelente sincronización, buena precisión y una correcta comprensión del momento de la carrera son características fundamentales en el repertorio técnico de un piloto de élite.
Sin embargo, lo más crucial será su capacidad para entender sus errores: si logra aprender y evitar repetir lo que falló el fin de semana pasado, podrá avanzar notablemente desde el próximo fin de semana. Las actuaciones entre Bakú y Singapur son una buena señal para el cierre de su primera temporada en la Fórmula 1.
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